lunes, 30 de diciembre de 2013

REINA EL CAOS EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES



Varios puntos de la Ciudad y los accesos desde el Conurbano se mantienen con
piquetes de vecinos indignados ante la ausencia de respuestas

El caos de tránsito en la Ciudad se mantiene durante la tarde del lunes, con
 una gran cantidad de cortes iniciados por vecinos que no lograron
 aún recuperar el servicio de luz ni de agua en medio de unas jornadas de
 calor agobiante, con temperaturas que superan los 37 ºC.


Desde el mediodía, vecinos de Avellaneda cortan el Puente Pueyrredón, 
que conecta la Provincia con la Ciudad. Lo mismo ocurre en  la autopista
 Dellepieane, a la altura de Montiel, con habitantes de Villa Lugano.

La escena se repetía en el peaje Dock Sud de la Autopista Buenos Aires-La 
Plata. Allí la protesta hizo colapsar el tránsito en ambos sentidos y numerosos
 vehículos intentaban girar y volver por la misma vía, provocando una gran 
congestión.

A ello se suma una protesta en la bajada de la Autopista Illia, en Retiro, que no 
se debe ni a la falta de luz ni de agua, sino a habitantes de la Villa 31 que exigen
 al gobierno de la Ciudad alguna respuesta ante el déficit habitacional de la zona,
 según ellos mismos confirmaron.

En la Ciudad, los cortes de calle estaban focalizados en los barrios de Chacarita,
 Mataderos, Balvanera, Flores, Floresta, Caballito, Villa Crespo y Boedo. Algunas
 de las esquinas afectadas son la avenida Warnes y Jorge Newbery, avenida San
 Martín y Nogoyá, San Martín y Baigorria, San Martín y avenida Gaona, avenida
 Corrientes y Bulnes, García Lorca y Avellaneda, y avenida La Plata y Pavón.
Más allá de los piquetes, la situación del tránsito en la Ciudad se veía agravada
 por la cantidad de semáforos que todavía no funcionan.

Los cortes de luz llevan ya dos semanas y aunque las autoridades y empresas
 aseguran que se van solucionando parte de los reclamos, persisten, a un día de
 fin de año, miles de personas afectadas, que en muchos casos manifiestan su
 enojo en las calles, quemando gomas y haciendo sonar cacerolas.

Esta tarde la sensación térmica superó los 40 grados y el Servicio Meteorológico 
emitió una alerta por fuertes tormentas. Las lluvias podrían traer algo de alivio a
 la zona, que padece desde hace más de dos semanas una ola de calor. No
 obstante, se espera un cambio de temperatura sensible recién el jueves.  

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