*Por Lázaro Llorens
“Ética, República, y Distribución del Ingreso”. Esto dice el eslogan de campañade la Coalición Cívica, alianza política que capitanea Elisa Carrió. Sin embargo,su principal candidato a diputado por Capital, Alfonso Prat Gay, tiene un grave asunto pendiente con la justicia, reñido con la ética, la república y la distribución del ingreso.A raíz de una denuncia penal realizada por el ex diputado del ARI Mario Cafiero,en el 2007, el fiscal Oscar Amirante lo imputó por el delito de defraudación. Lo investiga por el vaciamiento de los bancos del 2001, en el cual Prat Gay habría tenido un importante papel: ocultar desde la presidencia del Banco Central la fuga de 26 mil millones de dólares que quedaron en un puñado de bancos,entre estos el JP Morgan, entidad de la cual Prat Gay fue su Jefe de Negocios en el mundo hasta el 2001. En la causa también está imputado Mario Blejer, y cientos de banqueros.En su dictamen, el fiscal Amirante sostiene que en la crisis financiera del 2001,que terminó con el famoso corralito “existió un plan destinado a proteger yfavorecer a determinados grupos de poder económico y en especial a lospatrimonios de los bancos”. Y en ese plan “Prat Gay -ex hombre de Cavallo ydel JP Morgan- tuvo un rol clave. Fue el gran encubridor de toda la maniobra.Pues, a pesar de que los balances del Banco Central evidenciaban ladescomunal estafa que los bancos habían realizado con las reservas, cuandoarribó al Central tapó todo” disparó Mario Cafiero ante Veintitrés.El plan. En el 2001, los principales bancos internacionales advertían queArgentina con su convertibilidad se encaminaba hacia el default de su deuda.Frente a esto, sostiene el fiscal en su dictamen, los bancos, en connivencia confuncionarios públicos, llevaron adelante un plan para poner al resguardo susintereses y huir preventivamente del la crisis.Con ese propósito, un pool de bancos internacionales, en cuya cabeza estabael JP Morgan Chase & Co, sustituyeron 19 mil millones de dólares que tenía elsistema financiero argentino como reservas, ante posibles contingencias de laconvertibilidad (RML - Requisitos Mínimos de Liquidez) por títulos de la deudaexterna argentina que estos bancos tenían en su poder, y sobre los que se avizoraba un seguro default. Así, fugaron los dólares al exterior, y dejaron enlos bancos argentinos títulos de escaso valor.A la par, este pool de bancos internacionales, nuevamente con el JP Morgan ala cabeza, hicieron caer un contrato que tenían con el Banco Central por 7 mil millones de dólares, agrega Amirante. Era un “contrato de pases contingentes”que establecía que ante una crisis o fuga de depósitos, estos bancosinternacionales debían asistir con 7 mil millones de dólares al Banco Central.Había sido contratado en 1996 luego de la “crisis del tequila”, y por él el BancoCentral pagó 200 millones de dólares.“Esto dos hechos, echar manos a las reservas que trepaban a 19 mil millonesde dólares; y desobligarse del contrato de “pases contingentes” con el BancoCentral, fueron el núcleo de una serie de actos estafatorios que estuvierondestinados a salvaguardar los intereses de un grupo de bancos internacionalesencabezados por el JP Morgan y el City Bank, en desmedro de los genuinosintereses argentinos” sintetizó el ex diputado Mario Cafiero ante Veintitrés.Esta serie de actos “estafatorios” que se llevaron adelante en medio de la crisismás profunda que atravesaba Argentina en 100 años, cuando la pobreza erauna epidemia y los presidentes duraban días, fueron expuestos por el fiscal Amirante en su dictamen. Secuencialmente ellos son:-Blindaje: fue la fase uno del plan. Para cumplir sus compromisos con losacreedores externos, mediante este acuerdo firmado a fines del 2000,Argentina se comprometió, ante el FMI, a sustituir el financiamiento externo porfinanciamiento interno. El monto comprometido fue de 20 mil millones dedólares. El mismo monto que entonces tenían en reservas los bancosargentinos, acumuladas desde la crisis del Tequila.-Plenos poderes para Cavallo: Para asumir nuevamente como ministro enmarzo del 2001, el “Mingo” exigió que se le otorgaran plenos poderes para asísupuestamente, poder sortear la caída de la convertibilidad y la economía. Enrealidad lo fue para hundirla definitivamente. Porque Cavallo usó esos plenospoderes, para entre otras cosas, reformar la Carta Orgánica del Banco Central.Y permitirle a los bancos integrar las reservas con títulos de la deuda. Y a lapar puso a estos directamente bajo la supervisión del presidente Banco delCentral. O sea del cofrade de estos, el banquero Roque Maccarone, del BancoRio y Banco Galicia, a quién el Mingo había designado en sustitución delremovido Pedro Pou. De esta manera Mingo preparó el terreno para hacerleminga a las reservas.-Megacanje: este canje de deuda, por el cual están procesados Domingo Cavallo, Daniel Marx y el JP Morgan, fue la fase tres. Se realizó a mediados del2001 y tuvo un doble objetivo. El primero fue hacer caer el contrato de pasescontingentes que tenían el JP Morgan Chase & Co y otros bancos con el BancoCentral. Con ese fin, mediante el canje se esterilizaron los títulos de la deudaque el Banco Central debía entregar como garantía de ese contrato, para poderrecibir el “préstamo contingente”. Con lo cual, al no existir esas garantías, elcontrato de pases contingentes por 7 mil millones de dólares no se pudocumplir. No por culpa del JP Morgan y sus asociados, sino por culpa del BancoCentral y el Estado argentino.El otro objetivo fue introducir los títulos de la deuda externa que estos bancosinternacionales tenían en el exterior -uno de cuyos principales colocadoreshabía sido el JP Morgan- en los bancos argentinos; para canjearlos por lasreservas. “Con este canje, los bancos internacionales y el JP Morgan, sesacaron los bonos de encima y se los enchufaron a los bancos locales,llevándose los dólares” explicó Cafiero a esta revista. “Así se fueron 19 milmillones de dólares de reservas” agregó.-Prestamos Garantizados. Fue el remate final de la maniobra. Los implementóCavallo en diciembre del 2001 por Decreto de Necesidad y Urgencia. En elmismo momento en que instauró el legendario “corralito”, con lo cual se leconfiscaron los ahorros a ciento de miles de ahorristas argentinos. Para elFiscal, esta operación también tuvo un doble propósito.El primero fue resguardar el patrimonio de los bancos locales que, tras elMegacanje y el escamoteo de las reservas, habían quedado atiborrados debonos de la deuda que estaban a punto de caer en default. Con los PréstamosGarantizados, poniendo como respaldo el impuesto al cheque, Cavallo lesgarantizó a los bancos locales el cobro de esos bonos, que hasta el día de hoyse siguen pagando puntualmente.El otro objetivo fue disimular el multimillonario escamoteo de las reservas. Enfebrero del 2001, según los balances del BCRA, las reservas (RequisitoMínimo de Liquidez) eran de 19 mil millones de dólares. En noviembre de eseaño, tras el Megacanje, esas reservas prácticamente no existían. Habían sidoreemplazadas por más de 20 mil millones de dólares en títulos de la deuda.Estos números que arrojaban los propios balances de los bancos eran muyelocuentes. Evidenciaban que en pocos meses, las reservas se habíanevaporado. Y esa evaporación no se podía justificar aduciendo que lasreservas se habían utilizado para pagar los depósitos que retiraron losahorristas. Porque los balances también mostraban que si bien de febrero(antes de asumir Cavallo) a noviembre del 2001, se habían retirado depósitospor 21 mil millones de dólares, en ese ínterin los bancos también habíanrecuperado préstamos (de manera anticipada, infligiendo un gravísimo daño ala economía del país) por 20 mil millones de dólares. Es decir, que con el cobrode los créditos, los bancos habían solventado el pago de los depósitos que lagente retiró.Para maquillar este atraco de las reservas, se implementaron los denominados“Prestamos Garantizados”. Mediante esta normativa, en un ingenioso acto decontabilidad creativa, Cavallo les permitió a los bancos que computaran lostítulos de la deuda, la mayoría de ellos otorgados con el Megacanje, comoprestamos. Mediante esta simple modificación contable, los préstamos de losbancos se incrementaron de golpe en 20 mil millones de dólares. Esto lespermitió a los bancos sostener, en sus balances y ante la sociedad, que lascuantiosas reservas faltantes se habían ido por el masivo retiro de depósitosocurrido durante la crisis económica del 2001. Cuando en realidad habían sidofugados al exterior, dejando al sistema financiero repleto de títulos de la deudaexterna sin valor.“Los Prestamos Garantizados fueron un paso vital que les permitió a losbancos estar cubierto en varios frentes” afirma el fiscal Amirante en sudictamen. Y enumera: “Uno de estos fue ocultar su política de recuperación depréstamos durante la crisis. Los bancos durante la crisis del 2001 recuperaronmayores montos en préstamos de los que perdieron por retiro de depósitos. Lacontabilización de la operación de los Prestamos Garantizados disimuló estacriminal política bancaria”.Prat Gay. Desde el primer momento, Alfonso Prat Gay estuvo involucrado coneste descomunal escamoteo de las reservas del sistema financiero. A fines del2000, simultáneamente en que Argentina con el Blindaje, se comprometía ausar sus reservas para cumplir con sus acreedores internos, Prat Gay saltó a laescena pública. Lo hizo gracias a una serie de extensas entrevistas que leefectuó el diario LA NACION, directamente a sus oficinas del JP Morgan Chase& Co en Londres. Lugar desde donde el actual candidato por la CoaliciónCívica, se desempeñaba como Jefe de Investigación y de Estrategias deMonedas. Uno de los cargos más importantes del JP Morgan. Su función eraespecular con los movimientos monetarios y los tipos de cambio en todo elmundo, para sacar suculentas ganancias de ellas. Sin importar el daño socialque ocasionara a los países afectados.En esa ocasión, en una de las tantas entrevistas concedidas a LA NACION,Prat Gay textualmente dijo que “JP Morgan recomendaba -a Argentina- unacuerdo político para que se reduzcan las deudas de los inversores externos,ante el creciente peso de la deuda pública Argentina.”Su imagen saltó a la consideración pública a mediado del 2001, cuando“Mingo” Cavallo arribó al ministerio de economía con el gobierno de la Alianza.Allí, antes de concretar el Megacanje, que tenía como principal agente al JPMorgan, Cavallo postuló a Prat Gay, que aun era Jefe de Negocios del JPMorgan, como vicepresidente del Banco Central. No era un cargo testigo.Desde la vicepresidencia del Central se tiene el control directo de todos losbancos que operan en el país. “Se pretendió poner a un pedófilo, a cuidar elorfanato” señalaron algunos.En esa oportunidad, en otra de las tantas entrevista que publicó LA NACION,Prat Gay indicó que la “urgencia no eran los depósitos, sino si el Estado podíapagar su deuda”. Y respaldó “el uso de reservas para pagar la deuda pública”.A pesar de esto su nombramiento no prosperó. El senado de la Nación, a raízde un dictamen de la Oficina Anticorrupción, rechazó su pliego. Remarcó que elnombramiento de Prat Gay violaba un inciso de la Ley de Ética Pública quedecía que ninguna persona podía ocupar un cargo público, si se habíadesempeñado hasta un año antes en un cargo privado con interesescontrapuestos.Realizado el Megancaje, y tras el préstamo con que el FMI se puso ensustitución del incumplido compromiso del “préstamo contigente” del JPMorgan y otros, con el que se alimentó la definitiva fuga de divisas, Cavallo noconforme con ese rechazo, pretendió incorporarlo a su equipo económico enremplazo de Daniel Marx. Otro de los cerebros de este plan de vaciamiento,según los denunciantes.Del Morgan al Central. El salto del JP Morgan al Banco Central Prat Gayrecién lo pudo dar al año siguiente. Más precisamente en noviembre 2002,cuando el ex presidente Eduardo Duhalde lo nombró presidente de esaentidad, en cumplimiento de otra de las precondicionalidades exigidas por elFMI, para arribar a la firma de un nuevo Acuerdo.Prat Gay había aterrizado a Buenos Aires procedente directamente de Londres,el 6 de enero del 2002. El mismo día en que Duhalde decretaba la devaluacióndel peso. En los meses previos a su nombramiento en el Central, el actualcandidato de Carrió se había desempeñado como asesor de Mauricio Macri, enmomentos en que actual Jefe de la Ciudad comenzaba a meditar su actualcarrera política.El ex ejecutivo del JP Morgan Chase & Co llegó al Central cuando el país ardíapor los cuatro costados. Y los bancos, por su incautación de los depósitos a losahorristas, ni siquiera podían abrir sus puertas. A todo esto, en los balances delBanco Central, había grandes rastros del atraco que habían cometido losbancos contra las reservas. Eran tan evidentes que los propios auditoresexternos del Banco Central (la consultora KPMG) y la Auditoria General de laNación (AGN) habían rechazado en Agosto del 2002, los balances del 2001,debido a las gravísimas inconsistencias que presentaban sus cuentas.Específicamente, la AGN, en su informe había manifestado que “debido alefecto muy significativo que sobre los estados contables pudieran tener eventuales ajustes y reclasificaciones…que pudieran requerirse de la situación de incertidumbre planteadas, no estamos en condiciones de expresar y, por lotanto, no expresamos una opinión sobre los estados contables del BancoCentral de la República Argentina, considerados en su conjunto”.En este delicado contexto asumió Prat Gay la presidencia del Banco Central. Ysu arribo, “tuvo como objeto tapar todo lo acontecido en torno a las reservas yel contrato de pases contingentes, hechos en lo que el JP Morgan estabaseriamente comprometido” explicó el ex-diputado Mario Cafiero anteVeintitrés. “Prat Gay fue el gran encubridor” agregó.Su llegada también implicó un inmediato acuerdo con el FMI. Y unacompensación integral a los bancos por la pesificaición asimétrica, y los activosque tenían en dólares. “No solo ocultó la maniobra. A la par procuró, junto conLavagna, que los bancos, los grandes responsable de la catástrofe del 2001,no salieran perjudicados,” concluyó el ex diputado.Aun así la tarea de Prat Gay no fue sencilla. En el 2003 la AGN y la consultoraKPMG, rechazaron nuevamente los balances del Banco Central. Ambosauditores continuaban señalado que no había continuidad en las cuentas delBanco. Este balance llevó estampada la firma de Prat Gay. Recién en elejercicio del 2003, el actual candidato a diputado por la Coalición Cívica pudoaliñar las cuantas. Sin hacer una sola mención de los 26 mil millones dedólares que se fugaron en el 2001 de las bóvedas del sistema financieroargentinoPor todos estos gravísimos hechos, que perjudicaron a ciento de miles deahorristas nacionales, y a toda la sociedad argentina, el fiscal Amirante, alimputar entre otros muchos banqueros a Alfonso Prat Gay, en su dictamenseñaló: “Esta investigación se propone abrir la caja negra del sistema bancarioy financiero para poder determinar si las catástrofes se debieron a causanaturales o si hubo negligencia, impericia o dolo. Esa caja negra se llamaBanco Central de la República Argentina y el conjunto de bancos del sistemafinanciero.”RECUADRO 1Mario Cafiero: “Acá hay muchos socios del silencio”Mario Cafiero, denunciante en la causa que lleva adelante el fiscal Amirante, esun profundo investigador de la deuda externa Argentina. Es uno de los autoresdel libro “La Argentina Robada”, donde se expone con lujo de detalles como fueel vaciamientos del los bancos del 2001. A nivel político, Cafiero fue junto conCarrió uno de los fundadores del ARI, partido del cual se alejó hace unos añospor divergencias con su líder. Lo paradójico es que hoy en el ARI-CoaliciónCívica, están muchos de los funcionarios o banqueros que el denunció ocuestionó.-¿Qué siente al ver que gente que usted denunció está hoy en el ARI?-Cuando investigamos sobre el Megacanje, el señor Ruckauf me echó del PJ.En ese momento Carrió, que era diputada, me dio su respaldo y apoyó todasnuestras denuncias. Allí es cuando decidimos armar el ARI. Pero al poco deandar empiezo a notar un desinterés de su parte. Sobre todo cuandopresentamos la investigación de los bancos. Allí empezó a cambiar su posición.Pero la gran sorpresa fue cuando en la plataforma del ARI del 2003,encontramos que una de las propuestas era garantizar el pago de losPréstamos Garantizados, que eran parte de toda esta cuestión del vaciamientode los bancos. Yo no podía entender como eso estaba allí.-¿Y qué pasó?-Desde ese momento empiezan mis diferencias fuertes con Carrió. Perodespués la cosa empeora cuando en el ARI comenzaron a parecer personajesque nosotros habíamos cuestionado. Primero apareció Enrique Olivera quehabía sido presidente del Banco Nación en el Megacanje; luego PatriciaBulrich, que había firmado el decreto con Cavallo de los PrestamosGarantizados. Y la gran sorpresa fue cuando apareció Prat Gay como uncolaborador o espada de Carrió.-Vaya sorpresa…-Si. Ahí nos dimos cuenta que Carrió había tomado una posición política de nomolestar, ni investigar los grandes intereses financieros internacionales queson los que están detrás de Prat Gay y de toda esta gente. Pero a mi todo estome dio una gran tranquilidad de conciencia. Por que para mi hice lo quecorrespondía, seguir con las investigaciones, y no ser socios del silencio. Porque acá hay muchos socios del silencio. No son responsables de las maniobraspero si de no denunciarlas. Los manuales anticorrupción dicen que está cunde,cuando los malos hacen, y los que se dicen buenos dejan hacer.RECUADRO 2Millonario, hincha de Boca y evasorCuando asumió la presidencia del Banco Central, en su declaración jurada,Prat Gay reconoció tener un patrimonio de 10 millones de dólares. En esaoportunidad manifestó también que tenía 6,5 millones de dólares en variascuentas corrientes. Para muchos, esta declaración de Prat Gay, hincha fanáticode Boca, olía a cuento. Señalaban que era ridículo que un experto en finanzastenga semejante suma de dinero en cuentas a la vista que no devenganninguna renta. Se especuló con que el actual candidato de Carrió, tenía esosdineros a plazo fijo, del cual cobraba un importante interés, y que en realidadcon su declaración estaba evadiendo impuestos.El hecho pasó. Pero luego, a mediados del 2007, la actual ministra de salud dela Nación, Graciela Ocaña, otra ex ARI, denunció que Prat Gay tenía “unadoble moral” por haber fugado casi 800 mil dólares antes del corralito. Ante laprensa, Ocaña textualmente disparó “nosotros desde el congreso emitimos uninforme desde la comisión de Fuga de Capitales. Armamos un listado con1.400 personas que habían girado plata al exterior durante el corralito. Y en elpuesto 67 figuraba Prat Gay con un giro de 780 mil dólares”.RECUADRO 3“No es ético que Prat Gay se presente a las elecciones”* Por Ricardo Monner Sans, presidente de la Asociación Civil Anticorrupción. Yabogado patrocínate.Con base en los serios estudios e investigaciones efectuadas en esta denunciano me parece ético que Alfonso Prat Gay se presente a las eleccionespróximas como candidato. Porque si bien desde el punto de vistaexclusivamente jurídico nadie es culpable hasta que exista sentencia final,basada en la cosa juzgada, los planos aquí son diferentes. La relación delsufragio -el pueblo soberano- y quien lo representa, no admite ningunaduplicidad de conducta. Si el Estado es una categoría moral enderezada haciael bienestar general y hacia afianzar la conducta, los hombres y mujeres que integran los órganos del poder tienen que exhibir intachable trayectoria.-
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