El máximo tribunal de la Nación rechazó por “inadmisible” un recurso de queja presentado por la defensa de los efectivos de la Bonaerense que fueron sentenciados a reclusión perpetua.
La Corte Suprema de Justicia dejó firme hoy la aplicación de la reclusión perpetua a tres ex policías condenados por el crimen de Natalia Melmann, la adolescente que en 2001 fue violada, torturada y estrangulada, en la localidad bonaerense de Miramar.
El máximo tribunal, con las firmas de los ministros Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Carlos Fayt, Enrique Petracchi y Carmen Argibay, rechazó por “inadmisible” un recurso de queja presentado por la abogada Patricia Perelló, defensora de Ricardo Suárez, Carlos Echenique y Ricardo Anselmini.
A partir de este fallo quedó firme la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires, que en marzo de 2010 restableció la reclusión perpetua para esos tres suboficiales, pena que había sido reducida en 2006 por el Tribunal de Casación Penal bonaerense.
“Estoy muy conforme”, dijo a la agencia Télam Gustavo Melmann, padre de Natalia, respecto de la decisión de la Corte Suprema de la Nación.
Melmann agregó que hoy mismo iba a levantar la huelga de hambre que realizaba desde hace seis días frente a los tribunales porteños de Talcahuano 550 y que mañana iba a sacar la carpa que habían instalado frente al edificio judicial.
Por su parte, Perelló sostuvo que la decisión de la Corte le parece “una vergüenza” por haber cedido ante “la presión” del padre de la víctima, y adelantó que va a recurrir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
La defensora había presentado la queja ante la Corte Suprema exigiendo la nulidad de todas las actuaciones judiciales por considerar que hubo “irregularidades” en la causa que violaron el principio de “debido proceso”.
En 2002, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de Mar del Plata condenó a Echenique, Suárez y Anselmini a reclusión perpetua por “privación ilegal de la libertad agravada, abuso sexual agravado y homicidio triplemente calificado por ensañamiento, alevosía, en concurso con dos o más personas para procurar su impunidad”.
Pero cuatro años después, el Tribunal de Casación redujo la pena a prisión perpetua, lo que les permitió a los condenados obtener beneficios como salidas laborales o transitorias.
En enero, la Cámara de Apelaciones de Mar del Plata le otorgó a Anselmini una salida al mes, los días sábados, de la Unidad Penal 44 donde cumple la pena.
A partir de esa resolución, Perelló solicitó que otorgasen el mismo beneficio para Suárez y Echenique, pero el TOC 2 de opuso y la cuestión debe ser resuelta por la Cámara.
Para la defensora, que ahora haya quedado firme la reclusión perpetua no modifica que sus defendidos accedan a distintos beneficios.
“Por el sistema del dos por uno, los tres cumplieron casi dieciocho años presos y a los veinte les correspondería la libertad condicional”, agregó Perelló.
Natalia Melmann (16) desapareció la madrugada del 4 de febrero de 2001 tras ir a bailar a un boliche en Miramar, y cuatro días más tarde, su cadáver fue hallado en un vivero con signos de haber sido violada, torturada y estrangulada.
Por el caso, además de los ex policías, Gustavo “El Gallo” Fernández fue condenado a 25 años de prisión acusado de haber “entregado” a la adolescente.
La Corte Suprema de Justicia dejó firme hoy la aplicación de la reclusión perpetua a tres ex policías condenados por el crimen de Natalia Melmann, la adolescente que en 2001 fue violada, torturada y estrangulada, en la localidad bonaerense de Miramar.
El máximo tribunal, con las firmas de los ministros Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Carlos Fayt, Enrique Petracchi y Carmen Argibay, rechazó por “inadmisible” un recurso de queja presentado por la abogada Patricia Perelló, defensora de Ricardo Suárez, Carlos Echenique y Ricardo Anselmini.
A partir de este fallo quedó firme la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires, que en marzo de 2010 restableció la reclusión perpetua para esos tres suboficiales, pena que había sido reducida en 2006 por el Tribunal de Casación Penal bonaerense.
“Estoy muy conforme”, dijo a la agencia Télam Gustavo Melmann, padre de Natalia, respecto de la decisión de la Corte Suprema de la Nación.
Melmann agregó que hoy mismo iba a levantar la huelga de hambre que realizaba desde hace seis días frente a los tribunales porteños de Talcahuano 550 y que mañana iba a sacar la carpa que habían instalado frente al edificio judicial.
Por su parte, Perelló sostuvo que la decisión de la Corte le parece “una vergüenza” por haber cedido ante “la presión” del padre de la víctima, y adelantó que va a recurrir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
La defensora había presentado la queja ante la Corte Suprema exigiendo la nulidad de todas las actuaciones judiciales por considerar que hubo “irregularidades” en la causa que violaron el principio de “debido proceso”.
En 2002, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de Mar del Plata condenó a Echenique, Suárez y Anselmini a reclusión perpetua por “privación ilegal de la libertad agravada, abuso sexual agravado y homicidio triplemente calificado por ensañamiento, alevosía, en concurso con dos o más personas para procurar su impunidad”.
Pero cuatro años después, el Tribunal de Casación redujo la pena a prisión perpetua, lo que les permitió a los condenados obtener beneficios como salidas laborales o transitorias.
En enero, la Cámara de Apelaciones de Mar del Plata le otorgó a Anselmini una salida al mes, los días sábados, de la Unidad Penal 44 donde cumple la pena.
A partir de esa resolución, Perelló solicitó que otorgasen el mismo beneficio para Suárez y Echenique, pero el TOC 2 de opuso y la cuestión debe ser resuelta por la Cámara.
Para la defensora, que ahora haya quedado firme la reclusión perpetua no modifica que sus defendidos accedan a distintos beneficios.
“Por el sistema del dos por uno, los tres cumplieron casi dieciocho años presos y a los veinte les correspondería la libertad condicional”, agregó Perelló.
Natalia Melmann (16) desapareció la madrugada del 4 de febrero de 2001 tras ir a bailar a un boliche en Miramar, y cuatro días más tarde, su cadáver fue hallado en un vivero con signos de haber sido violada, torturada y estrangulada.
Por el caso, además de los ex policías, Gustavo “El Gallo” Fernández fue condenado a 25 años de prisión acusado de haber “entregado” a la adolescente.
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