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Pese a que el transplante cardiorrespiratorio al que fue sometido el Gitano en fines de noviembre había salido bien, su débil salud le jugó una mala pasada. Roberto Sánchez falleció en el Hospital Italiano de Mendoza a los 64 años tras un cuadro crítico. Toda Iberoamérica lo llora. ¿Quién fue?. Aquí lo contamos.-
Una vida de lujos, música y cigarrillo. Ese cigarrillo que tanto placer le dio, pero que también lo mató, a sus tempranos 64 años. Lo había llevado a un efisema pulmonar crónico, que lo puso contra las cuerdas. El cantante afrontó con hidalguía la espera de un corazón y pulmones para sobrevivir.
Pasaron días, meses, y esa oportunidad llegó. El 20 de noviembre había sido transplantado por un numeroso equipo liderado por el cardiocirujano Claudio Burgos. Todas las esperanzas estaban intactas.
Su lucha
Los primeros días fueron alentadores. Nada fuera de lo esperable para esos casos sorprendió a los médicos, que diligentemente atendieron día y noche la quebrada salud del ídolo.
Se bancó infecciones intrahospitalarias, se sometió una y otra vez a la dura prueba de respirar sin ayuda mecánica, y las más de las veces lo lograba. Tuvo días buenos, donde dicen sus allegados que hasta miraba televisión y escribía.
El 1 de diciembre lo operaron por una pequeña fístula a la altura de la tráquea. Se trata de "una complicación no esperada, pero que está dentro de lo previsible para este tipo de postoperatorios de trasplantes".
Dos días después, Sandro necesitaba una traqueotomía pero se negó a ser intervenido. El equipo médico se mostraba preocupado por la debilidad física del cantante, lo que le impedía recuperar su capacidad respiratoria. Lo trasladaron a una sala intermedia.El 12 de ese mismo mes, y por una bacteria, el cantante debió ser sometido a una traqueotomía y volvió a terapia intensiva. Su cardiólo, Sergio Perrone, aseguró entonces que fue como "si le hubiera pasado un camión por encima", y dijo que tuvieron "que empezar de cero".
El 22 de diciembre, fue sometido a una nueva intervención debido a complicaciones en la tráquea, tras lo cual el cantante parecía haberse estabilizado al remitir su neumonía.
Los médicos habían avisado entonces que Sandro no resistiría otra cirugía. Sin embargo, una afección bronquial obligó al equipo que atiende al ídolo en el Hospital Italiano de Mendoza a ingresarlo nuevamente en el quirófano apenas comenzado el 2010.
El 4 de enero a la madrugada, Sandro fue sometido a una nueva operación por una afección pulmonar que sufría. Horas más tarde, el Gitano fue intervenido nuevamente por una infección en todo su cuerpo, que sufrió un shock séptico. Fue demasiado para su debilitada salud.
Hasta siempre, maestro e ídolo
El poster en la memoria colectiva seguirá reviviendo aquella bonanza, la del muchacho que revoleaba la pelvis a la manera de Elvis Presley, escandalizaba y arrasaba -desde la ingenua TV de entonces- con los viejos pudores de la época.
Roberto Vicente Sánchez había nacido en Valentín Alsina, referente social del Gran Buenos Aires, el 19 de agosto de 1945 (aunque otros ubican el hecho en el porteño barrio de Parque Patricios), y nada hacía prever la idolatría que ese chico iba a suscitar en la Argentina y en todo el mundo hispanoparlante.
La biografía oficial suele contar que su carrera comenzó el 9 de julio de 1958, cuando intentando hacer una fonomímica de Elvis Presley en un festival escolar, el disco se rompió y Roberto debió cantar a capella.A eso le siguieron luego el Trío Azul, Los Caniches de Oklahoma y el mítico Los de Fuego, un grupo de rock bastante procaz -lo que le valió inclusive algunas censuras-, y con el que inauguró en 1963 el también legendario reducto La Cueva, de Juncal y Pueyrredón, junto a Pajarito Zaguri y Horacio Martínez.
Por entonces se lo conocía como el "Elvis del Sur" o "Elvis etapa Las Vegas", según la versión de Charly García, con quien prometió un incumplido recital en la cancha de River, después de grabar el clásico "Rompan todo" de Los Shakers en el álbum "Tango 4", de García y Pedro Aznar.
Sin embargo, fue con la música melódica que Sandro logró su mayor popularidad, que quedó consolidada en Argentina cuando en el carnaval de 1971 llenó con 60.000 personas el ya desaparecido estadio de San Lorenzo de Almagro.
Cuando empezó a hacerse ver, a principios de los 60, pesaba 63 kilos y tenía un físico de junco que le permitía agregar un plus de sensualidad inédito en estas playas, habituadas a las simplezas coreográficas de El Club del Clan.
La vida y las toneladas de tabaco que consumió en sus 64 años fueron cambiando las cosas, su cuerpo adquirió panza y su estilo se fue aplacando, aunque hasta sus últimos shows -cada vez más espaciados- sedujo a miles de "nenas" que ya pisaban los 60.
Lo curioso es que también las hijas de esas seguidoras se hicieron fanáticas, y competían con sus madres y/o abuelas en la verbalidad de sus desenfrenos eróticos y en el lanzamiento de prendas íntimas hacia el escenario.Era una ceremonia que conocía al dedillo y él mismo organizaba. Las hacía gritar hasta el agotamiento y después, con la platea más distendida, se ponía a cantar. Y cada tema reavivaba el fuego. Función tras función, año tras año.
Como galán entrado en años, la prenda que lo acompañó a lo último era una robe de chambre roja, que además de disimularle los kilos de más le daba un toque hogareño, como para hacerlo accesible en la imaginación de cada una.
Las flores y el champán también formaban parte del festejo, que se hacía estridente y vagamente romántico cuando algunas privilegiadas llegaban por sorteo al escenario, con el premio de una canción dedicada y un leve beso en los labios.
Las cosas, por supuesto, no pasaban de ahí y a lo sumo se traducían en una peregrinación casi religiosa los 19 de agosto al bunker rigurosamente vigilado que Sandro tenía en la localidad de Banfield, cuya intimidad compartía con parejas generalmente mayores que él y gorditas.En viejas reseñas periodísticas se pueden leer nociones como "La mujer es fuente de inspiración, de vida, fuerza de toda energía que yo pueda tener y, cuando me faltó, me sentí mal".
También dijo: "Si no fuera por las mujeres yo no sería absolutamente nada; primero, porque nací de una mujer. Además, me acompañaron toda mi vida, me han inspirado todas mis canciones".
Entre las murallas de su mansión tuvo romances de desigual duración pero aparentemente similares en intensidad: con Tita Rouss, ex de Alberto Olmedo; con una dama llamada María Elena y con Julia Visciani.En su caso, la cuarta fue la vencida y se casó con Olga Garaventa -ex secretaria de su productor teatral Aldo Aresi-, en su domicilio en una ceremonia estrictamente privada en abril de 2007.
A lo largo de 53 discos (el primero, de 1963), Sandro superó más de 8.000.000 de placas vendidas, con temas como Así, Por qué te amo, Penas, Mi amigo el puma, Penumbras y Una muchacha y una guitarra, lograron vender un millón de copias cada uno.
Algunos de sus álbumes más recordados fueron Quiero llenarme de tí, Sandro de América, Album rojo, Se te nota, Volver a casa, La vida sigue igual, Historia de un ídolo y Con gusto a mujer.
Hasta que llegaron los problemas de salud y una serie de internaciones en el Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento y otras instituciones, desde que en 2002 debió someterse a un cateterismo.
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