Mar del Plata sigue dando que hablar. El verano pasó sin pena ni gloria y pronto vamos a observar sus consecuencias. Pero lo cierto es que hoy el Indec volvió a reconocer que Mar del Plata es la ciudad con el porcentaje más alto de desempleo del país alcanzando el 10,6%.
Desde hace tiempo Mar del Plata y Batán viene apareciendo en los medios nacionales por ser la ciudad de mayor desocupación. Y no debemos naturalizarlo y tomarlo como un dato al pasar. Es realmente alarmante porque refleja, no solo una ciudad que cuenta con los indicadores de desocupación y de trabajo informal por encima de la media nacional, sino que nos muestra la falta de un rumbo que tome al empleo como eje central de la gestión, tanto nacional, provincial como municipal.
Este 10,6% refleja a más de 31.000 personas que se encuentran sin trabajo, además de 40.000 personas subocupadas. Sin dudas, son familias que sufren todos los días y caen, cada vez más, en la pobreza. Y no hay nada que nos permita pensar que vaya a mejorar.
En este sentido, no se visualizan propuestas generadoras de empleo que contemplen la realidad que atraviesan los marplatenses y batanenses. No hay propuestas de políticas de estado de mediano y largo plazo que fortalezcan y articulen el vínculo entre las empresas, las cámaras, los gremios, las universidades y los distintos actores productivos de la ciudad.
Hay algo que es claro. Hoy el modelo de país que lleva adelante el Gobierno de Macri nos enfrenta a esta creciente desocupación, al cierre de comercios, a la falta de consumo, a los tarifazos y al achicamiento del Estado, entre otras cuestiones que nos muestra, claramente, una economía que excluye a la mayoría de los argentinos y que no está funcionando.
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