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De hacerse un balance de esta primera etapa del Gobierno de Arroyo,
como saldo positivo, se destaca el poner límites a sectores
empresariales que en el plano de lo concreto, hacían y deshacían a su
gusto e intereses como si la ciudad fuera su estancia, por lo menos en
lo que hace a Don Florencio Aldrey y sus asociados, en esto hay que
ser justos y reconocerlo, aunque queda pendiente una actitud similar
ante los empresarios del Transporte.
Dicho y hecho el justo reconocimiento, hay que decir también que a la
hora de gobernar ha demostrado muy poco, que las definiciones de cómo
se va a encausar la administración municipal son escuálidas y que el
primer acto de Gobierno, que es el nombramiento de su Gabinete ha
fracasado y lejos de solucionar problemas parece que el recambio es
una usina de escandaletes.
Como cierre de ciclo, aparece un “Coordinador de Gabinete” consensuado
con la Gobernadora Vidal, cuya gestión al frente de la Provincia
tampoco deslumbra.
No se entiende como este “Coordinador” se lo va a insertar en el
Organigrama Municipal, que así presentado, sus incumbencias se van a
superponer con las del Secretario de Gobierno, que a la luz de los
hechos si se trae de afuera un “Coordinador de Gabinete” lo que se
está cuestionando es al Secretario de Gobierno y si es así lo que
debería hacerse es reemplazar al Secretario de Gobierno, sin necesidad
de inventar cosas raras.
Luego de este análisis, surge claramente que no es un “Coordinador de
Gabinete”, es un delegado del macrismo que viene a gobernar dejando al
Intendente Arroyo como un Cid Campeador, pero en este caso atado a un
sillón.
Muy lejos de lo que fue y será siempre nuestro ideario de cada vez más
autonomía municipal, hoy los marplatenses debemos dejar en claro que
Mar del Plata no es un Virreinato. Lamentablemente esto nos hace
retroceder a principios del siglo XX, cuando la ciudad era gobernada
por delegados provinciales.
En el Partido de Gral. Pueyrredón hay de sobra dirigentes para
gobernar la ciudad, está en su conductor político el saber buscarlos.
La experiencia de traer funcionarios de afuera de nuestro distrito
fracasó; es hora de hacer las cosas bien o reconocer que las
circunstancias nos superan y obrar en consecuencia
como saldo positivo, se destaca el poner límites a sectores
empresariales que en el plano de lo concreto, hacían y deshacían a su
gusto e intereses como si la ciudad fuera su estancia, por lo menos en
lo que hace a Don Florencio Aldrey y sus asociados, en esto hay que
ser justos y reconocerlo, aunque queda pendiente una actitud similar
ante los empresarios del Transporte.
Dicho y hecho el justo reconocimiento, hay que decir también que a la
hora de gobernar ha demostrado muy poco, que las definiciones de cómo
se va a encausar la administración municipal son escuálidas y que el
primer acto de Gobierno, que es el nombramiento de su Gabinete ha
fracasado y lejos de solucionar problemas parece que el recambio es
una usina de escandaletes.
Como cierre de ciclo, aparece un “Coordinador de Gabinete” consensuado
con la Gobernadora Vidal, cuya gestión al frente de la Provincia
tampoco deslumbra.
No se entiende como este “Coordinador” se lo va a insertar en el
Organigrama Municipal, que así presentado, sus incumbencias se van a
superponer con las del Secretario de Gobierno, que a la luz de los
hechos si se trae de afuera un “Coordinador de Gabinete” lo que se
está cuestionando es al Secretario de Gobierno y si es así lo que
debería hacerse es reemplazar al Secretario de Gobierno, sin necesidad
de inventar cosas raras.
Luego de este análisis, surge claramente que no es un “Coordinador de
Gabinete”, es un delegado del macrismo que viene a gobernar dejando al
Intendente Arroyo como un Cid Campeador, pero en este caso atado a un
sillón.
Muy lejos de lo que fue y será siempre nuestro ideario de cada vez más
autonomía municipal, hoy los marplatenses debemos dejar en claro que
Mar del Plata no es un Virreinato. Lamentablemente esto nos hace
retroceder a principios del siglo XX, cuando la ciudad era gobernada
por delegados provinciales.
En el Partido de Gral. Pueyrredón hay de sobra dirigentes para
gobernar la ciudad, está en su conductor político el saber buscarlos.
La experiencia de traer funcionarios de afuera de nuestro distrito
fracasó; es hora de hacer las cosas bien o reconocer que las
circunstancias nos superan y obrar en consecuencia
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