Informe Diario La Capital de Mar del Plata
Entre la cifra difundida por Acción Marplatense para anunciar su victoria y los números oficiales,tuvo más de 10 puntos de diferencia. Las consecuencias de una argucia para "primerear" a la que le faltó mesura.
Finalmente Acción Marplatense se convirtió en la fuerza política que mayor cantidad de votos obtuvo en las primarias en la categoría intendente, no obstante lo cual, logró ubicarse en esa posición con un porcentaje de votos bastante inferior al que se había dado a conocer ni bien se cerró el comicio.
Cuando el intendente Gustavo Pulti se presentó en la noche del domingo ante los militantes que celebraban en un hotel céntrico para dar su discurso, lo hizo a poco de que desde su centro de cómputos se difundiera que el partido había cosechado el 44% de los votos válidos emitidos.
Lo cierto fue que, con el correr de las horas esa cifra fue moderándose hasta ubicarse en un 33,1%, de acuerdo a los datos oficiales y provisionales disponibles hasta ayer el mediodía.
Una diferencia de casi 11 puntos que dejó en evidencia un error o bien un exceso en el ejercicio de una picardía habitual entre los partidos políticos, destinada a instalar rápidamente la idea de un triunfo propio y contundente ante la ciudadanía, aprovechando la ansiedad de los medios audiovisuales.
Días antes de que se realizaran las primarias, en Acción Marplatense pesaba el antecedente de lo sucedido en las elecciones legislativas 2009, cuando desde el centro de cómputos de la Unión Cívica Radical (UCR) se trabajó con celeridad para, esa misma noche, difundir cifras que les resultaran propicias.
Si bien el resultado electoral definitivo de ese momento terminó siendo favorable al oficialismo local, Acción Marplatense debió exponer su versión de lo sucedido teniendo que revertir el escenario adverso que habían montado los radicales.
La UCR, ducha en el ejercicio electoral, no había hecho entonces más que poner en marcha un mecanismo que ya es rutina entre quienes suelen ocuparse de la logística de cada elección: cargar datos privilegiando las planillas aportadas por los fiscales de las mesas ubicadas en los circuitos en los que históricamente obtuvieron resultados favorables, para arrancar el escrutinio con una cifra que los deje bien parados.
"Nos dormimos", se lamentó días atrás un dirigente de Acción Marplatense, explicando qué había sucedido en aquella ocasión. Según dijo la falla había radicado en no hacer lo mismo que sus contrincantes, priorizando el cómputo de las planillas provenientes de las mesas en las que ya se sabía de antemano que A.M obtendría un resultado favorable.
Probablemente, en la noche de las primarias el centro de cómputos del oficialismo local haya querido prevenirse de los efectos de una picardía ajena y resuelto arrancar la noche exhibiendo los datos más contundentes de los que disponía.
Lo cierto fue que con los números oficiales en la mano, la pequeña argucia se agigantó por su desproporción.
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