La presidenta Cristina Fernández admitió que bajar la edad de imputabilidad no resuelve el problema de la inseguridad aunque estimó que es "lógico" hacerlo pero aclaró que debe resolverlo el Congreso y acompañarlo con un "régimen penal juvenil" como el que tiene media sanción del Senado.
"Hacer una reducción de 16 a 14 parece lógico", reconoció la mandataria, pero al mismo tiempo puso límites al aclarar que ese proceso se debe dar exclusivamente "en el marco de un derecho penal juvenil".
Insistió entonces que "discutir si 14 o 16 es desviar el problema porque eso es algo que va a resolver el Parlamento", en tanto que recordó que una iniciativa en tal sentido ya tiene media sanción del Senado.
En este sentido, remarcó que "lo importante es que la edad no es una política de seguridad sino una adecuación de los tiempos".
En el primer acto luego de su gira por Medio Oriente, Fernández de Kirchner no se pronunció a favor ni en contra de bajar la edad para juzgar a menores que delinquen, pero en forma indirecta dejó en claro que su gobierno no hará objeciones si los legisladores deciden cambiar el actual sistema.
Con esta postura, la presidenta se acercó más a la postura del gobernador bonaerense, Daniel Scioli, quien impulsa bajar a los 14 años y no a miembros del Ejecutivo Nacional que públicamente se habían opuesta a esa posibilidad como la ministra de Seguridad, Nilda Garré y el ministro del Interior, Florencio Randazzo.
"Yo creo que están las políticas directas de seguridad con la buena policía, que no transa con los delincuentes, que no tiene zonas liberadas, con jueces también que cuando esa buena policía aprehende a un delincuente no lo larga a los 15 minutos creando una sensación de impunidad e inseguridad en la sociedad".
Advirtió que están también las políticas indirectas como el ingreso a una universidad como ésta en el mismo lugar donde los estudiantes viven o como la Asignación Universal por Hijo", señaló.
En su discurso, dedicado casi en su totalidad al tema de la seguridad, la presidenta admitió que "hasta en nuestro propio partido hay discrepancias" sobre bajar la edad de imputabilidad pero exhortó a "no encerrarse en debates estériles y no encarar los problemas con facilismo sino con eficacia".
Con estas afirmaciones, la presidenta dio respuesta a la polémica reflotada a partir del asesinato de un hombre por un menor de 15 años que la justicia envió a una comunidad terapéutica por consumir drogas.
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