La reparación de la carpeta asfáltica de la ciudad es un punto alto en la consideración de los marplatenses. Aunque la superficie a reparar es inmensa en comparación con lo realizado, el impacto en el decir cotidiano está presente y se resume del siguiente modo: “por lo menos están arreglando el asfalto”.
Me brota ese pensamiento. Es perverso que hoy, en una comunidad en la que hay 130.000 pauperizados repartidos en villas y asentamientos, desclasados que han perdido su trabajo reconvertidos en mendicantes del Estado -los ex trabajadores de Barillari, por ejemplo-, una tarea que debiera ser de rutina sea elevada a la categoría de magno resultado político, social y administrativo. Aquel "mediocres" de Mario Roberto Russak resuena aún en la comunidad. El presente año traerá desafíos impostergables: se viene el aumento salarial a los municipales -van por el 30%-, y los reclamos de Transportes 9 de Julio alcanzarán los 40 millones en marzo en concepto de ajustes, ya que la empresa considera insuficientes los $6.700 000 mensuales que percibe, razón por la cual el servicio de recolección estuvo parado el miércoles de la pasada semana. Los dirigentes de la política local están de vacaciones, cual turistas; la planta municipal crece como levadura, sin otro concurso ni mérito que el de quien mejor cuele por la ventana, y ya rondaría los 9.000 integrantes. El intendente Gustavo Pulti recibió hace unos días un brulote por parte de la gran anfitriona del verano en la ciudad, Mirtha Legrand: "Intendente, usted le chupa mucho las medias a Daniel (Scioli)", disparó la señora, y a Pulti se le atragantó el postre. Fue precisamente el día del cumpleaños de Scioli, en la mesa que la diva armó para la ocasión en su programa diario desde el Costa Galana. Al ingresar al hotel, Scioli había sido recibido por una "claque" que le cantó el feliz cumpleaños, integrada por los hermanos César y Jorge Trujillo y otros gárrulos locales, en una nueva demostración de la clase de alianzas que se dan hoy en Mar del Plata. Cualquier parecido con la mafia no es meramente una coincidencia. Lejos de los arrumacos indignos que GAP le prodiga a Scioli, la verdad se impone: no habrá absorción del costo de mantenimiento de las escuelas públicas municipales, cuestión que se ocupó de dejar en claro el ministro de Educación bonaerense Mario Oporto. En declaraciones a los medios de la ciudad, el funcionario señaló que no hay posibilidad de que la Provincia se haga cargo del sistema público municipal: es mucho dinero, y no está. Por otro lado, los obreros de la planta de Sadowa atraviesan su propia zozobra: no cobran desde septiembre, y no ha habido para ellos, como sí hubo para Barillari, ayuda o gestión alguna. Tampoco hay solución a la vista. Lejos está Mar del Plata de vivir hoy una fiesta, a pesar de este benévolo enero, climáticamente hablando. Los anuncios vinculados a inversiones de fondos públicos en el Polideportivo siguen siendo un error de gestión: no es serio y mucho menos solidario, ante tanta necesidad, destinar dinero a emprendimientos que bien podría cubrir el sector privado si se le diera la oportunidad. Claro que esa oportunidad es un compromiso que hoy ni Scioli ni Pulti pueden garantizar, que es el de no tener que llevar colgado del negocio como socio impuesto a Florencio Aldrey Iglesias.La ecuación de negocios en Mar del Plata con Aldrey Iglesias como partícipe insoslayable es un dato negativo para la inversión privada en la ciudad. El que quiera intentarlo tiene que ser muy trucho o estar en una mano muy oscura como para disponerse a pagar por encima de lo correcto en el mundo comercial si la condición si ne qua non es incluir en ellos al coruñés extorsionador. Y ésa es una realidad que ya todos conocen debidamente. ¿Daniel Scioli no?
Autor/Fuente: Jose Luis Jacobo (Semanario Noticias y Protagonistas)
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