Desde el lejano 1937, en que Enrique Cadícamo autor del tango “Por la
vuelta”, en el que describe las angustias de amores contrariados, tan
contrariados, como el anhelo marplatense por recuperar el servicio del
tren Buenos Aires – Mar del Plata.
En agosto de 2015, producto de las inundaciones que provocaron el
derrumbe del Puente sobre el Salado, se interrumpe el servicio hasta
la fecha, llevando a nuestro ramal al mismo final que tuvo gran parte
del sistema ferroviario, producto de políticas que apuntaron a
favorecer otros sistemas de transporte, que precisaban la destrucción
de la red de ferrocarriles.
Para remitirnos a los orígenes de las políticas que llevaron a la
destrucción del sistema ferroviario, nos tendríamos que remontar a
finales de la década del ´50, cuando el Presidente Frondizi decide
construir carreteras paralelas a las líneas ferroviarias y comienza
las privatizaciones. En ese momento le entrega a los privados la
producción de las zapatas de freno, dando por inaugurada una etapa de
décadas de desfinanciamiento y sabotaje sobre este patrimonio público
que culminará con las privatizaciones impulsadas por Carlos Menem y en
la última década con los negociados comprando material obsoleto a
Portugal y España como también atándonos a los intereses chinos
comprándoles material ferroviario sin transferencia de tecnología, que
nos obliga a tenerlos como exclusivos proveedores.
En 1904 el mundo se maravilló con una de las obras de ingeniería más
audaces de la historia de los ferrocarriles, el Transiberiano, 9288 Km
que unieron a Rusia con China, atravesando estepas heladas, lagos y
montañas. Pero, nosotros, en el 2017 no podemos llevar adelante una
obra de ingeniería tan sencilla como es hacer 500Km, sobre la llanura
pampeana.
Es claro que al actual gobierno no se le puede imputar décadas de
destrucción de nuestro sistema ferroviario, pero si es responsable a
un año de Gobierno, de dar un informe sobre cuál fue el estado real en
que recibió Ferrobaires, a quien se va a responsabilizar ante la
justicia por esta situación y cuáles son los planes de obras que a
esta fecha de su gestión tienen la ineludible responsabilidad de
presentar. Porque en verdad, en este año de gestión de Cambiemos, solo
ha deslindado responsabilidades por los medios, han transferido la
responsabilidad a Nación, pero en concreto tal como lo dice Cadícamo
en el tango, “la historia vuelve a repetirse”.
vuelta”, en el que describe las angustias de amores contrariados, tan
contrariados, como el anhelo marplatense por recuperar el servicio del
tren Buenos Aires – Mar del Plata.
En agosto de 2015, producto de las inundaciones que provocaron el
derrumbe del Puente sobre el Salado, se interrumpe el servicio hasta
la fecha, llevando a nuestro ramal al mismo final que tuvo gran parte
del sistema ferroviario, producto de políticas que apuntaron a
favorecer otros sistemas de transporte, que precisaban la destrucción
de la red de ferrocarriles.
Para remitirnos a los orígenes de las políticas que llevaron a la
destrucción del sistema ferroviario, nos tendríamos que remontar a
finales de la década del ´50, cuando el Presidente Frondizi decide
construir carreteras paralelas a las líneas ferroviarias y comienza
las privatizaciones. En ese momento le entrega a los privados la
producción de las zapatas de freno, dando por inaugurada una etapa de
décadas de desfinanciamiento y sabotaje sobre este patrimonio público
que culminará con las privatizaciones impulsadas por Carlos Menem y en
la última década con los negociados comprando material obsoleto a
Portugal y España como también atándonos a los intereses chinos
comprándoles material ferroviario sin transferencia de tecnología, que
nos obliga a tenerlos como exclusivos proveedores.
En 1904 el mundo se maravilló con una de las obras de ingeniería más
audaces de la historia de los ferrocarriles, el Transiberiano, 9288 Km
que unieron a Rusia con China, atravesando estepas heladas, lagos y
montañas. Pero, nosotros, en el 2017 no podemos llevar adelante una
obra de ingeniería tan sencilla como es hacer 500Km, sobre la llanura
pampeana.
Es claro que al actual gobierno no se le puede imputar décadas de
destrucción de nuestro sistema ferroviario, pero si es responsable a
un año de Gobierno, de dar un informe sobre cuál fue el estado real en
que recibió Ferrobaires, a quien se va a responsabilizar ante la
justicia por esta situación y cuáles son los planes de obras que a
esta fecha de su gestión tienen la ineludible responsabilidad de
presentar. Porque en verdad, en este año de gestión de Cambiemos, solo
ha deslindado responsabilidades por los medios, han transferido la
responsabilidad a Nación, pero en concreto tal como lo dice Cadícamo
en el tango, “la historia vuelve a repetirse”.
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