Con "Jumping Jack Flash" se abrió el histórico recital de los Rolling Stones en La Habana, Cuba
La Habana se vistió de rock. Los Rolling Stones ofrecieron un concierto histórico, gratuito, ante casi medio millón de personas según medios periodísticos de la isla. “Sus Satánicas Majestades”, abrieron su presentación en la isla, única y gratuita, ante decenas de miles de asistentes no solo de La Habana sino llegados desde distintas provincias de la isla y también personas que tomaron el avión en otros países para no perderse el “show” especial prometido por los míticos músicos.
Al inicio del espectáculo, el vocalista y líder de The Rolling Stones, Mick Jagger, saludó al público en español con un “hola Habana, buenas noches mi gente de Cuba”. La veterana agrupación rockera liderada abrió con “Jumping jack flash” para calentar su primera visita a la isla caribeña elegida para cerrar su gira latinoamericana “Olé Tour” que comenzaron en Argentina y luego siguió a Uruguay, Perú, Colombia, Brasil y México.
Mick Jagger, el guitarrista Keith Richards, el bajista Ron Wood y el baterista Charlie Watts, llegaron a la capital cubana el jueves para realizar esta actuación que han catalogado de antemano como “Concierto de la Amistad”.
El concierto, el primero gratuito que ofrece la mítica banda desde el que celebró en Río de Janeiro en 2006, fue filmado para un documental sobre la gira de la banda responsable de éxitos como “Satisfaction” o “Start me up”, y será cedido para su exhibición en la televisión estatal cubana.
“Ya los he visto 81 veces a lo largo de todo el mundo. Éste va a ser mi concierto de los Stones número 82”, contó Adrian, un holandés amante de la banda desde hace 40 años y de Cuba, país que ha visitado ya una veintena de ocasiones. Tenía previstas unas vacaciones en la isla, que prolongó unos días cuando se anunció la fecha del show de The Rolling Stones, legendaria banda que ayer reconcilió el rock extranjero con Cuba, donde no siempre estuvo bien vista esa música por la ortodoxia revolucionaria en la década de los sesenta.
Esa época la recuerda bien Guille Vilar, mítico locutor de radio y referente en la isla sobre la historia del rock, quien a través de las ondas fue rompiendo barreras e introduciendo la música de bandas como The Beatles y The Rolling Stones, quienes ayer encandilarán a los cubanos, “un pueblo amante de la buena música”. “He pasado mi vida dando información al pueblo cubano sobre qué significa el rock, cuáles son los interpretes relevantes. Pero una cosa es verlos en DVD o escucharlos en CD, y otra muy distinta verlos en vivo”, contó entusiasmado.
Vilar tuvo la oportunidad de conocer y charlar anteanoche con Mick Jagger, Keith Richards, Ronnie Wood y Charlie Watts a las pocas horas de que aterrizaran en la isla, un momento “mágico”, cuyo recuerdo le impidió dormir bien en la noche.
“A Keith Richards le dije: he crecido contigo, he escuchado tanto tu música que te siento como de mi familia. Y nos dimos un abrazo”, rememoraba.
Emoción y anécdotas
Quien tuvo la oportunidad de conocer a la banda en un “backstage” hace más de 50 años fue el californiano Mike, en 1964 cuando unos jovencísimos Stones actuaron en Londres como teloneros de The Ronettes, show en el que él trabajaba como técnico de sonido. Para Mike, acontecimientos como este concierto o la reciente visita del presidente Barack Obama, indican que “las puertas se están abriendo en la isla”, algo que está dando “esperanza a los cubanos”, contó mientras contemplaba las pruebas de sonido que se realizaban en el escenario, decorado con motivos de la cultura afrocubana yoruba, diseñado específicamente para la ocasión.
Un símbolo de los nuevos tiempos en Cuba: desde primeras horas se veía una bandera que combinaba las barras y estrellas de EEUU, y la de Cuba, unidas por ese logo de los Stones, creado en 1971.
Las puertas de la alambrada perimetral del predio donde se realizó el show se abrieron a las 14 e ingresaron a paso veloz para capturar los primeros lugares miles de jóvenes, muchos de los cuáles pasaron la noche en carpas, pese a la prohibición de acampar.
Los cuatro Stones estuvieron acompañados por Darryl Jones en bajo, los teclados del virtuoso Chuck Leavell y Matt Clifford; los bronces de Tim Ries y Karl Denson; y los coros de Bernard Fowler y Sasha Allen, quienes lo acompañaron en sus tres conciertos de febrero en el estadio Único de La Plata.
Al inicio del espectáculo, el vocalista y líder de The Rolling Stones, Mick Jagger, saludó al público en español con un “hola Habana, buenas noches mi gente de Cuba”. La veterana agrupación rockera liderada abrió con “Jumping jack flash” para calentar su primera visita a la isla caribeña elegida para cerrar su gira latinoamericana “Olé Tour” que comenzaron en Argentina y luego siguió a Uruguay, Perú, Colombia, Brasil y México.
Mick Jagger, el guitarrista Keith Richards, el bajista Ron Wood y el baterista Charlie Watts, llegaron a la capital cubana el jueves para realizar esta actuación que han catalogado de antemano como “Concierto de la Amistad”.
El concierto, el primero gratuito que ofrece la mítica banda desde el que celebró en Río de Janeiro en 2006, fue filmado para un documental sobre la gira de la banda responsable de éxitos como “Satisfaction” o “Start me up”, y será cedido para su exhibición en la televisión estatal cubana.
“Ya los he visto 81 veces a lo largo de todo el mundo. Éste va a ser mi concierto de los Stones número 82”, contó Adrian, un holandés amante de la banda desde hace 40 años y de Cuba, país que ha visitado ya una veintena de ocasiones. Tenía previstas unas vacaciones en la isla, que prolongó unos días cuando se anunció la fecha del show de The Rolling Stones, legendaria banda que ayer reconcilió el rock extranjero con Cuba, donde no siempre estuvo bien vista esa música por la ortodoxia revolucionaria en la década de los sesenta.
Esa época la recuerda bien Guille Vilar, mítico locutor de radio y referente en la isla sobre la historia del rock, quien a través de las ondas fue rompiendo barreras e introduciendo la música de bandas como The Beatles y The Rolling Stones, quienes ayer encandilarán a los cubanos, “un pueblo amante de la buena música”. “He pasado mi vida dando información al pueblo cubano sobre qué significa el rock, cuáles son los interpretes relevantes. Pero una cosa es verlos en DVD o escucharlos en CD, y otra muy distinta verlos en vivo”, contó entusiasmado.
Vilar tuvo la oportunidad de conocer y charlar anteanoche con Mick Jagger, Keith Richards, Ronnie Wood y Charlie Watts a las pocas horas de que aterrizaran en la isla, un momento “mágico”, cuyo recuerdo le impidió dormir bien en la noche.
“A Keith Richards le dije: he crecido contigo, he escuchado tanto tu música que te siento como de mi familia. Y nos dimos un abrazo”, rememoraba.
Emoción y anécdotas
Quien tuvo la oportunidad de conocer a la banda en un “backstage” hace más de 50 años fue el californiano Mike, en 1964 cuando unos jovencísimos Stones actuaron en Londres como teloneros de The Ronettes, show en el que él trabajaba como técnico de sonido. Para Mike, acontecimientos como este concierto o la reciente visita del presidente Barack Obama, indican que “las puertas se están abriendo en la isla”, algo que está dando “esperanza a los cubanos”, contó mientras contemplaba las pruebas de sonido que se realizaban en el escenario, decorado con motivos de la cultura afrocubana yoruba, diseñado específicamente para la ocasión.
Un símbolo de los nuevos tiempos en Cuba: desde primeras horas se veía una bandera que combinaba las barras y estrellas de EEUU, y la de Cuba, unidas por ese logo de los Stones, creado en 1971.
Las puertas de la alambrada perimetral del predio donde se realizó el show se abrieron a las 14 e ingresaron a paso veloz para capturar los primeros lugares miles de jóvenes, muchos de los cuáles pasaron la noche en carpas, pese a la prohibición de acampar.
Los cuatro Stones estuvieron acompañados por Darryl Jones en bajo, los teclados del virtuoso Chuck Leavell y Matt Clifford; los bronces de Tim Ries y Karl Denson; y los coros de Bernard Fowler y Sasha Allen, quienes lo acompañaron en sus tres conciertos de febrero en el estadio Único de La Plata.