domingo, 23 de mayo de 2010

LA ECONOMIA,TEATRO COLON Y LA MUERTE DEL TURCO SABA

*Jose Luis Ponsico


Durante la semana el gobierno avanzó en la política exterior con las posiciones reivindicativas ante el Reino Unido en el renovado "toma y daca" con el imperio británico por las islas Malvinas. La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner en el foro europeo no pasó inadvertida. La Economía tuvo mayor oxígeno entre abril y lo que va de mayo. Según datos oficiales hubo un crecimiento del 8% donde el consumo de la clase media, el fuerte impacto de la industria automotriz y las exportaciones de soja -unos 2.029 millones de dólares- promovieron un incremento importante. El 25% en relación al año anterior.
Curiosamente, el diario "La Nueva Provincia", Bahía Blanca, bajo la dirección de Vicente Massot, fuerte opositor al gobierno nacional, daba cuenta que por la sequía del año anterior "y la política oficialista", decía, había producido una fuerte merma en toda la región del sudeste bonaerense.

Los festejos por el Bicentenario de la Patria produjeron una controversia por el acto de reapertura del lujoso Teatro Colón, epicentro de la cultura nacional. Situado en pleno Centro de la Capital Federal, en la manzana de Cerrito, Lavalle, también Libertad y Viamonte "el Colón" se vestirá de gala después de un largo período de trabajos en reparaciones.

Las relaciones entre el gobierno nacional, el vicepresidente de la Nación y la jefatura del gobierno metropolitano hace mucho que no son las mejores. El sólo hecho de imaginar que Cristina estuviera en el acontecimiento protocolar entre Julio Cobo y Mauricio Macri hizo pensar lo que siguió a la hipótesis. La jefa del gobierno nacional no irá.

El cóctel de los actos institucionales con las cuestiones políticas, partidarias y extrapartidarias, sumado a los viejos enconos y todo en una "redoblona" puesto en un escenario signado por campañas políticas, dá como resultado -el caso "del Colón"- la no asistencia de Cristina Fernández de Kirchner.

Antes, el periodista uruguayo Víctor Hugo Morales en la contratapa del reaparecido diario "Tiempo Argentino", cercano al alfonsinismo a mediados de los´80 y ahora al kirchnerismo, instalaba un elemento interesante sobre otra polémica: el "Fútbol para todos" y sus costos por la televisación oficial.

Según Morales "a cada habitante de la Argentina le sale de costo fijo $ 0,03 centavos si se aplica como cuenta elemental que el país tiene 40.518.951 habitantes y el valor es de 600 millones de pesos que paga el Estado", dice Víctor Hugo.

"Puede llegar a $ 1,23 centavos por mes si el Estado no le cobra a los niños, a las personas mayores y los pobres", ironiza el popular relator nacido en Cardona, Uruguay. El polémico periodista va más lejos y sostiene que el "verdadero robo del siglo no fue el del banco de Acasusso hace cuatro años, sino el negocio del fútbol durante veinte", pega.

"Habría que ir a los archivos periodísticos y darle una ojeada al negocio de "Clarín" y "Torneos y Com-petencias" cuando le echaron mano al fútbol", sub-raya Víctor Hugo. "Es cierto que hubo un entregador. Fue Julio Humberto Grondona quién entregó las llaves del negocio y dijo aquí está la caja" agrega Morales en su no-ta "El robo del siglo".

La Política se alimenta de la vida. También los negocios y las cuestiones que remiten al Poder. A los gobiernos y sus etapas históricas. Ayer dejó de existir en esta ciudad el ex futbolista y entrenador, Roberto Saba. Para todos, el "Turco" Saba. Tenía algo más de 80 años y marcó una época de la vida cultural. Aquí y allá.

Como jugador había sido un "5" de gran técnica y mucha inteligencia. Hábil, cabeza levantada y buen distribuidor. Pasó por Independiente de Avellaneda -jugó con Luis Cardoso, otro marplatense destacado- donde tuvo como compañeros a Ernesto Grillo, Carlos Lacasia y hasta Cándido González en 1950.

Enseguida, integró el inolvidable equipo cuya delantera era con Micheli, Cecconato, Lacasia, Grillo y Cruz). Saba fue figura en Peñarol de Montevideo y en el´55 jugó en San Lorenzo de Almagro. Tuvo un espíritu rebelde y siempre se mantuvo lejos de las obsecuencias. Estaba cerca de Groucho Marx por sus ironías, sin reirse.

En los´60, a fines, retornó a Mar del Plata. Amigo de la bohemia, los grandes personajes (Adolfo Pedernera, Néstor Rossi, ya en los´70, César Menotti, de otra generación) Saba mantuvo una personalidad "distinta" al común del fútbol. Respetado por jugadores propio y adversarios.

Llevado por Kimberley en 1969, produjo una pe-queña "revolución" en el fútbol local como entrenador en el plano marplatense. La histórica goleada a Independiente de Avellaneda (tenía a José Omar Pastoriza, Héctor Yazalde y Ricardo Pavoni, entre otros)

Aquél triunfo por 5 a 0 dejó como recuerdo y para siempre con brillo propio a Ucha, Fortunato, Lec-cese, José Diez, Sangorrín, Costantini, el chaqueño Ramírez, José Malleo, el "Gordo" Juan José Valiente, el cerebral Jorge Davino y Catalano, entre los futbolistas de Kimberley, en su mayoría pedidos por Saba.

Hace un año asistió a un homenaje por el recordatorio -habían pasado cuatro años- del trágico fallecimiento de uno de sus favoritos, Elvio Capdevila. El "Negrito" ex lateral de San Lorenzo, Tigre y Platense, llegó en el´71 por sugerencia de Saba. Gran jugador y excelente persona.

Capdevila fue agredido por un ex comisario de policía. El "Turco" lo honró aquella vez en la sede Kimberley. Saba, siempre elegante, vestía impecable traje azul. No era el mismo pero esa noche se parecía bastante a la figura emblemática del fútbol marplatense.

Donde la vida, la Política y los negocios no alteraban, como ahora, desde lo pernicioso.

A lo mejor, el genial Groucho Marx hubiera dicho: "Fue una hermosa existencia, pero no precisamente la mía", remitida a la del inolvidable "Turco" Saba y su fina ironía.

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