*Clara Lopez Tonon
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La imagen de Mar del Plata se renueva con cada obra en las calles, ya sea asfaltado, iluminación o mantenimiento. También resulta agradable ver a las familias paseando por la peatonal, la Costa o los chicos jugando en las plazas.
Sin embargo existe una realidad, que no sólo es responsabilidad de quienes gobiernan o se hacen cargo de la limpieza de las calles, sino también de los mismos ciudadanos.
Las paradas de colectivo, por ejemplo, siempre se llenan de papeles, colillas de cigarrillo, boletos viejos. Generalmente suele haber un cesto de basura en las cercanías, o en todo caso, tal como se enseña desde la escuela, se guarda para luego tirarlo donde corresponde.
Las calles en general, se encuentran con muchos folletos arrojados luego de que se reciben, bolsas de plástico o envolturas de golosinas.
Además, la playa, un paisaje que tanto caracteriza a la ciudad, si bien durante la temporada de verano es cuando más se ve la suciedad debido a que la gente comienza a pasar sus días de verano en la arena, hoy se pueden ver residuos de distintos tipos.
Más hacia el oeste, dentro de los barrios, ya es una postal cotidiana observar las esquinas de los terrenos desocupados, con montañas de residuos y bolsas de basura rotas por los perros que buscan comida.
Mar del Plata tiene un paisaje inigualable y la ventaja de que el mar forme parte del mismo. Sin embargo, cuando se circula por la ciudad, la basura en el piso distrae la atención y uno se da cuenta de la situación.
¿De quién es responsabilidad finalmente? ¿Por qué permitimos que quien esté al lado nuestro arroje un papel al piso sin decirle nada? ¿Por qué no se busca el cesto más cercano o se ubica la bolsa en el tacho antes de que los recolectores pasen a buscarla? ¿Se justifica tirar basura en un lugar y no caminar unos metros para arrojarla en un tacho con ese fin?
Los vecinos disfrutamos la ciudad orgullosamente, con sus problemas y sus beneficios, pero también sería oportuno colaborar con ella desde lo que esté al alcance de cada uno y cuidarla para que de verdad sea una ciudad más feliz.
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