miércoles, 6 de agosto de 2008

ANALISIS DEL ACONTECER POLITICO MARPLATENSE. ESCRIBE JOSE LUIS JACOBO

Estas semanas es posible ver en distintas calles de la ciudad el trabajo de cuadrillas, quebrando asfaltos rotos para remozar la capa asfáltica vencida. Es producto de lo que a diario intenta presentarse como el esfuerzo comunal surgido de los fondos aportados por el fideicomiso contraído con Bapro Mandatos.
En un alarde de entusiasmo carente de toda razonabilidad, el intendente Gustavo Arnaldo Pulti (GAP) convocó a los medios de la ciudad a la zona de Independencia y Roca para anunciar, en callejera rueda de prensa, el inicio de obras que, según citó, no se realizaban desde hace treinta años. Sólo una miríada de medios complacientes puede haber trasladado esa cita a la comunidad, porque es una mentira enorme y tonta. Cuando Pulti era concejal de Mario Roberto Russak, allá por 1990, se llevaron adelante varias obras del tipo de la que se ejecuta hoy en la avenida Independencia: se trata del fresado y reasfaltado de las capas superiores de la trama asfáltica. Muchas de estas obras se ejecutaron en el contexto del llamado Plan Mar del Plata 2000, y en 2007 -aunque GAP no lo sepa quizá porque le queda lejos de su ámbito de acción- obras de fresado y recapado se hicieron en avenida Luro entre Champagnat y Arturo Allió (ex 180).La absurda tentación de presentarse como el iniciador de todo, el “refundador”, no es patrimonio de presidentes solamente. Pulti no empuñó una pala para arrojar asfalto caliente como sí lo hizo Blas Aurelio Primo Aprile en la esquina de Olazábal y Luro en el 2000, pero recorrió el área de obra haciendo la V de la victoria, un símbolo peronista que no le pertenece, ni por historia ni por presente. Sin embargo, lo que verdaderamente molesta es lo que se repite sin ningún análisis. Los medios locales (La Capital, El Atlántico y otros on line) no cesan de decir que las obras son el fruto de un préstamo otorgado por el Banco de la Provincia de Buenos Aires en calidad de aporte-puente hasta que se encamine la captación de fondos por parte de Bapro Mandatos. Puedo asegurar, al momento en que el lector tome contacto con estas líneas, que el Bapro no ha desembolsado un centavo en las arcas de la comuna. Así que Pulti miente.Por si sirve le digo a Patricio Gherbi, dueño y señor de COARCO, empresa local que realiza la mayor parte de estas obras dispersas que intentan exhibirse como parte de un plan de acción, que los recursos que se citan no están disponibles. ¿Se aceptarán pagares a larga fecha?Por otro lado, en un continuum agobiante el peronismo, ese eterno derrotado en las urnas de la ciudad, se despliega a diestra y siniestra con siniestra eficiencia, debo redundantemente apuntar. Hace una semana, en Cazador de Noticias, el medio web de Rubén Ferrari, se mostraba a Héctor “el Ronco” Lence, con foto y gran despliegue, convocando a la unidad del peronismo marplatense. El nada popular ladero de Eduardo Duhalde viene batiendo el parche de la acción política porque está poseído de la altruista decisión de iniciar en la carrera política a su hijo mayor.Todo fatto in casa. Quienes concurrieron a escuchar a Felipe Solá el sábado 26 de julio en el Sheraton, vieron ingresar al ex diputado nacional Lence acompañado de su vástago y un séquito vestidos como en las mejores imágenes creadas genialmente por Francis Ford Coppola sobre textos de Mario Puzzo. También pudo verse al matrimonio Vacante-Salerno compartiendo a risotada pura el momento estelar de Solá en la política argentina. Es como si la cita que dice que el agua de un río jamás pasa dos veces por el mismo sitio sólo fuera una expresión tonta vacía de todo sentido. Aquí el agua discurre hacia el mar hasta fundirse con los efluentes cloacales y formar lo que la asamblea ambientalista califica de “política de tirar la caca al mar”. Con la política de la ciudad parece que hiciéramos todo el tiempo lo mismo: hundimos los buenos propósitos en un auténtico “mer du merde”.Lamentable y tristemente.
Publicado en el Semanario Noticias y Protagonistas de Mar del Plata

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