Se realizó el acto conmemorativo por el Día Nacional del Abogado Víctima del Terrorismo de Estado, en la sede del Colegio de Abogados Departamento Judicial de Mar del Plata y en el que participaron colegiados, autoridades municipales, representantes de organismos de derechos humanos, integrantes de la Comisión de Apoyo a los Juicios por Delitos de Lesa Humanidad, miembros del Poder Judicial y referentes de la filial local Abuelas de Plaza de Mayo, como su presidenta Ledda Barreiro.
Fernando Román González, presidente del Colegio de Abogados Mar del Plata, señaló: “En Mar del Plata, como no podía ser de otra manera, la senda del debido proceso, del juicio a los responsables, fue sostenida por todos nosotros imprimiendo en el Tribunal Oral Criminal Federal de Mar del Plata las denuncias que determinaron las condenas a quienes participaron de estos aberrantes delitos”.
“Estas sentencias generan en los hombres de derecho y particularmente a este Colegio de Abogados sentimientos encontrados; por un lado la reivindicación del valor justicia, que aún tardía, ratifica nuestra fe en sus instituciones; también una amarga sensación de frustración, porque los avatares de la historia y mezquinos intereses sectoriales, demoraron, inexcusablemente esa llegada, y por otro, el recuerdo doloroso por la trágica desaparición de nuestros colegas y nuestro acompañamiento en el sufrimiento a las víctimas, sus familiares y compañeros”, sostuvo.
Además, dijo que “la desaparición de nuestros colegas no puede repararse por este decisorio; queda en nuestro foro un espacio vacío, un ejercicio profesional comprometido y cercenado, una frustración institucional y colectiva de no haber podido hacer más por ellos. La carga de valentía y coraje necesarios para el ejercicio de la profesión de abogado, asumiendo el compromiso con la lucha por la vigencia del debido proceso legal, la legítima defensa, el principio de inocencia, en suma, por el pleno ejercicio de los derechos humanos, no podía ser menor ni hacerse a medias. Y así fue como en esa larga noche de las corbatas se llevaron el derecho y la justicia”.
Agregó: “Ninguna explicación puede darse respecto a la barbarie y la irracionalidad de los actos inhumanos con que se pretendió silenciar la voz de los abogados, no hay dudas que fue un mensaje de disciplina, para poder aplicar un siniestro plan político y económico, y que necesitaba también un ejercicio claudicante del ejercicio de su profesión. Por ello debemos extraer de los más cien testimonios de abogados, de sus dignísimos ejemplos y convicciones las mejores enseñanzas, debiendo imponerse el respeto y consideración de la persona humana, para que esto no pueda repetirse”.
"El 24 de marzo de 1976 se produjo en la República Argentina el más sangriento golpe de estado cívico-militar; el que depuso las legítimas autoridades constitucionales y tomó por asalto el poder político, quebró el orden constitucional, el estado de derecho y suspendió las garantías individuales", puntualizó y señaló: "A estos delincuentes no les bastó con apropiarse de los resortes del estado, sino que vilmente torturaron, violaron y asesinaron; cercenando la libertad, el derecho de reunión y de opinión, llevándose además el tiempo de todos los argentinos que querían vivir en paz, censurando y monopolizando la palabra en los medios de comunicación para distorsionar la información y sostenerse en el poder. Ya en su ocaso, tan cobarde fue su actuación que no se les ocurrió mejor idea que improvisar un plan militar de recuperación de las Islas Malvinas, acción que también condenó a otra generación de argentinos".
En el estrado también estaban la secretaria de la institución, Dra. María Fernanda Huerta y Carmen Ledda Barreiro, máxima referente de Abuelas de Plaza de Mayo filial Mar del Plata.
Ledda dijo que "cuando se trata de horror es difícil ponerle palabras a lo que hemos vivido. Cabe preguntarnos por qué en una ciudad de tan solo 300 mil habitantes por ese entonces y veraniega, se llevaron a un grupo de abogados, profesionales penalistas que abogaban por los derechos de los trabajadores haciendo Habeas Corpus” , además remarcó que: “El militante militaba apasionadamente y no se ponía a pensar que eso le podía costar la vida, porque su vida era eso. Así se fue tejiendo la trama del terror en la sociedad, que queda en el inconsciente colectivo, por eso se lo llevaron a todos juntos y las consecuencias de eso no se saben cuánto dura, no se puede pasar el duelo de un desaparecido y eso queda también en la memoria colectiva”.
“Estoy de acuerdo con estos actos en sus nombres pero a mí me gustaría que se tomara sus trabajos, sus muertes y sus martirios como una herencia, ellos lo hubieran querido así y esto va dirigido más que nada a los estudiantes de Derecho y abogados jóvenes que recién comienzan para que lleven adelante sus tareas con responsabilidad porque muchas vidas dependen de los profesionales que los representan”, puntualizó.
Luego, Fernando Román González le hizo entrega de un ramo de flores como muestra de agradecimiento y admiración a una incansable luchadora de los derechos humanos y posteriormente se leyeron notas de adhesión de diferentes organismos entre los que se encontraban: Familiares de Detenidos Desaparecidos y Víctimas del Terrorismo de Estado del Centro y Sur de la Provincia de Buenos Aires, el Encuentro Nacional y Popular (ENAPO), Suteba Seccional General Pueyrredon, Colegio de Técnicos de la Provincia de Buenos Aires, la Comisión de Derechos Humanos, la Comisión Provincial por la Memoria, el Instituto de Derechos Humanos, Igualdad de Género y Oportunidades y la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Mar del Plata, entre otros.
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