miércoles, 11 de febrero de 2009

SHOW POLITICO: MARIANO GRONDONA Y ALBERTO RODRIGUEZ SAA EN EL IDILIO DOMINICAL DE LA TELEVISION

Mariano y Alberto en el idilio dominical de la televisión.En primera instancia parecería un diálogo común entre el conductor de un programa y su entrevistado. Pero solo parecería. Porque mientras el tiempo avanza, el televidente sagaz que mira televisión protocolar, se da cuenta que existe algo más que respeto y admiración de dos interlocutores.Se evidencia una relación idílica en la cual se pierde la parcialidad en un intento de forjar a un hombre que sueña con ser Presidente. En realidad, ni siquiera lo sueña. Lo da por hecho.Como lo hizo durante la campaña del 2007 al proclamarse el próximo Presidente de los argentinos haciendo una elección olvidable que no lo doblega, al tiempo que se ampara en el fraude para justificar el por qué hoy continúa siendo Gobernador.Incansable y envuelto en una nostalgia del peronismo que aturdiría al mismísimo Perón, vuelve a los estudios de televisión para decir con soltura y jactancia que será Presidente en el 2011.Casi inmóvil, desde la silla, distrae más por el mal gusto de su corbata excesivamente colorida y a rayas que por sus obviedades discursivas.Se inclina por ningunear al resto de la oposición que no considera referente y subestima a los ciudadanos en una especie de imposición de sufragio.Se trata de Alberto Rodríguez Saá. El Gobernador mediático de San Luís que en más de una oportunidad apareció haciendo papelones en alguna revista del corazón en la que necesitaba demostrar que, para su por aquel entonces mujer, era uno de los últimos románticos.El periodista, es el Dr. Mariano Grondona que en los últimos dos años naufragó con su programa político entre canal 26 y C5N hasta anclar, con resignación, nuevamente en el 26.Alberto es uno de los alumnos más consecuentes y puntuales de Mariano. Siempre listo para asistir al programa bajo el cliché de la esperanza en tiempos difíciles, se erige en un peronismo que dejó de existir con la muerte del General más allá de los reproches, cuestionamientos y aciertos.Lo cierto es, que mientras Alberto monologa, Mariano lo mira con ojos de tierna admiración intelectual mientras describe a San Luís como si fuese un submundo dentro de la República en el que la magia y el encanto son las vedettes.Todo es un espanto menos San Luís. Cuna de artistas y supuesto progreso.Paraíso puntano producto de la gestión Rodríguez Saá.Espacios limpios y cálidos. Alegría y diversión.El primer mundo dentro del subdesarrollo es lo que ambos intentan venderle al televidente que no solo se vale de las palabras sino también de la sostenida publicidad que la provincia le otorga a La Clave o a Hora Clave.Ahora bien, la tendencia sostenida es utilizar a los niños y a los pobres como referentes de campaña. Otra vez, la pobreza y la niñez se vuelven funcionales al momento de conmover a las masas.La marginalidad deviene en estrategia útil que busca aflorar sensibilidades. Despertar alternativas para cambiar el panorama callejero que día tras día se colma de cartoneros o de personas en situación de calle. A ellos, se les debería dar un porcentaje por ser los protagonistas de la eterna novela puntana que se nutre de la miseria para transmitir un estado de conciencia social que solo interesa mientras dure la puja por la toma del poder.Reiterar la importancia de los chicos y su relación con lo lúdico; la necesidad de jugar en las veredas; de tomar mate en la puerta de las casas. Una pintura.Una insólita creencia amparada por una cabeza que no deja de asentir. Creer que Gobernar la Nación es gobernar San Luís.Creer que un modelo provincial puede trasladarse sin modificaciones al extenso territorio argentino que tiene muchos más problemas estructurales y coyunturales, además del pauperismo y la ausencia de menores andando en triciclo, es un concepto límite que ha encontrado en uno de los periodistas de mayor trayectoria y prestigio del país, eco.Ambos simulan la viabilidad de la utopía en el marco de los medios y de los beneficios de la publicidad. Ellos también, por intereses opuestos y encontrados, tienen un poco de Rial y Canosa.
Escribe Laura Etcharren

No hay comentarios: