viernes, 28 de agosto de 2009

UNASUR: UNA CUMBRE CON SABOR A NADA

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“Me preocupa lo que van a publicar los diarios mañana”, dijo Lula en una de sus ofuscadas intervenciones durante la reunión de la UNASUR en Bariloche. Y no se equivocaba: la cumbre de presidentes de la región demostró una vez más que en tan poco tiempo y con posiciones tan encontradas no puede lograrse nada. El conflictivo tema de las bases de Estados Unidos en territorio colombiano quedó igual que antes de la reunión y del golpe de Estado en Honduras no se dijo casi nada. Otra cumbre en la que una vez más parece que lo más importante fueron los discursos televisados y la foto de rigor.

Álvaro Uribe aseguró que "EE.UU. nos dió una ayuda práctica" - AP
En una reunión tensa los presidentes del bloque de Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) no pudieron llegar a un acuerdo en el corto tiempo que tuvieron para debatir. Aunque el mínimo tiempo pautado inicialmente de tres horas y media se terminó extendiendo a más de siete horas, las posiciones encontradas en torno a la intención colombiana de firmar un acuerdo que permitirá la instalación de bases militares de Estados Unidos en su territorio, no permitieron más que la redacción apresurada de un documento final y la promesa de seguir discutiendo el tema en el futuro. "Estados Unidos nos dio una ayuda práctica. Colombia, que ha sufrido inmensamente el flagelo del terrorismo, recibe expresiones de pésame y solidaridad, pero pocas veces la cooperación práctica que nos está dando Estados Unidos enmarcada en acuerdos bilaterales de Naciones Unidas". Así se manifestó Álvaro Uribe, el presidente de Colombia, durante su exposición.Tras repasar todos los acuerdos firmados con los países con los que comparte fronteras, Uribe aseguró que "no están vigentes en la práctica" y, en este sentido, los contrapuso con "la ayuda práctica y eficaz" que le da Estados Unidos, y dijo que es precisamente "esa eficacia lo que estamos dispuestos a examinar con ustedes en esta reunión".En ese marco, el mandatario hizo referencia a la actitud de "Europa, Estados Unidos y Canadá" de declarar "grupos terroristas" a quienes realizan masacres y atentados en Colombia, y lamentó que "aún no lo han hecho los países de la región", hoy nucleados en Unasur. "Nosotros no estamos hablando de un juego político, sino de una amenaza que virtió sangre en la sociedad colombiana. No es un tema liviano de soberanía o de acuerdo político", dijo Uribe para marcar la importancia que tiene para su país esta declaración que hoy pidió en la reunión de Unasur.Uribe reconoció que "hubo un progreso en la carta inicial del Consejo de Defensa de Unasur que fue la exclusión de cualquier grupo violento", pero dejó claro que "Colombia aspira a que todos los países de la región reconozcan a estos grupos como terroristas" y no sólo los hechos violentos que estos realizan en forma diaria.Uribe incluso afirmó que "algunos países de la región consideran aliados políticos a estos grupos terroristas" e, incluso, los ayudan a "esconderse" en su territorio, antes o después de que estos realicen "masacres, a veces a familias enteras"."A nosotros nos preocupa que estos grupos sean tomados como aliados políticos, y que puedan esconderse en territorios fuera de Colombia, y creemos que hay que buscar por todos los canales diplomáticos la manera de parar esto", dijo Uribe. Y agregó que a esos grupos muchas veces se les encuentran armas "provenientes de otros países".Por ese motivo, pidió que se incorpore como parte del temario de la cumbre el pedido de Colombia de que "cada vez que aparezcan estos elementos probatorios (armas) que acrediten la colaboración de algún ciudadano de otro país con estos grupos, ese Estado investigue y establezca responsabilidades".DOCUMENTO SOBRE LA MESA Cuando Uribe terminó su exposición Hugo Chávez, le reclamó que presente el documento del acuerdo para despejar "tantas dudas". Y durante su discurso, Chávez exhibió un documento militar supuestamente escrito por el pentágono que sostiene que el Comando Sur estadounidense prevé el uso de siete bases en Colombia como punto de partida para el envío de fuerzas "expedicionarias" a puntos de interés estratégicos de Estados Unidos en América del Sur."Me preocupa mucho y no puedo aceptar que un documento de Estados Unidos nos trate como patio trasero. Quisiera proponer una primera decisión de esta reunión extraordinaria, que en forma perentoria el Consejo de Defensa de la Unasur nos presente un informe y en función de ese informe pedir una reunión urgente con el presidente Obama", sostuvo Correa.Pero al volver a hacer uso de la palabra, el mandatario colombiano Alvaro Uribe aseguró que el documento que leyó Chávez "no es un descubrimiento... está en una página de internet y no es texto adoptado por el gobierno de los Estados Unidos sino que es la propuesta de un grupo académico".LULA, ALECCIONADORLlegado su turno el presidente de Brasil aclaró: “Respetamos la soberanía de acuerdos entre países, pero queremos resguardarnos, queremos garantías jurídicas". Agregó que la pretensión estadounidente en la región "se pasó de los límites" y avanza sobre los países de la región de Colombia, como Venezuela, Ecuador y Brasil, que "comparten una inmensa área, que es la Amazonia". "Pareciera ser que la Amazonia fuera de los países ricos y que son ellos quienes quieren fijar las políticas allí. Esto no es así, Amazonia es nuestro problema, y las propuestas para la zona deben salir de los países amazónicos", afirmó. Lula también aludió al proceso integrador de la Unasur, destacando "la calidad de los avances políticos ya logrados". "Caminamos muchos kilómetros, casi la distancia de la Muralla China, y construimos un gran respeto en el continente", destacó, recomendando a los presidentes "contener la fuerza verbal" para no desacreditar esos logros. También ponderó que en esta reunión de Bariloche los mandatarios se pronunciaron con "más tranquilidad" y remarcó que "también surgen diferencias profundas". Dijo que los mandatarios sudamericanos son "muy exigentes de sí mismos" y recordó que en los 80 los países de la región eran enemigos entre sí y amigos de Estados Unidos o Europa. También compartió con mandatarios que lo precedieron la gravedad del narcotráfico como "flagelo en todo el mundo", pero consideró que "no son los militares los que deben combatirlo en las fronteras, para eso está la policía". Se manifestó a favor de fortalecer el consejo de combate al narcotráfico de la Unasur, y de buscar "garantías institucionales colectivas para solucionar los problemas". Destacó que invitó al presidente de Estados Unidos Barack Obama a discutir con Unasur estos temas, y pidió que en septiembre el bloque ponga en marcha un relevamiento en las fronteras de la región para conocer "la realidad sobre estos asuntos".FINAL APURADOEl tiempo de la reunión transcurrió con las largas disertaciones de cada presidente y muchos de ellos tomaron la palabra en dos, tres y hasta cuatro ocasiones. Las posturas encontradas y absolutas impidieron que se llegara a conclusiones concretas, lo que llevó a Lula a ofuscarse mientras veía cómo Uribe, Chávez, Correa, Morales y Fernández de Kirchner disertaban sin llegar a ningún lado. "Cada uno hablando a su público no da un buen resultado", dijo Lula visiblemente enojado. El presidente brasileño se permitió retar a Correa y se quejó de que los mandatarios hayan apelado a la "retórica" en lugar de adoptar decisiones que habrían permitido concluir antes con resultados más concretos. Para entonces el peruano Alan García y el uruguayo Tabaré Vázquez ya se habían retirado de la sala. El escaso compromiso de que los cancilleres se reúnan en septiembre para seguir hablando del tema y el estudio del impacto de la presencia de Estados Unidos en la región por parte del Consejo de defensa de UNASUR es lo único que se sacó en limpio de la reunión. Del golpe de estado en Honduras y el creciente poder de su gobierno de facto no se logró nada más que una condena. Casi como si estuvieran más preocupados por la foto oficial de rigor que por lo que sus cancilleres estaban redactando como conclusión del encuentro, los presidentes salieron al patio del hotel Llao Llao y se sacaron la foto sonrientes. Luego volvieron para la lectura de un documento que demostró que Lula tenía razón cuando dijo “me preocupa lo que van a publicar los diarios mañana”. Esta, como tantas otras cumbres, no sirvió para casi nada.

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