¡Patria, socialismo o muerte!, vociferó Chávez en el acto de la Anticumbre, auspiciado por nuestro gobierno. Muchos, anestesiados por la bonanza económica, pensaron que era meramente una bravuconada. ¡Patria, socialismo o muerte”, gritó Hebe de Bonafini en la Universidad de las Madres, instando a los jóvenes a tomar las armas para construir el socialismo revolucionario. Sordos y ciegos, muchos ignoraron las señales de peligro alegando que era tan solo una mujer trastornada. “Las Farc no son terroristas sino un grupo insurgente”, clamó el Presidente venezolano luego de la liberación de dos rehenes secuestrados por los terroristas. Pocos advirtieron que más que la vida de los secuestrados interesaba a Chávez y a Kirchner legitimar a los secuestradores. “Ecuador no limita con Colombia sino con la FARC”, alegó el Pte Correa ante la pasividad de Cristina Fernández de Kirchner, la misma que hoy imputa a Uribe violar la soberanía ecuatoriana sin advertir que, si tales son los límites, la incursión militar colombiana no fue una violación del territorio ecuatoriano, sino una violación del santuario de las Farc en territorio ecuatoriano, que es algo distinto.
¡Se escuchan con fuerza en el sur de nuestro continente las trompetas de la guerra! escribe Castro, abriendo ,por fin, los ojos de los ciegos que, al sentir miedo, comienzan a preguntarse qué país quieren construir realmente los otrora guerrilleros hoy en el poder.
Mientras tanto, como hijo del Cnel Argentino del Valle Larrabure me uno al dolor de los secuestrados colombianos, y lucho porque los crímenes de la guerrilla sean declarados de lesa humanidad.
Les prometo que no bajaré mis brazos, aunque vea al Procurador Righi instruir a los fiscales para impedirlo; aunque mi confianza en la justicia argentina se desmorone al contemplar la foto del Pte de la Corte Ricardo Lorenzetti sonriendo junto a Bonafini…
Lic. Arturo Cirilo Larrabure
alarrabure@hotmail.com
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