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 Si bien es un cáncer casi totalmente prevenible, el mayor problema
 actual es la desigualdad que existe para acceder al tamizaje, es decir al 
método de búsqueda de posibles rastros de la enfermedad. De hecho, su
 tasa de mortalidad es tres veces más alta en América Latina y el
Caribe que en Norteamérica.
En la argentina, la investigadora del CONICET Silvina Arrossi
 pudo profundizar el estudio del test de VPH que puede ser la clave
 para que la enfermedad no avance: «es el único cáncer que es
 completamente prevenible, tenemos la tecnología, la vacuna y el 
test que son tecnologías superadoras que generan que uno no llegue 
a enfermarse. Las mujeres que están muriendo, es porque no llegan a 
los controles preventivos. Por eso decimos que es un cáncer de la
 pobreza», dijo en la 99.9.
En los chicos que se insertan en el sistema de salud, no hay demasiado
 inconvenientes, pero si en los adultos: «la vacunación es un tema 
particular porque tenemos a los chicos en los colegios con los controles 
de los papás y las mamás. La vacuna del VHP está relacionada con 
el paquete de salud necesario para cobrar la AUH. Cuando pasamos
 a la mujer adulta es más difícil tener esas instancias de control». 

Su tarea es llevar adelante una tarea de prevención a través de una llegada
 más
 directa a todo el país del test de VPH: «en el Programa Nacional de 
prevención de cáncer cervicouterino, estamos trabajando en la
 implementación 
del test de VPH que es una nueva tecnología que sustituye al 
tradicional Papa Nicolau. Encontramos que es más eficiente incluso
 para detectar esa lesión pre-cancerosa que si no se trata puede 
transfomarse en un cáncer».
Incluso han sido pioneros en que este sistema pase a ser parte de las
 políticas de
 Estado, pero saben que todavía falta mucho: «cuando comenzamos
 a trabajar e
l test de VPH, ningún país del mundo lo tenía como parte de su política
 pública
 aún en 2011. Lo hicimos entonces en el contexto de la salud pública de
 Jujuy, 
ahí vimos que no solamente se detectó dos veces más lesiones que el 
Papa Nicolau
 sino que además nos permitió llegar a más mujeres porque tiene una
 particularidad, se lo pueden hacer ellas mismas, es indoloro y muy
 fácil de hacer», explicó la Dra. Arrossi.
Todavía en localidades como Mar del Plata, el programa del estado
 no ha llegado pero hay muchas provincias donde está presente: 
«el Instituto Nacional del Cáncer financió todo el trabajo que se hizo y
 en base a los resultados preliminares que eran promisorios, en 2015 se
 decidió el escalamiento del test de VPH a todo el país, 
pero vamos de a poco sumando distritos y provincias», concluyó.