viernes, 6 de noviembre de 2015

MAS TESTIMONIOS EN OTRA AUDIENCIA DE LA CAUSA CNU EN MAR DEL PLATA

Sin lugar a dudas lo más relevante de esta audiencia no ocurrió con los testimonios de los testigos sino sobre el final de la misma.
Los testigos fueron el Dr. Cabo quien fuera interventor de la zona sanitaria octava luego de la toma de la misma aunque él negara conocer dicha toma.
Luego el señor Sampietro, hijo del dueño de la homónima cochería donde se realizó el velatorio del Dr. Piantoni.
Y por último el Dr. Di Lorenzo que intervino en la autopsia de Jorge Enrique, Jorge Lisandro y Guillermo Videla.

Ninguno de los testigos pudo aportar datos relevantes a la investigación.

El Dr. Cabo, por videoconferencia desde Barcelona, relató como ocurre desde el inicio del juicio con los testigos ligados a JUP y demás tendencias revolucionarias del peronismo, dichos y hechos que eran ¨vox populi¨ y no pudo identificar feacientemente a ninguno de los imputados en hechos de violencia.
Expuso una reseña histórica desde la segunda guerra hasta los años 70 donde resaltó la existencia de dos líneas: habló de la CNU como parte de una especie de frente de derecha junto con el CDO, la JSP y la alianza libertadora nacionalista.
Evidenció lagunas en su memoria debido a la lejanía temporal de los hechos y en ocasiones llegó a confundir hechos ocurridos en la década del 50`con los 70'.
No conoció personalmente a ninguno de los imputados a excepción del Dr. Demarchi pero sólo como profesor de éste en el colegio Mariano Moreno.

Por su parte José Sampietro estuvo trabajando en la cochería de su padre durante el velatorio de Piantoni. Dijo que asistió muchísima gente y que no vio armas en el mismo. Sobre las dos de la tarde tuvo que abandonar el recinto porque habían recibido reiteradas amenazas de ametrallamiento y bombas para los asistentes del velatorio.
Explicó donde estaba ubicado el local político confirmando que se encontraba junto a la cochería hacia calle Moreno. Ésta ubicación coincide con lo declarado por Juan Carlos Suarías y ambos relatos contradicen la ubicación dada por la testigo Susana Salerno.
Luego contó el episodio ocurrido una noche cuando fue colocada una bomba en dicho local. La explosión fue tan fuerte, relató, que destruyó parte de la cochería y causó severos daños a los autos que estaban en la calle e incluso a casas que estaban frente al local.

El Dr Di Lorenzo ratificó los informes de las autopsias realizadas a los cuerpos hallados con numerosos impactos de balas de grueso calibre y fue intensamente acosado por el fiscal que parecía querer inducir al testigo respuestas a gusto de la acusación y que nada tenían que ver con el ámbito de su competencia.
Luego hizo su aparición el Dr. Sivo quien hasta ese momento no se encontraba en el recinto.
El Dr. Di Lorenzo tuvo que contestar tediosas preguntas de éste abogado quien necesitaba explicaciones para ubicar partes del cuerpo humano.

Escrito rechazado por el juez falcone
Al finalizar los interrogatorios se consultó al tribunal si el fiscal Adler contestó la vista de la presentación que el Dr. Insanti hizo de un escrito de Ricardo Oliveros, imputado en la causa, que había presentado en el Juicio por la Verdad y que fuera rechazado y devuelto por el Dr. Falcone, integrante del tribunal por dicho juicio.
Esta presentación se tratará luego de revisar un escrito de la Dr. León quien pidió rechazar dicho escrito que podría echar luz sobre cuestiones relacionadas a los derechos humanos.

Altercado y reprimenda
El tribunal informó que se iba a recibir el testimonio de Mirtha Massid por tele conferencia desde Mendoza.
A ello se opusieron de inmediato los defensores Insanti, Demarchi, y Galán. Argumentaron que su presencia se hace indispensable para cumplir con el principio de inmediación entre la prueba y el tribunal, sumándose a ello que el código prevee el gasto del viaje de la testigo.
¨ En cualquier juicio normal el testigo debe compadecer ante el tribunal ¨ dijo el Dr. Insanti y desató una intempestiva y desmedida reacción del Fiscal Adler que a los gritos alegaba la normalidad de este juicio. ¨Usted no habla más!¨ le dijo imperativamente el presidente del tribunal al Dr. Adler luego de reiterados pedidos de silencio. Y no es la primera vez que el Dr. Adler es apercibido por su modo de actuar.

Encendido reclamo
Con respecto a la normalidad de este juicio merece un párrafo aparte el vibrante pedido del Dr. Galán que insistió en la necesidad imperiosa de que la testigo Massid se hiciera presente físicamente, dado que su testimonio constituye la fuente principal de imputación contra su defendido, el señor Mario Durquet, que se encuentra con prisión preventiva desde hace ya 5 años, sin que su situación se resuelva. ¨Es como si la protección que el estado de derecho debe darle a todo imputado le fuera, en su caso, negada de manera arbitraria¨.
Insistió, además, que el testimonio de Massid carece de todo fundamento directo y está construido sobre versiones de tercera o cuarta mano.

No hay comentarios: