En un diálogo telefónico, Fabio Penna le ofrece a Diego Rodríguez blanquear hasta 300 millones de dólares del empresario; escuchá el audio
- Nunca.
- Es de Báez.
En un diálogo revelador, Fabio Penna, alias "el Mudo", le ofrece a Diego Rodríguez, hermano de la ministra de Seguridad, María Cecilia Rodríguez, entrar en un negocio para blanquear hasta 300 millones de dólares de la empresa Austral Construcciones, de Lázaro Báez.
El audio de la escucha telefónica ordenada por la Justicia, cuyo contenido había revelado LA NACION en diciembre pasado, fue difundido esta mañana por Jorge Lanata, en su programa de Radio Mitre.
La charla se registró en una investigación, sin conexión aparente con el caso Báez, en la que el suspendido fiscal José María Campagnoli pidió la detención de Rodríguez, ex vocal de la comisión directiva de River Plate, durante el mandato del ex presidente del club Daniel Passarella, de otras autoridades de la entidad deportiva y de la cúpula de la barra brava local por un fraude con la venta de entradas. También reclamó allanar la Oficina de Observaciones Judiciales de la SIDE, ante la sospecha de que el organismo no informó de otras escuchas para no perjudicar a Báez ni a la ministra de Seguridad.
El juez de instrucción Fernando Caunedo, tras conocer esta información, los pedidos de detención y de allanamientos, le envió a su colega federal Sebastián Casanello copia de las escuchas telefónicas porque entendió que se relacionan con la causa por lavado de dinero que tramita en su juzgado, donde Báez está imputado, junto con Leonardo Fariña y Federico Elaskar.
El diálogo entre Diego Rodríguez y Fabio Penna
Diego: -Mudo.Fabio: -¿Qué pasa con vos? ¿Tan rico estás?
Diego: -No, boludo. Qué voy a estar rico. Al contrario. Si mañana...
Fabio: -¡Tenés la plata... tenés la plata desde el viernes!
Diego: -Y bueno amigo, después la voy a buscar.
Fabio: -Y sí. Como quieras.
Diego: -Y, no me voy a gastar cinco lucas el fin de semana.
Fabio: -Y si te la ibas a gastar... ¿no?
Diego: -No, no, no, loco, no. En este momento, no. En otro momento, sí. ¿Todo bien?
Fabio: -No, porque tenés eso. Tenemos que ir a rescatar los cheques, eso sí. Pero bueno, una cosa no tiene nada que ver con la otra...
Diego: -No, no. Yo calculo que después de estos días ... Eh... Ahí el cliente me dijo que me iba a pagar. Me garcó, ¿viste? Este hijo de puta. Porque encima yo mañana necesitaba cambiarte, la puta madre. Estoy podrido de los clientes, Fabio. ¿No tenés uno que me quiera comprar la fábrica?
Fabio: -Y... Hay que ver, hay que ver. ¿Mucho movés ahí?
Diego: -¿En la fábrica?
Fabio: -Sí. [...] Te cuento por qué. Hay una empresa que necesita facturar y encima darte la factura blanca. Vos le tenés que hacer el cheque, ellos te dan la plata y por ahí te dan un quince arriba. Ponele: te facturan dos palos y te dan tres gambas. No la escuchaste nunca, ¿no?
Diego: -Nunca.
Fabio: -Es de Báez.
Diego: -Hum...
Fabio: -Necesitan lavar trescientos palos verdes.
Diego: -Mira vos...
Fabio: -Entonces te ponen que te cambiaron todos los pisos de la fábrica, te facturaron dos palos. Te dan los dos palos, ¿me seguís?
Diego: -Sí.
Fabio: -Te hacen la boleta de un palo setecientos más IVA.
Diego: -Sí...
Fabio: -Y te dan tres gambas.
Diego: -Pará. Escuchame: ¿y el cheque no? El cheque, ¿lo depositan?
Fabio: -Claro, sí, sí, sí. Como que vos hiciste el arreglo en la fábrica. ¿Me entendés lo que te digo?
Diego: -Y me gano tres gambas.
Fabio: -Correcto. Y te comés el IVA.
Diego: -Y eso, ¿cuándo es?
Fabio: -Y... No sé. Mirá: estaban haciendo una operación ya esta semana unos amigos míos. Yo después te aviso. Pero tiene que ser alguien que pueda justificar que le hicieron las obras. ¿Me entendés lo que te digo?
Diego: -Que cambié todos los pisos, dije.
Fabio: -Claro. Para que no se escuchen ruidos, insonorización... cualquier cosa.
Diego: -Claro.
Fabio: -Tienen que hacer, ya te digo: dicen que trescientos palos verdes... necesitan lavar. Así que imaginate si hay para hacer facturas.
Diego: -Seguro. Conseguime. Si después me podés conseguir el nombre y el CUIT.
Fabio: -¿De la empresa?
Diego: -Sí.
Fabio: -Austral Construcciones, ya te lo doy.
Diego: -Ah... ¿Es para Austral?
Fabio: -Claro. Lo que necesitan ellos es decir que ganaron plata.
Diego: -Listo.
Fabio: -[...] ¿Me interpretás? Cosas que sean incomprobables. [...]El jueves se reunieron en el Faena con estos pibes. Iban a hacer una de quinientas lucas en una empresa constructora. Si la hacen y sale, te aviso.
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