El índice de precios internos mayoristas, elaborado por el Indec, arrojó para
el mes de abril un aumento del 4,6 por ciento. El incremento acumulado en
los últimos doce meses de los precios en puerta de fábrica alcanza al 72,6
por ciento, 17 puntos por arriba del resultado que arroja la evolución del
índice de precios minoristas, lo cual señala que aún existe una presión
inflacionaria que se volcaría sobre los precios al consumidor en los próximos
meses. O, lo que es menos probable, que parte de los aumentos de costos
(tarifas, combustibles, materias primas, insumos importados) fueron
absorbidos por los sectores de la producción y el comercio.
De cualquier modo, la conclusión resultante es que la muy fuerte recesión
que padece la economía nacional desde antes de mediados de 2018, no tuvo
como efecto una contención de la inflación sino, por lo que se observa, el
proceso de recesión es paralelo al de aceleración de la inflación. Esto es,
lo que en economía se conoce como "estanflación" (adaptado del término
inglés "stagflation").
Entre los rubros de la producción manufacturera que más aumentaron en
el mes de abril, se destacan Prendas de material textil, con el 7 por ciento;
Equipos y aparatos de radio y televisión, 6,3 por ciento; y Papel y productos
de papel, con un incremento mensual del 5,6 por ciento. La suba de los
precios mayoristas en los primeros cuatro meses del año acumula un
13,2 por ciento.
El desagregado de la variación interanual (últimos doce meses, medido
entre los precios de abril de 2018 y los del mismo mes de este año), arroja
un aumento general del 72,6 por ciento, pero con una suba menor en los
precios nacionales (71,1 por ciento) respecto de los importados (93,3 por
ciento). Entre los productos nacionales, los del sector Agropecuario tuvieron
un incremento del 78,3 por ciento, los Manufacturados el 70,6 por ciento y
el rubro Energía Eléctrica, 78,7 por ciento.
Entre los distintos sectores de la industria manufacturera, los que registraron
mayor aumento fueron: Vehículos automotores, carrocerías y repuestos, 89,9
por ciento; sustancias y productos químicos, 83,5 por ciento; y Productos de
caucho y plástico, 81,3 por ciento.
Estos últimos datos resultan una nueva evidencia de la dispersión entre el
comportamiento de los precios y el nivel de demanda. El complejo automotor
es el sector con mayor nivel de parada de planta (en lo que va del año
presenta niveles de capacidad ociosa del 65 al 70 por ciento) y, sin embargo,
es en el que se registran los mayores aumentos de precios. Los aumentos
tienden a desvincularse del nivel de demanda (con una caída histórica en
lo que va del año en el caso de rodados) y tienden, en cambio, a ser la
respuesta de los grupos dominantes en sectores oligopólicos (como en el
caso de las terminales automotrices), para recuperar rentabilidad por vía del
aumento del margen de ganancia por unidad.