* Wilbur Ricardo Grimson
Parece registrarse una impasse en el avance del tema de la supuesta despenalización del uso de drogas por los desacuerdos entre diferentes sectores del Poder Ejecutivo. Y no es seguro que el aguardado pronunciamiento de la Corte Suprema solucione esto ya que sus decisiones se contraponen a una Ley vigente y a Convenios Internacionales ratificados por nuestro país. No hubiera sido mala idea convocar a una Audiencia Pública que midiera la opinión de la sociedad.
La experiencia de los países que han aumentado su tolerancia al consumo de drogas ilegales no parece recomendar ese camino. Suecia, Holanda y Canadá han debido rectificar sus políticas.
La Comisión Científica creada en un ámbito no específico y sin incluir a las autoridades del área, en el ámbito del Ministerio del Interior y que fue trasladada al mudarse el Sr Ministro Aníbal Fernández, no ha resultado convincente. De hecho anunció la “despenalización del consumo” y debió rectificar este propósito planteando la “despenalización de la tenencia para el consumo”. Como si no se hubiera leído atentamente la Ley 23.737 y el texto de su amplio debate por el Honorable Congreso de la Nación en 1989. Todavía aguardamos los resultados de una encuesta anunciada pero no informada.
De hecho los legisladores del 89 fueron claros en no querer perseguir consumidores ni victimizarlos, por lo cual decidieron proponer la penalización de la tenencia y no del consumo. No se puede entonces rescatar para el área de la Salud lo que ya le ha sido atribuido hace casi veinte años. Que ésta indicación no gestara políticas públicas de tratamiento suficientes, es otro tipo de problema
Que se proponga el discutible tema de la Reducción de Daños como un tratamiento y no como un programa complementario de los tratamientos, ya que afecta a las consecuencias del consumo y no a sus causas, es un desliz de fuerte carga ideológica y de improbable efectividad cuando se habla de la marihuana, del paco o de la cocaína aspirada.
Es obvia la efectividad de la prevención efectiva que ha impuesto en las relaciones sexuales de todo tipo la presencia del VIH. Pero con que se puede comparar ésto en el caso de los demás consumos, incluyendo el de alcohol, que se desborda día a día.
Justamente el tema del descontrol de la distribución y la falta de asistencia suficiente en el consumo del paco, subleva a las Madres que se han organizado contra el consumo de paco y que no ven respuesta efectiva a sus demandas. Ni prevención en las Escuelas.
Sería importante contar en la generación de propuestas, con responsables de las políticas públicas de asistencia para las adicciones, de la prevención y del desarrollo social. Son justamente las ausencias: Salud, Educación y Desarrollo Social.
Si en algo se puede coincidir en lo conceptual es en sostener que un desorden como el del paco, expresa en el área de la salud, problemas que se originan en las carencias que competen al desarrollo social desigual y que generan exclusión social.
Es que las discusiones entre funcionarios no deben afectar el modelo que el país eligió para centralizar sus políticas de drogas y que es el de la SEDRONAR, que aplica mas de la mitad de nuestras Provincias y resulta admirado en todos los ámbitos internacionales y en especial por los países de las Américas que al elogiarnos lo encuentran integral, efectivo y adecuado.
Hoy el desborde del consumo de alcohol y drogas y la efectiva penetración del paco en las villas debería ser motivo suficiente para unir las fuerzas sociales del Estado, de las ONGs, de la Iglesia en una acción conjunta que no debe demorarse mas. Las camas insuficientes, las plazas ambulatorias escasas y los chicos dañados reclaman acción.
Wilbur Ricardo Grimson
http://ar.mc300.mail.yahoo.com/mc/compose?to=wrgrimson@hotmail.com
Ex Secretario de la SEDRONAR (2002-04)
No hay comentarios:
Publicar un comentario