domingo, 29 de enero de 2012

MEGAMINERIA: PARA MIGUEL BONASSO "LO QUE ES MUY GRAVE ACA ES EL VINCULO PERVERSO ENTRE LA PRESIDENTA Y ROCKEFELLER"

"Pascua Lama es un país virtual en el que gobierna la minera", asegura el autor de "El Mal. El modelo K y la Barrick Gold. Amos y Servidores en el saqueo de la Argentina" en el que desnuda la complicidad del Estado nacional con los poderosos responsables de la megaminería a cielo abierto.
Mientras en distintas ciudades del país, distintas organizaciones realizaban manifestaciones en adhesión a los pobladores de Famatina, (La Rioja) que se oponen a la operación de una minera en sus cerros, el ex diputado Miguel Bonasso presentaba en Mar del Plata su último libro, "El Mal. El modelo K y la Barrick Gold. Amos y Servidores en el saqueo de la Argentina". En ese libro, desentraña el vínculo perverso entre el poder económico y el poder político de Estados Unidos y de Argentina" que propiciaron la instalación en medio de la Cordillera, de un megaproyecto minero, el primero binacional, que utiliza diariamente 27 millones de litros de agua y 4 toneladas de cianuro.
Bonasso, quien supo estar en las filas del kirchnerismo y el veto de 2008 a la Ley de Glaciares enfrentó con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, habló extensamente con este medio sobre esa ardua investigación que, como él mismo define, "parece una película de espionaje, pero desgraciadamente es realidad" y relaciona a protagonistas de grandes escándalos nacionales e internacionales.

- Usted denuncia en el libro el caso de Pascua Lama, pero el problema va mucho más allá.

- Estamos en presencia de la posibilidad de una catástrofe generalizada. Se hicieron anuncios de que vienen grandes inversiones mineras, que la minería va a equivaler a la soja en cuanto a la riqueza que va a generar, estamos ante un peligro muy grande. Hay como 44 emprendimientos mineros muy maduros, pero hay muchos más. Sólo en San Juan hay 140 proyectos mineros aprobados, además del gigantesco de Pascua Lama.

- ¿No sirvió el ejemplo de Esquel? Parecía que esa lucha iba a marcar un antes y un después.

- Fue así, pero ahora se da un peligro de reversión con la eliminación por parte del difunto gobernador de Río Negro Carlos Soria, su legislatura y el actual gobernador, de la ley que protegía, justamente, de la megaminería a cielo abierto y de la utilización de sustancias tóxicas como el cianuro. Es un indicio muy grave. Y en Mendoza hay un temor muy serio por la ley 7722 que también prohíbe la megaminería a cielo abierto. Las bodegas están en pánico porque, la megaminería no sólo es una industria sedienta sino que compite -por el recurso agua- y contamina. Ya hay restricciones para la venta de aceitunas sanjuaninas al exterior porque mucha gente piensa -a lo mejor injustamente- que están contaminadas con cianuro. Es un problema muy serio y lo que desnuda es una trama de corrupción increíble, tremenda.

- Usted en el libro lo lleva más allá de una simple corrupción de los gobiernos argentinos.

- Lo que es muy grave acá es el vínculo perverso entre la presidenta y Rockefeller. Rockefeller y Bush son dos de los amos mundiales, perdón por simplificar pero es así. Rockefeller es el hombre que organiza las inversiones de los amos en América Latina y en este momento han decidido que van por el oro. Así se crea, por presión de Bush, que es otro de los hombres que está detrás de la Barrick, ese territorio que es un país virtual que tiene 3.000 kilómetros de largo por más de 100 de ancho en la zona fronteriza estratégica de Chile y Argentina, que debió de haberse prohibido desde muchos ángulos, incluida la ley de defensa. Han permitido una usurpación de la soberanía, la creación de un país de las mineras. Contra eso están peleando en Famatina ahora, como pelearon heroicamente contra la Barrick en 2006.

- ¿Cree que ahora va a tener éxito la lucha de Famatina?

- Espero que ocurra lo mismo ahora, aunque soy un poco escéptico porque -el gobernador de La Rioja- Beder Herrera está muy comprometido. Fue con Cristina en 2010 a la reunión de Toronto con Peter Munk, el presidente de Barrick.

- ¿Y cómo va a ser con la Ley Antiterrorista?

- Es una vergüenza, puede ser utilizada en cualquier momento con los que luchan contra la minería a cielo abierto, porque una parte la ley dice que aplica a cualquiera que quiera torcer una decisión de gobierno. Si la decisión del gobierno es que haya inversiones en minería y sale la gente legítimamente a reclamar que no puede plantar más nada, que no puede regar, es un terrorista.

Y mientras el gobierno tiene una bandera progresista, las mineras se llevan el oro, el cobre, la plata, platino, manganeso y 15 minerales estratégicos más, incluso muchos que no están declarados, que registran por declaración jurada y que puede salir de contrabando, porque, por ejemplo en -la mina de- Veladero hay un aeropuerto del que salen directamente los aviones. Ahí hay un ejemplo del tercer país virtual en el que gobiernan las mineras.

- ¿Y la situación del gobernador de San Juan, José Luis Gioja?

- En San Juan la ley de Glaciares está secuestrada, no se aplica. Hay un juez complaciente que le hace la venia a Gioja, que a su vez le hace la venia a la Barrick haciéndole caso a un amparo que presenta, que es una autoincriminación porque dice que tiene derechos adquiridos, cuando la Ley de Glaciares no dice que se prohíbe la minería, sino que protege los glaciares. ¿Por qué se siente culpable? ¿Si quiere perjudicar los glaciares? Estamos en esta situación y con un gobierno super complaciente y ellos no van a renunciar al oro, ni al agua.

- En el libro relaciona los hechos que promovieron la megaminería, sin control, con otros hechos de corrupción del país.

- Gioja claramente era uno de los sospechosos de haber aceptado sobornos para votar la ley de flexibilización laboral del ex presidente De la Rúa. El libro está vinculado a distintos hechos que se van a reactualizar muy pronto. Viene el juicio oral por los sobornos en el Senado, pronto, también viene el juicio oral por la quiebra fraudulenta del Banco General de Negocios de los hermanos Rohm, y como se ve en el libro el banquero José "Puchi" Rohm es uno de los hombres del consejo consultor de la Barrick.

- ¿No ha tenido amenazas, presiones, por este libro? ¿Cuáles han sido las repercusiones?

- Me advirtieron que tenga cuidado, que pueden comprar a quien sea, políticos, presidentes, primeros ministros, su bolsa es inmensa, pero la repercusión ha sido 0. Me mandó un mail muy cariñoso Eduardo Galeano diciendo que hay que difundir esto. Pero no me han dicho nada, no me han contestado nada, ni la Barrick, ni Cristina. Guardan un silencio de radio. Demuestra que son astutos. Ellos no quieren de ninguna manera generalizar la polémica. Pero nadie me ha dicho que miento en alguna página o que escribí algo inexacto. Si me dicen que es duro, escalofriante.

- Y comienza con una relación con el tráfico de armas a Irán, la participación de la Cía...

- Eso fue parte de lo más arduo de la investigación, meternos en el pasado. Son cosas que no se encuentran en Google. Cuando Barrick nace, primero como American Barrick, el mayor traficante de armas de la tierra, el saudita Adnan Khashoggi pone 10 millones de dólares de acciones American Barrick para comenzar a financiar la compra y venta de armas que se conoció como "Contragate", que puso en peligro la estabilidad del gobierno de Reagan y el vice Bush. Rastrear todo eso fue difícil, pero lo hicimos con transcripciones de audiencias del Senado, del informe de Kerry, candidato presidencial, con las biografías autorizadas de Peter Munk, con lo que dicen ellos. De la misma manera que cuando decimos que el agua se la regalan a la minera en San Juan es a través de los informes de impacto ambiental que hizo la propia Barrick. No estoy inventando nada. Les cobran 97 pesos por día, por 93 millones de litros de agua. Y cuando digo que por cinco años de explotación pagan un canon de 170 mil pesos, es algo muy corrupto, es obvio que de la diferencia entre lo que deberían pagar y no pagan, alguien recibe parte.

- Igualmente las ganancias son exponenciales.

- Es tremendo. Según una revista especializada, leal al sector minero, el costo de producción de la onza de oro en Argentina está entre 20 y 50 dólares. Y la onza en el mercado mundial está a 1.800 dólares. La renta es extraordinaria y no está gravada. Y los acuerdos, que no se pueden modificar en 30 años establecen que las regalías que deben pagar al Estado tienen un techo del 3% y tienen exenciones de todo tipo.

- ¿Es un robo?

- Total. Es un robo en términos reales y contractuales. En Veladero, por ejemplo, la Barrick ha explorado filos nuevos como el de Argenta o Fabiana que no declaró como filos a explotar. Eso es robo directo de oro, con la complicidad directa de Gioja, que debería estar preso.

- También la destrucción de los cerros es grave.

- El costo en el paisaje es dramático. En una explotación grande, como Pascua Lama se vuelan diariamente 300 mil toneladas de roca de la montaña. De esas 300 mil, hay un gran desecho, se toman unas 50 mil promedio, que tienen mineral metalífero digno de explotarse en términos de la compañía. Esas 50 mil toneladas se cargan en grandes camiones, se llevan a unos grandes molinos, llamados chancadoras, que muelen hasta dejar pedacitos de 3 milímetros máximo, eso se riega con 27 millones de agua, que a su vez tienen 4 toneladas de cianuro para el proceso. En un mes, en una sola mina son 120 toneladas de cianuro, que se usan y quedan en el lodo. En el caso de Pascua Lama es terrible porque Argentina pone el 90% del agua.

- Aunque la mayor parte de la mina está más sobre el lado chileno.

- El material fundamentalmente está del lado chileno, un 75%, lo cual les permite tributar más a los chilenos, que les conviene porque la presión tributaria es menor en Chile.

- Por eso todo el proceso se origina en un convenio de la empresa con los presidentes de entonces, Menem y Frei.

- Sí, e inducido por Bush. Pero luego los gobiernos progresistas de Kirchner y Bachelet, mantienen y profundizan eso. Y es que el máximo poder mundial está decidido a llevarse el oro y el agua. Si no nos unimos los argentinos, se lo van a llevar, en cantidades que ni soñamos. Toda la cordillera. Yo le pongo "El mal" al libro porque la situación es como el cáncer cuando hay metástasis, es algo maligno y acá hay una cosa maligna que es la cordillera para la megaminería, el campo argentino para las semillas transgénicas de soja, de maíz para los biocombustibles, la exploración off shore de petróleo en la Patagonia, incluso por compañías británicas asociadas a la Barrick, que además están explotando petróleo en las Malvinas, aunque hay una ley que votamos por unanimidad que impide que una compañía que hace una explotación económica en las Malvinas pueda operar en la Argentina también.

- Se contradice con la campaña actual de recuperación de Malvinas.

- La retórica antiimperialista no importa. Eso también es el mal, por un lado se grita una cosa y por otro lado se entrega todo al imperio.

- ¿Es lo peor que le ve al gobierno kirchnerista?

- Es que eso es muy grave. Alguna gente por la calle me increpa, me dice qué le hiciste a Cristina! Pero indica también que hay una campaña de marcar a cualquier disidente para que no fisure el relato oficial, que nadie abra el telón y muestre lo que hay en el foro, esto es lo más pernicioso porque mienten. Con Menem uno sabía a qué se atenía, pero ellos hacen una cruzada por los derechos humanos, mientras nos roban la Cordillera de los Andes. Es gravísimo porque esa política que en su momento fue buena ha logrado pervertirse. El tema de la justicia histórica y terminar con la impunidad se ha convertido en una bandera para justificar un saqueo. Es ahí donde yo no estoy de acuerdo, no tolero y pienso que hay un gran equívoco. Son antiimperialistas y amigos de Hugo Chávez, mientras le entregan el agua al imperio.

- ¿Es lo mismo que pasa con la ley de tierras?

- La ley de tierras es otra mentira. En primer lugar dicen que se está restringiendo el acceso a los extranjeros, pero en realidad se está ampliando, se está pasando del 10% de tenencia efectiva al 15%, y eso después de un debate parlamentario, porque al comienzo era el 20%. Pero lo más grave es que la ley no tiene poder retroactivo y el que tiene, tiene. Y la Barrick tiene 260 mil hectáreas en la Cordillera de los Andes. Es una cifra terrorífica.

Esta ley es inocua para estos casos, es una mentira retórica. La gilada dice, Cristina es progresista antiimperialista, dura, enérgica, le puso coto a Benetton, a Turner... pero no es así, no les puso coto, les dio un 5% más, y los que ya tienen van a estar con una legitimidad absoluta porque con esta ley el tema no se toca más.

Es una mentira gigantesca. La gente se va a ir dando cuenta sola porque se están yendo al diablo los subsidios, rebajan los sueldos estatales, pronto se va a entender que ni tenemos las divisas que dicen, ni muchas de las cosas que se han dicho hasta ahora.

- ¿No le contestan del gobierno?

- No. Aunque tienen la obligación. Eso demuestra la debilidad de nuestras instituciones, no tenemos la capacidad de decirle al Ejecutivo que contesten las actuaciones, que debatan, refuten, rechacen. Es una estrategia astuta, pero es indebido en el sistema republicano.

- ¿Eso lo frustra o le da fuerzas para seguir insistiendo?

- Yo soy muy terco. Creo en las leyes y en las instituciones y no tenemos que desmoralizarnos ni bajar los brazos.

Del "tío" Cámpora a "La Cámpora"

"Yo creo que hay una diferencia enorme entre Cámpora y La Cámpora" aseguró el periodista y escritor Miguel Bonasso, quien fue secretario de prensa y asesor del presidente Héctor Cámpora.

Bonasso, autor del libro "El presidente que no fue" recordó a Cámpora como "un hombre que, por principios, se oponía al vínculo entre negocios y política, se llevaba mal con los empresarios peronistas, no le gustaban los empresarios metidos a políticos ni los políticos metidos a empresarios". Además definió que "la juventud a la que él se alió no tenía sueldos del Estado. Eramos una juventud que luchaba desde el llano, desde abajo, sin ningún acceso al poder, contra una dictadura militar, un autoritarismo que imperaba desde muchos años antes, que nos reprimía, nos perseguía".
Aseguró que respeta que haya "muchachos que, de buena fe, comiencen su militancia en La Cámpora" y que no le parece mal que haya una agrupación con su nombre. De todas formas, "no puedo menos que señalar la diferencia abismal entre esta Cámpora y la JP de entonces".

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