El 18A tuvo una gran convocatoria en la ciudad. La movilización comenzó en la costa y terminó en el monumento de San Martín. La mayoría de las consignas fueron contra la corrupción, la inseguridad y las restricciones para acceder al dólar.
Las cacerolas se hicieron sentir con fuerza anoche en la ciudad, donde una multitud protestó en las calles contra el gobierno de Cristina Fernández.
Con consignas contra la inseguridad, la corrupción, la inflación, las restricciones para acceder al dólar y los proyectos del Ejecutivo para reformar la justicia, miles de manifestantes se concentraron en Las Heras y la costa y desde allí caminaron pacíficamente hacia el monumento del general San Martín, en Luro y Mitre, para participar del 18A.
"Quiero que se termine la corrupción y la impunidad. Quiero que haya futuro. Han dividido al pueblo, han destruido la escuela pública. ¿Qué hicieron con la plata?", se preguntó indignada Beatriz Londoni, una docente que golpeaba sin cesar dos tapas de cacerolas. "No quiero que terminen con la república, quiero un país con independencia de poderes", agregó.
La gente se empezó a juntar poco después de las siete de la tarde y unos minutos después cantaron por primera vez el himno, al que siguieron otros cantos más duros: "Se va a acabar, se va a acabar, la dictadura de los K", exclamaban.
"Soy empleado y salgo a las cinco de la mañana a trabajar de mi casa en Solís y 222. Estoy cansado de la inseguridad", se quejó Rolando Sosa, que aplaudía y sacaba fotos de la marcha. "Tampoco hay salud ni educación, y mientras los salarios bajan la casta política se enriquece", lamentó.
La manifestación fue pacífica, al punto que casi no se vieron policías que la custodiaran. Cuando transitó por la calle Rivadavia, muchos comerciantes salieron a aplaudir y acompañar el reclamo. Otros miraban desde lo alto de los edificios el paso de la marea humana.
Norberto Pellini participó de la protesta junto a su esposa, Mirta Diveltz. "Vine por la inseguridad, la inflación, lo que está pasando con la justicia y la falta de trabajo", dijo. "No podemos levantar la cabeza. Tenemos hijos en España y por el cepo al dólar no podemos viajar más", comentó su señora.
A Jorge Sala le pasa lo mismo. "No puedo comprar ni 100 euros para ir a visitar parientes, pero ellos se llevan millones de dólares afuera", cuestionó, en directa alusión a la denuncia por lavado de dinero realizada el domingo en el programa de Jorge Lanata.
La ama de casa Ana María Borso criticó la "soberbia de Cristina" y pidió que la gente "aprenda a votar". "Tenemos una gran oportunidad en octubre", recordó. Pero aclaró que, si le dieran a elegir, preferiría "que se vayan".
Fuente: Diario La Capital de Mar del Plata
Con consignas contra la inseguridad, la corrupción, la inflación, las restricciones para acceder al dólar y los proyectos del Ejecutivo para reformar la justicia, miles de manifestantes se concentraron en Las Heras y la costa y desde allí caminaron pacíficamente hacia el monumento del general San Martín, en Luro y Mitre, para participar del 18A.
"Quiero que se termine la corrupción y la impunidad. Quiero que haya futuro. Han dividido al pueblo, han destruido la escuela pública. ¿Qué hicieron con la plata?", se preguntó indignada Beatriz Londoni, una docente que golpeaba sin cesar dos tapas de cacerolas. "No quiero que terminen con la república, quiero un país con independencia de poderes", agregó.
La gente se empezó a juntar poco después de las siete de la tarde y unos minutos después cantaron por primera vez el himno, al que siguieron otros cantos más duros: "Se va a acabar, se va a acabar, la dictadura de los K", exclamaban.
"Soy empleado y salgo a las cinco de la mañana a trabajar de mi casa en Solís y 222. Estoy cansado de la inseguridad", se quejó Rolando Sosa, que aplaudía y sacaba fotos de la marcha. "Tampoco hay salud ni educación, y mientras los salarios bajan la casta política se enriquece", lamentó.
La manifestación fue pacífica, al punto que casi no se vieron policías que la custodiaran. Cuando transitó por la calle Rivadavia, muchos comerciantes salieron a aplaudir y acompañar el reclamo. Otros miraban desde lo alto de los edificios el paso de la marea humana.
Norberto Pellini participó de la protesta junto a su esposa, Mirta Diveltz. "Vine por la inseguridad, la inflación, lo que está pasando con la justicia y la falta de trabajo", dijo. "No podemos levantar la cabeza. Tenemos hijos en España y por el cepo al dólar no podemos viajar más", comentó su señora.
A Jorge Sala le pasa lo mismo. "No puedo comprar ni 100 euros para ir a visitar parientes, pero ellos se llevan millones de dólares afuera", cuestionó, en directa alusión a la denuncia por lavado de dinero realizada el domingo en el programa de Jorge Lanata.
La ama de casa Ana María Borso criticó la "soberbia de Cristina" y pidió que la gente "aprenda a votar". "Tenemos una gran oportunidad en octubre", recordó. Pero aclaró que, si le dieran a elegir, preferiría "que se vayan".
Fuente: Diario La Capital de Mar del Plata
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