domingo, 28 de marzo de 2010

ESTA DEMOCRACIA TIENE EL CABALLO DETRAS DEL CARRO

*Oscar Gastiarena
http://www.elretratodehoy.com.ar/

Enero de 1962. Meses antes, Fidel Castro, idolatrado por juventudes latinoamericanas y de otras partes del mundo, se proclamaba “marxista leninista” (“y lo seré por el resto de mi vida”); abierto desafío al poderío de Estados Unidos que, de inmediato, presionó para convocar la Organización de Estados Americanos y expulsar a Cuba de su seno.
La asamblea se realizó, en ese fecha, en el hotel San Rafael, de Punta del Este, con la presencia de todos los cancilleres americanos; La Argentina estuvo representada por el ministro de Relaciones Exteriores, Miguel Ángel Cárcano y Oscar Camilión, subsecretario y los diplomáticos Ortiz de Rozas y Rivarola, entre otros. (Varios marplatenses estuvimos en el balneario uruguayo, invitados a viajar en el avión de la gobernación de Buenos Aires por Antonio Pereira (en ese momento alto funcionario en La Plata): el periodista Juan Carlos Derosa, recientemente desaparecido, y el director teatral y entonces ejecutivo de LU6, Rubén Benítez. También asistió otro convecino ilustre, Carlos Ernesto Camet, titular de la Comisión de Relaciones Exteriores de Diputados de la NaciónDean Rusk, secretario de Estado de USA, llegó con órdenes concretas de John F. Kennedy: excluir sin dilaciones a Cuba de la OEA; para ello necesitaría dos tercios de los votos.Un grupo de países, liderado por Argentina y Brasil, intentó rechazar la drástica medida; los esfuerzos cubanos, dirigidos por el Presidente del gobierno, Osvaldo Dorticós y el ministro de Relaciones Exteriores, Raúl Roa, fueron infructuosos. Cárcano, siguiendo instrucciones de Frondizi, tenía la difícil misión de no traicionar la tradición argentina (“libre determinación de los pueblos”), pero, los militares presionaban sin disimulos para que se acompañara con el voto al país del norte.Acallados los encendidos discursos escuchados en el recinto, pareció que Estados Unidos no lograría los dos tercios; algunas arengas sonaban a falsarias y las deserciones fueron apareciendo, aunque “el voto número 15, todavía,” no tenia nombre…En las vísperas de la votación, avanzada, la madrugada, algunos periodistas, tratábamos de seguir los movimientos de los cancilleres; así descubrimos, en la barra del Hotel, a Dean Rusk, sesentón, flaco calvo, alto, huesudo, conversando animadamente con el representante de Haití a quien le ofreció “colaborar” con millones de dólares para que construyeran caminos, hospitales, escuelas. Brindaron con “scotch”; un apretón de manos pareció sellar la infamia.La Argentina, Brasil, Chile, México, Ecuador y Bolivia, se abstuvieron de votar la exclusión de Cuba y el cumplimiento de la exclusión. Cárcano declaró que la Conferencia carecía de poderes para suspender a cualquier estado miembro del sistema interamericano. Esas precisas palabras llegaron en sobre lacrado en las manos del embajador argentino en Washington, Emilio Donato del Carril; Antonio Pereira lo esperaba en la escalerilla del avión para llevarlo hasta la sede de las deliberaciones.Al retornar a Mar del Plata escribí ==no recuerdo si editorial u otro artículo== conclusiones y detalles finales de la traición del sangriento dictador, Francois Duvalier (“Papá Doc”), afirmando que urgía introducir modificaciones en la carta orgánica de la OEA porque jamás funcionaría con equidad una institución, integrada por un país rico y poderoso, y otros pobres o totalmente indigentes, con iguales obligaciones y derechos; tan desatinado como si en un buque de guerra de la poderosa flota, tuvieran igual rango y poder de decisión comandante y marineros…Un mes después, febrero de 1962, John Kennedy, ordenó el bloqueo de Cuba y poco a poco, todos los gobiernos que en Punta del Este, se habían opuesto a la expulsión, fueron derrocados por golpes militares; empezando por Janio Quadros y Arturo Frondizi.La nota me ocasionó discusiones, disgustos y un sambenito…-- A casi 50 años de aquel escrito –fácil de hallar en los archivos de La Capital—un grupo de países latinoamericanos acaba de constituir una institución, como la OEA, pero sin el Tío Sam. (En Naciones Unidas, EE.UU, tiene poder de veto. Y en la OEA el poder que dan los dólares, las armas, o la fácil sumisión de funcionarios que representan a territorios donde falta de todo y sobra indignidad…)- - ¿Por qué estas disquisiciones?-- Observando la realidad política argentina, como hace casi medio siglo, creo que se impone la necesidad de adoptar medidas de fondo, para evitar, dentro de lo posible, iniquidades, trapisondas, fullerías que se realizan como si fueran operaciones graciosas y que, en definitiva, constituyen estafas, falacias, como las promesas electorales que los políticos, de antemano, las saben mentiras imposibles de cumplir.Concretando: los legisladores, nacionales o provinciales, al igual que concejales de modestos municipios, creen que el jolgorio (“holgorio”) continuará toda la vida…No se han detenido a pensar que la tecnología está prevaleciendo y que los modestos cambios que se hicieron en los últimos siglos a la democracia, pueden tomar velocidad y originar nuevos sistemas de “representación ciudadana”; más rápidos y más confiables.La tecnología ha superado al hombre que, parece ir con el caballo detrás del carro.Sin adscribir al control que buscaba El Gran Hermano (“1984”,George Orwell), solo pretendo brindar algunos ejemplos para que aquellos que ganan la plata fácil, comprendan que, si se da vuelta la taba (y no hablo de “destituyentes”) tendrán que ir a trabajar, en serio, ganando sueldos que, de acuerdo con ciertas capacidades, no alcanzan ni para la canasta básica.Estamos sin aprovechar las fabulosas herramientas que nos brinda la ciencia: Internet, comunicaciones telefónicas y televisivas, que han convertido al planeta en un pequeño barrio, interconectado con las antípodas: tanto que el acontecimiento que se registre en la plaza Roja de Moscú, o en la 5ta. Avenida de Nueva York, será conocido, simultáneamente con los moscovitas o los estadounidenses en todos los confines.¿Cuánto le cuestan al ciudadano, diputados o senadores nacionales (aparte de sueldo, secretarios, choferes, vehículos, pasajes, estadía, comida, etcétera)?De ninguna forma estoy adhiriendo a quienes puedan pugnar por cerrar, “ningunear” (como dicen ahora) o vetar las resoluciones del Congreso.Imaginemos: En cualquiera de las ciudades del país, el intendente eleva a consideración del Concejo Deliberante, determinado proyecto que origina grandes discusiones, a favor y en contra; luego de presiones exógenas (por no decir ajenas al recinto), la iniciativa resulta aprobada. ¿Cuánto tiempo demandó esa ordenanza?; ¿Cuáles fueron los gastos en café, teléfonos, papel higiénico, jabón, luz, etcétera? Además, siempre quedarán dudas: ¿se favoreció a algún lobby? ¿Hubo actos de cohecho? (bah, pagaron coimas , se repartieron el diezmo?). Y la pregunta del millón: ¿El proyecto representa el sentir del pueblo o fue votado por presión? Veamos la otra variante:El intendente pone en consideración del pueblo el mismo proyecto y lo somete a votación, vía Internet. En menos de 24 horas tendrá la respuesta de los ciudadanos y hará lo que decida la mayoría. (Por supuesto que no estamos “inventando el plebiscito”, que viene de la antigua Roma), sino utilizando tecnología de punta. Ya mismo podrían realizarse experimentaciones, consultando por ejemplo, en cualquier barrio, que obra resulta prioritaria: jardín de infantes, escuela, sala de primeros auxilios, desagües, iluminación o plaza…Señores congresistas, por si las moscas: hay que poner las barbas en remojo y cambiar (si es que existe) la “mala praxis”, (bah: Curros, agachadas o levantar la mano para darle el “si” al mejor postor…Me dirán que al pueblo se le puede mentir. Sí, es verdad: Igual que ahora. Una de las formas de evitarlo sería constituyendo un cuerpo de notables, pocas personas, cultas y capacitadas en el tema específico, para brindar al vecino la información necesaria…¡Y qué buena letra trazarían los políticos!, desde el Presidente (dije Presidente, no Presidenta) para abajo, si también se pusiera en práctica el referéndum revocando el poder cuando es desoído el viejo latinismo: “vox populi vox Dei”

oscargastiarena@yahoo.com.ar

No hay comentarios: