Durante un acto en San Pedro, Cristina Kirchner se refirió al paro realizado por las centrales obreras opositoras. "No se puede estar sometido a amenazas", advirtió. Dijo que la medida de fuerza "no se sintió en el resto del país, solo en la Capital Federal". La mandataria afirmó que lo de hoy "no fueron piquetes, sino aprietes y amenazas"
La mandataria se refirió en durísimos términos a la medida de fuerza adoptada hoy por la CGT Azopardo y la CTA que conduce Pablo Micheli, y minimizó la envergadura que los líderes habían asegurado que tuvo el paro apenas unas horas antes en conferencia de prensa. Resaltó "el salto que debemos haber tenido", ya que aseguró que en otros tiempos había "huelgas en serio, donde no se podía mover una mosca". A su juicio, la protesta de hoy "fue un fenómeno circunscripto a la Capital Federal". La Presidente se mostró a favor del derecho a huelga –"es sagrado", dijo–, pero llamó a respetar "que cada trabajador elija qué es lo que quiere hacer"."La voluntad de los trabajadores no puede ser dominada por nadie", lanzó, y dijo que le gustaría que los "dirigentes estuvieran más preocupados por cuidar las fuentes de trabajo", porque "la gente quiere laburar".Cristina Kirchner afirmó que está de acuerdo con el derecho a huelga, "pero no con el corte, con el bloqueo, con la amenaza, con la presión, con impedir que otros vayan a trabajar". “No hablemos de piquetes sino de aprietes y amenazas”, añadió. "Me voy a bancar lo que me tenga que bancar. (...) A mí no me corre nadie, mucho menos con amenazas y patoteadas", aseguró.Aunque evitó precisar nombres y apellidos, la jefa de Estado apuntó contra dos de los dirigentes que estuvieron detrás de la huelga de hoy: Pablo Micheli (CTA) y Luis Barrionuevo (CGT Azul y Blanca).La crítica contra el primero de ellos fue cuando cuestionó un viaje suyo a los Estados Unidos que se conoció recientemente. "Me acuerdo de Kosteki y Santillán; no me los imagino viajando con sus familias a Miami". En cuanto a Barrionuevo, pareció responsabilizarlo por los acosos y presiones que trabajadores del café Tortoni dijeron haber sufrido por intentar trabajar esta mañana. "No me extrañó. Me sorprendió, pero recordé que son los mismos que quemaron las urnas en Catamarca", indicó aludiendo al episodio de 2003 en el que el espacio que encabeza el líder gastronómico quedó vinculado a un intento de desconocer la votación a gobernador.
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