miércoles, 18 de julio de 2012

CON LA PRESENCIA DE RELIGIOSOS DE TODOS LOS CREDOS SE RECORDO EN MAR DEL PLATA A LAS VICTIMAS DE LA AMIA



El recuerdo de un acontecimiento trágico y luctuoso generó momentos de emoción contenida, de semblantes circunspectos, miradas congeladas en un punto fijo mientras la mente viajaba hacia el pasado, más precisamente hacia el 18 de julio de 1994, cuando ocurrió un hecho inesperado que conmocionó a los argentinos. Justamente, al cumplirse otro aniversario del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la Municipalidad llevó a cabo el acto central “en repudio de toda forma de violencia o persecución política, étnica, racial, religiosa o de cualquier tipo; fijando como eje del mismo la memoria, justicia y convivencia”.
Presidido por el Presidente del Honorable Concejo Deliberante, Ariel Ciano, el acto se desarrolló en el recinto de sesiones, donde también estuvieron presentes el secretario de Gobierno, Marcelo Artime (en representación del intendente Gustavo Pulti); y Benjamín Schujman, titular de la Sociedad Unión Israelita Marplatense (SUIM), acompañado por el Jazán Seminarista Daniel Somerstein y por Sebastián Vekselman, de la juventud del SUIM.
Asimismo, en representación de otros credos religiosos asistieron el presbítero Walter Pereyra, secretario general y canciller de la Diócesis de Mar del Plata; el pastor Omar Olier, del Centro Cristiano; y el pastor Isaías Sorensen, del Movimiento Cristiano Misionero;
También asistieron la directora coordinadora de Cooperación Internacional, Ariana Bazán; el subsecretario de Control, Adrián Alveolite; la directora general de la Mujer , Alejandra Patuto; la directora de Promoción y Protección de los Derechos Humanos, Agustina Palacios; y los concejales Carlos Aiello, Leandro Laserna, Marcela Amenábar y Héctor Rosso (AM) y Hernán Alcolea (AA), además de representantes del Centro de Ex Soldados Combatientes y la diputada provincial Alejandra Martínez.
En rigor se trató de un encuentro multirreligioso con la participación de los cultos que componen el Consejo Ecuménico local. En primer término fue leído un documento del SUIM, que destaca: “Alimentamos la memoria. Evitamos el olvido. Enaltecemos el recuerdo histórico para que el futuro no tape el pasado en el que nos pusieron una bomba a todos los argentinos; ese nefasto día 18…18, número que en hebreo significa JAI, VIDA y sin embargo 85 víctimas tuvieron que dejar de proyectar sus propias vidas, truncadas por el ataque a la AMIA.
Para que esos muertos, nuestros muertos, no mueran más de una vez, evocamos y recordamos para que siempre sigan vivos en pos de justicia, único remedio que, tal vez, cure esa herida sin cicatrizar y no se escuche más el clamor. Estamos reunidos, con la diversidad y la pluralidad. Solicitamos un minuto de silencio de reflexión interior”.
En el inicio del acto se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino y del Himno del Estado de Israel “Hatikva”, que significa “Esperanza” en hebreo. Luego, fueron proyectados el video institucional “Historias de Abuelas. La identidad no se impone” (realizado por personal del Teatro Auditórium-Centro Provincial de las Artes” y otro con imágenes que reflejaron el atentado, la incredulidad, el dolor por las víctimas y el pedido de justicia de la comunidad judía y la sociedad argentina.
A continuación, al momento de hacer uso de las palabras, Ciano dio la bienvenida a los presentes, destacando: “Este es el recinto de todos los marplatenses, donde están los desaparecidos y los caídos en Malvinas. Este es un acto por la reflexión para rescatar la memoria, buscar la verdad, reclamar justicia y sostener la convivencia. Es un trabajo de todos y cotidiano. Aquellos pueblos que olvidan están condenados a repetir los errores del pasado, en este caso, las tragedias del pasado”.
Ciano añadió: “Y porque tenemos memoria, porque recordamos, queremos que llegue la justicia. En esto, los familiares de las víctimas son ejemplo, como lo fueron oportunamente las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo, que no buscaron el camino de la venganza, que nunca dejaron de luchar por la justicia, respetando las instituciones. Y que muchos años después, esa justicia está llegando. Seguro que 18 años son muchos y cuando estemos aquí el año próximo seguiremos recordando y reclamando. Es un ejercicio necesario e imprescindible que nos va a llevar a mantener la convivencia”.
Finalmente, destacó: “Sepan que estamos juntos en este deseo que la justicia llegue. Y nuestro país debe ser ejemplo de convivencia. Mar del Plata y Argentina históricamente lo han sido; somos todos hijos de inmigrantes y salvo horrorosas excepciones, vivimos en paz, juntos y con igualdad en este bendito suelo argentino”.
A continuación, Vekselman (en nombre de la Juventud del SUIM) evocó algunos de los números trágicos del atentado, “de un solo caso que hace 18 años no tiene aún responsables”. Y añadió: “Hoy, 18 años después, esto no se puede olvidar. Queremos que esas 85 personas no hayan muerto en vano. Por eso, la comunidad judía está presente para decir `Nosotros no olvidamos`. La única manera de no olvidar es recordar, por eso lo hacemos mediante la educación no formal. Sepamos que esto no puede volver a suceder”.
Después fue el turno del pastor Isaías Sorensen, que antes de realizar una oración, señaló: “Es fácil disculparse en nombre de otros, pero en este caso estoy completamente convencido que hay cosas que nunca voy a comprender y otras, aceptar. Hay formas de vida que no las entiendo, valores que no comparto, cosas que son diferentes a como pienso que deberían ser. Detrás de cada ser humano, de cada necesidad, hay una búsqueda de la verdad. Hoy vine a pedir perdón por las veces que demonicé a los que buscaban la verdad de manera diferente a como la buscaba yo, por la intolerancia -que muchas veces encubrimos en discursos de paz, que es la ceguera que nos impide ver la belleza del mundo exterior-”.
Seguidamente, fue el turno del pastor Olier, que también hizo una invocación religiosa.”Qué lindo que es poder tener un momento para recordar. El atentado fue para Argentina, para todos nosotros, no fue para un sector de la sociedad. Así lo sentimos y somos convocados todos los años para tener un momento de oración ecuménica y pedir que Dios nos ayude a traer claridad, luz y justicia en los días venideros”.
Luego, el presbítero Pereyra manifestó: “Somos peregrinos de la verdad, de la paz. Por eso reflexionamos, dialogamos y oramos por la paz y justicia en el mundo. Recordamos y oramos por las víctimas mientras acompañamos a sus familiares y amigos con respetuoso afecto. La Iglesia no solo asumió una postura en contra de toda forma de antisemitismo, sino que el Papa expresa su confianza en que el aprecio de herencia espiritual compartida por judíos y cristianos llevará a la comprensión y estima mutua cada vez mayor”.
Después fue el turno del Jazán Seminarista Somerstein, que brindó unas palabras y una oración en hebreo: “Recuerdo que aquel día yo vivía en Buenos Aires. Cuando prendí la televisión ví aquel desastre y me acerqué. Muchos se preguntaban ¿dónde estaba Dios?. Y estaba en quienes removían los escombros buscando heridos, en los que rezaban frente a la AMIA , en las ambulancias, en médicos y paramédicos que querían ayudar de buena voluntad, en los perros buscando sobrevivientes, en los cientos de jóvenes judíos y no judíos que levantaban libros para recuperar aquella maravillosa biblioteca. Hoy se cumplen 18 años. Dieciocho significa JAI, es decir VIDA. El judaísmo es una religión y tradición de vida, que siempre mira para adelante. La memoria es una práctica en nuestra tradición y hoy le agregamos el pedido de justicia para que las almas de las víctimas descansen en paz”.
A continuación, Schujman hizo un breve análisis del derrotero judicial que tuvo el caso del atentado a la AMIA. Y señaló: “Me siento muy orgulloso de las palabras de la juventud judía”. Añadió: “Soy un hombre deseoso de vivir en una sociedad mejor. Me duelen 18 años de impunidad y justicia, con responsables que viven libremente y muchos cómplices que quedaron involucrados con su silencio. Este dolor e indignación nos fortalece para continuar por el camino que transite por la memoria y el pedido de justicia permanente. En este tremendo atentado hubo perpetradores, víctimas y espectadores, que hoy son fundamentales porque no son pasivos. O estamos alzando nuestra voz, con responsabilidad moral por el prójimo o estamos con los perpetradores. En Argentina, entre nosotros vivieron Mengele, Eichmann, Bormann y Priebke y hoy nos avergonzamos. Lo mismo ocurre ahora con los integrantes de la conexión local”.
Finalmente, Artime manifestó: “Estos ejercicios de memoria, que permanentemente se hacen en este recinto, son absolutamente justos, útiles y ponen las cosas en su lugar. Es una herramienta potente para tener en claro lo que no queremos en el futuro para nuestro país. Hay muchas personas pidiendo justicia por diversos acontecimientos. La justicia tardía no es justicia, no es lo mismo, porque genera impunidad, sensación de resentimiento y hace que seguramente muchos de los que reclamaban hoy no estén con nosotros. Y quienes nacieron en ese año, hoy están cumpliendo mayoría de edad, asumiendo derechos y obligaciones civiles. Hago votos para que el próximo 18 de julio haya sectores que sientan que se hizo justicia”.
El acontecimiento
Vale recordar que en el término de dos años se perpetraron dos devastadores atentados terroristas en contra de instituciones judías en Argentina. En marzo de 1992, 29 personas murieron y 252 fueron heridas en un atentado que destruyó la Embajada del Estado de Israel en Buenos Aires y el 18 de julio de 1994, una bomba explotó en la Sede de la AMIA provocando 86 muertos y más de 300 heridos, entre ellos, miembros de la comunidad judía argentina y no judíos, niños, ancianos de un asilo cercano, vecinos y peatones.
Entre los considerandos de la ordenanza Nº 16.231/04 se destaca: “Los atentados sufridos en instituciones judías han sido enormemente destructivos para la comunidad hebrea, pero también para la sociedad argentina y su sistema democrático, sociedad que ha nacido y crecido albergando inmigrantes de todo el orbe, construyendo trabajosamente una tradición de tolerancia y de respeto a la diversidad, circunstancia que se halla contemplada expresamente en el texto de la Constitución Nacional ”.
Es por ello que el Departamento Ejecutivo de la Municipalidad convoca a una jornada de reflexión, para fomentar la tolerancia y la comprensión que permitan consolidar una comunidad donde predomine la paz y el respeto al prójimo.

No hay comentarios: