A 43 días del nacimiento, las cuatrillizas marplatenses superaron los 2 kilos de peso, se encuentran sanas y hoy fueron dadas de alta en el hospital provincial “Victorio Tetamanti”.
“La nenas están en perfecto estado, no tuvieron ninguna de las complicaciones habituales de la prematurez y hoy se van a su casa pero quedan en contacto permanente con el hospital, que les brindó todo el apoyo y la atención necesaria para llegar a este día”, contó el ministro de Salud de la Provincia, Alejandro Collia, que hoy saludó a la familia en el hospital Tetamanti antes del alta médica.
Después de 36 días en neonatología, las hermanitas llegaron a un peso considerable como para salir del hospital. Sin embargo, para que la familia se vaya preparando para semejante “revolución hogareña”, las autoridades del hospital acondicionaron “una habitación especial para que los padres y las pequeñas pasen allí una semana de transición, y comiencen a habituarse con el apoyo de todo el equipo médico y de enfermeras del hospital”, explicó Hugo Casarsa, director ejecutivo del Tetamanti.
En ese ámbito, Celeste, la mamá de las niñas y de otros dos hijos de 7 y 5 años, comenzó a amamantarlas. No obstante, es tanta la demanda que debe complementar la leche materna con una de fórmula a fin de que no se queden con hambre”, detalló Eduardo Antúnez, jefe de neonatología del hospital.
Las niñas nacieron por cesárea el pasado 4 de julio cuando la madre cursaba la 33º semana de embarazo. En ese momento Luz pesaba 1.560 gramos; Yemina alcanzaba los 1.740 gramos, mientras que Abril contaba con 1.660 gramos y Guillermina con 1.725.
“Ahora la primera pesa 2.055 gramos, la segunda 2.305, la tercera 2175 y la cuarta 2.250”, detalló el médico.
A las diez semanas de embarazo, Celeste, de 30 años, y Adolfo Landaburo, de 29, se enteraron mediante una ecografía, que en lugar de un bebé tendrían cuatro. Los especialistas les explicaron que su caso es excepcional, ya que se registra uno de cada 600 mil embarazos.
Celeste contó que por su trabajo- ella era mucama en un hotel marplatense-, no había podido disfrutar de los dos primeros embarazos como hubiera querido. “Pero como el año pasado dejé de trabajar, le propuse a mi marido que tengamos otro bebé porque ahora sí iba a tener más tiempo”.
Ahora sabe que aunque no deba cumplir horarios laborales tendrá trabajo las 24 horas. “Todavía no sé como voy a hacer”, confiesa nerviosa y se consuela con que “por suerte tengo la ayuda de mi mamá y de mi hermana, pero no creo que sea suficiente”.
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