Ana María es la madre de Maximiliano Corredera Legatto. Ella vive en la finca de Alvear al 4600 desde hace años. Hace un tiempo enfermó y volvió a compartir su casa con su hijo, que retornó para acompañarla.
Desde ese día nada fue igual. Las visitas a cualquier hora se multiplicaban. Un día llegó con una chica y desde entonces fueron tres. El crimen de Franco fue, para Ana María, la gota que rebalsó el vaso.
A los pocos minutos de la detención de Maximiliano, su madre habló. No lo defendió ni lo justificó, sólo contó lo que ella vivió durante muchos años.
“Le pido perdón a la madre del chico aunque no nos conocemos”, dijo Ana María. De su hijo mencionó que tenía problemas con las drogas y que era un hombre violento. Su nuera y ella habían tenido fuertes peleas.
Acongojada comentó que apenas supo del asesinato de Franco, le preguntó a Maximiliano si había sido él quien disparó porque lo veía muy nervioso. El hombre, le gritó y le dijo que se fuera o la mataba de un tiro en la cabeza.
Ana María quiso no creer que su hijo era capaz de algo así y lanza: “un no puedo creer que haya pasado esto”. Pero enseguida reacciona y vuelve a confirmar que su hijo era muy agresivo.
Por su parte, Natalia, la ex mujer de Maximiliano dijo no sentirse sorprendida. Que no le extrañaba que su ex pareja haya cometido un crimen. “Lo veía muy mal” en clara referencia a que Maximiliano estaba casi todo el tiempo bajo los efectos de ls drogas.
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