Son 42 los cargos de jueces y fiscales que la vicegobernadora electa le pidió freezar hasta que se llegue a un acuerdo con las nuevas autoridades.
Tal y como lo hizo su compañero de fórmula, la vicegobernadora electa de la provincia de Buenos Aires salió con los ‘tacones’ de punta al encuentro que realizó con su par en ejercicio, al que le pidió/exigió que no se avance en los nombramientos de jueces y fiscales para cubrir los cargos vacantes en el poder judicial.
El encuentro comenzó a las 13.30, en el despacho presidencial de la Cámara Alta Bonaerense, donde el vicegobernador saliente y su sucesora empezaron a demarcar cuales serán los términos de la sucesión en el cargo y en donde Magario comenzó a conocer el estado de situación de la legislatura bonaerense.
En ese sentido, la actual intendenta de La Matanza indicó que “le pedimos que todas estas cosas respeten una transición ordenada y de común acuerdo y que no se haga nada que perjudique al próximo gobierno”
A principios de septiembre, la comisión de Asuntos Constitucionales del Senado de la provincia de Buenos Aires aprobó los pliegos de 18 jueces, 17 fiscales y 7 defensores oficiales, que designó el gobierno de María Eugenia Vidal para cubrir 42 cargos vacantes en el Poder Judicial.
En aquel momento, la decisión generó una reacción por parte de los bloques opositores, que exigieron a Salvador que desista y tenga en cuenta lo que podía suceder en la provincia tras los resultados de las PASO, que finalmente se terminó confirmando con las elecciones del 27 de octubre.
A estas alturas, la fórmula ganadora espera gestos de buena voluntad por parte de sus antecesores, pero no deja de hacer públicos sus deseos para meter un poco de presión ante los pedidos.
La vuelta atrás del tarifazo de las empresas de luz autorizado por Vidal y la designación de los 42 cargos en el Poder Judicial, no son datos menores a la hora de encarar un nuevo gobierno. De concretarse el primero, Kicillof podrá festejar un triunfo antes de asumir; el segundo no repercute tanto sobre el bonaerense promedio, pero garantiza tranquilidad en la gestión, con alfiles en lugares clave de la justicia bonaerense.
Quedan 40 días de una cordial lucha, en la que los tirones entre quienes llegan y los que se van marcarán la forma que tendrá el nuevo gobierno de la provincia al comienzo de su gestión. La voluntad de unos y la presión de otros será lo que moldee la estructura con la que Axel Kicillof asumirá su período de 4 años en el sillón de Dardo Rocha.
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