El director del Museo de la Ciudad de Buenos Aires, Ricardo Pinal, censuró una obra del fileteador Carlos Cruz porque el cuadro que el artista iba a exponer en el 2º Encuentro Anual de Fileteadores tiene la imagen de la presidenta Cristina Fernández. La Asociación de Fileteadores, organizadora de la exposición que se inició ayer y culminará mañana en San Telmo, expresó su repudio al hecho durante el inicio de la actividad y pidió explicaciones al funcionario por su decisión.
Cruz ya se había adelantado a sus pares y, el jueves pasado, le había solicitado personalmente aclaraciones a Pinal. El funcionario macrista, según el autor de la obra objetada, le contestó: "A tu cuadro lo saqué porque estamos en época de campaña y podés provocar una división en la sociedad. Acá no queremos ningún político porque esto es un museo. Así me traigás la foto de (el jefe de Gobierno porteño Mauricio) Macri, de (la diputada Elisa) Carrió , de la que sea, no lo voy a permitir. (…) Aparte, la presidenta está viva. Porque acá si querés podés pintar a (Juan) Perón, al Che Guevara, a Eva Perón. Pero Cristina está viva."
Sorprendido por la veda oficial a las expresiones artísticas que representan a personalidades de la política argentina "con vida", Cruz confesó a Tiempo Argentino que aún no puede entender las afirmaciones del funcionario macrista. "¿Tengo que esperar a que (la jefa de Estado) se muera para pintarla?", inquirió.
En diálogo con este diario, a Cruz se le quebró la voz cuando contó lo que vivió esta semana, a horas del inicio de un evento en el que él y otros fileteadores expondrían piezas de un arte propiamente porteño, que dejó huellas en los colectivos, vidrieras y otros espacios de la ciudad de Buenos Aires.
"Me cortaron las piernas", dijo citando a Diego Maradona. No imaginaba que, después de exponer su obra el año pasado en el primer encuentro, sin ningún inconveniente, este año su obra sería censurada. Y siguió: "Nosotros nos comunicamos por Facebook y el martes nos reunimos en el Museo para colgar los cuadros. El jueves (NR: un día antes de la exposición) un compañero me llamó y me dijo: 'Mirá, tengo un problema con el cuadro. Lo descolgaron'. ¿Viste cuando no entendés nada?".
Tras acercarse al Museo, Cruz observó que ya estaban "todos" los cuadros colocados. Sólo faltaba el suyo, que tiene el rostro de la presidenta, con los escudos argentino y peronista en las esquinas superiores, el escudo del Bicentenario, dos pájaros que representan –dijo– la libertad y una "estampita de San (Osvaldo) Pugliese", uno de los máximos pianistas y compositores de tango.
La decisión oficial, por lo rápida y arbitraria, tomó por sorpresa a la Asociación de Fileteadores, que, a pocas horas del inicio de la actividad, evaluó suspender el evento y finalmente decidió expresar su repudio en el inicio del Encuentro y con Pinal presente. José Espinosa, vicepresidente de la entidad, contó a Tiempo que "la idea era bajar la muestra, pero no lo pudimos hacer porque estaba organizada desde hace varios meses e incluso recién hablaba con un señor que vino desde Tierra del Fuego" especialmente para el evento. El ente optó, entonces, por expresar su repudio "en la cara" del funcionario.
Enterada del caso, la legisladora porteña del FPV María Rachid afirmó que es "lamentable que censuren una obra de arte en un museo por mostrar la imagen de la presidenta de la Nación". Y consideró lo ocurrido como "un claro hecho de discriminación ideológica y censura por parte del gobierno de la ciudad de Buenos Aires".
Este diario intentó contactar a Pinal, pero desde el museo respondieron que el funcionario "ya se había retirado". Pinal, licenciado en Museología, fue candidato suplente a comunero en las elecciones de 2011, y actualmente es secretario general de la Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico Cultural (CPPHC) de la Ciudad.
Cruz nació en el barrio porteño de Balvanera, y es hijo de un obrero metalúrgico. Pero siempre vivió en Temperley. "Jamás pensé que me iban a censurar. Tenía la esperanza de que vieran el cuadro y que la presidenta se enterara. No puede haber gente con esta mentalidad. A esto ya lo vivimos", dijo con dolor. «
Cruz ya se había adelantado a sus pares y, el jueves pasado, le había solicitado personalmente aclaraciones a Pinal. El funcionario macrista, según el autor de la obra objetada, le contestó: "A tu cuadro lo saqué porque estamos en época de campaña y podés provocar una división en la sociedad. Acá no queremos ningún político porque esto es un museo. Así me traigás la foto de (el jefe de Gobierno porteño Mauricio) Macri, de (la diputada Elisa) Carrió , de la que sea, no lo voy a permitir. (…) Aparte, la presidenta está viva. Porque acá si querés podés pintar a (Juan) Perón, al Che Guevara, a Eva Perón. Pero Cristina está viva."
Sorprendido por la veda oficial a las expresiones artísticas que representan a personalidades de la política argentina "con vida", Cruz confesó a Tiempo Argentino que aún no puede entender las afirmaciones del funcionario macrista. "¿Tengo que esperar a que (la jefa de Estado) se muera para pintarla?", inquirió.
En diálogo con este diario, a Cruz se le quebró la voz cuando contó lo que vivió esta semana, a horas del inicio de un evento en el que él y otros fileteadores expondrían piezas de un arte propiamente porteño, que dejó huellas en los colectivos, vidrieras y otros espacios de la ciudad de Buenos Aires.
"Me cortaron las piernas", dijo citando a Diego Maradona. No imaginaba que, después de exponer su obra el año pasado en el primer encuentro, sin ningún inconveniente, este año su obra sería censurada. Y siguió: "Nosotros nos comunicamos por Facebook y el martes nos reunimos en el Museo para colgar los cuadros. El jueves (NR: un día antes de la exposición) un compañero me llamó y me dijo: 'Mirá, tengo un problema con el cuadro. Lo descolgaron'. ¿Viste cuando no entendés nada?".
Tras acercarse al Museo, Cruz observó que ya estaban "todos" los cuadros colocados. Sólo faltaba el suyo, que tiene el rostro de la presidenta, con los escudos argentino y peronista en las esquinas superiores, el escudo del Bicentenario, dos pájaros que representan –dijo– la libertad y una "estampita de San (Osvaldo) Pugliese", uno de los máximos pianistas y compositores de tango.
La decisión oficial, por lo rápida y arbitraria, tomó por sorpresa a la Asociación de Fileteadores, que, a pocas horas del inicio de la actividad, evaluó suspender el evento y finalmente decidió expresar su repudio en el inicio del Encuentro y con Pinal presente. José Espinosa, vicepresidente de la entidad, contó a Tiempo que "la idea era bajar la muestra, pero no lo pudimos hacer porque estaba organizada desde hace varios meses e incluso recién hablaba con un señor que vino desde Tierra del Fuego" especialmente para el evento. El ente optó, entonces, por expresar su repudio "en la cara" del funcionario.
Enterada del caso, la legisladora porteña del FPV María Rachid afirmó que es "lamentable que censuren una obra de arte en un museo por mostrar la imagen de la presidenta de la Nación". Y consideró lo ocurrido como "un claro hecho de discriminación ideológica y censura por parte del gobierno de la ciudad de Buenos Aires".
Este diario intentó contactar a Pinal, pero desde el museo respondieron que el funcionario "ya se había retirado". Pinal, licenciado en Museología, fue candidato suplente a comunero en las elecciones de 2011, y actualmente es secretario general de la Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico Cultural (CPPHC) de la Ciudad.
Cruz nació en el barrio porteño de Balvanera, y es hijo de un obrero metalúrgico. Pero siempre vivió en Temperley. "Jamás pensé que me iban a censurar. Tenía la esperanza de que vieran el cuadro y que la presidenta se enterara. No puede haber gente con esta mentalidad. A esto ya lo vivimos", dijo con dolor. «
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