*Eduardo Cao
www.elretratodehoy.com.ar
Empeñados como estamos –y en todos los significados de la palabra- en tirar para adelante los problemas y abrazar las circunstancias, nos aprestamos los argentinos a celebrar el Bicentenario. Doscientos años de país y los dilemas nacionales siguen sin respuesta. Ni siquiera con ayuda logramos armar el rompecabezas. ¿Si empezamos con eso de “!Argentinos, a las cosas!”? Y, por algo deberíamos comenzar; al menos para pagar la deuda que tenemos con Ortega y Gasset.
“No somos disparados a la existencia como una bala de fusil cuya trayectoria está absolutamente determinada. Es falso decir que lo que nos determina son las circunstancias. Al contrario, las circunstancias son el dilema ante el cual tenemos que decidirnos. Pero el que decide es nuestro carácter” (José Ortega y Gasset -1883/1955- filósofo y pensador español)Como pocos, Ortega y Gasset conocía la Argentina y a los argentinos. Visitó el país en dos oportunidades (1916 y 1928) y lo eligió como destino de exilio entre 1939 y 1942. Marcó una época con aquello de "¡Argentinos, a las cosas!" lanzado en una conferencia en La Plata, recién llegado al exilio desde su España sacudida por la confrontación civil y próxima a involucrarse en la conflagración mundial.La famosa frase surgió como un intento de colocar una bisagra entre las circunstancias y el dilema. De separarlas. Creía Ortega y Gasset, en su amor por una adolescente Nación entonces apenas centenaria, en la capacidad de los argentinos, oculta por la pertinaz costumbre de anticipar frustraciones más que en lograr soluciones a sus problemas, un dilema de entonces y de ahora, ya con el filósofo en el recuerdo. Menos conocidas que su arenga "¡Argentinos, a las cosas, a las cosas!”, son las palabras que la siguieron: “Déjense de cuestiones previas personales, de suspicacias, de narcisismos. No presumen ustedes el brinco magnífico que daría este país el día que sus hombres se resuelvan de una vez, bravamente, a abrirse el pecho a las cosas, a ocuparse y preocuparse de ellas directamente y sin más, en vez de vivir a la defensiva, de tener trabadas y paralizadas sus potencias espirituales, que son egregias, su curiosidad, su perspicacia, su claridad mental secuestradas por los complejos de lo personal".Buscando modelos –lo que intentó decirnos José Ortega y Gasset antes de volver a morir (¿desilusionado?) a España- antes que soluciones propias. Así estábamos hace 71 años; así estamos hoy.NÚMEROS, EL NUEVO DILEMASemanas atrás, contábamos de ciertas “rabietas” y gritos en Olivos, a raíz de encuestas encargadas por el propio oficialismo y que para el jefe de la familia K no eran para nada auspiciosas. Números más, números menos, los resultados publicados en los últimos días de una consultora en un universo de votantes no especificado, sirvieron para el repunte, pero no alcanzaron para apaciguar talantes en el círculo áulico del matrimonio presidencial. Aceptando la metodología del teléfono para impersonales encuestas sobre imagen (algo que nunca jamás me ocurrió; si me apuran lo juro), tanto la de Néstor como la de Cristina, están cerca del suelo. Pero, al mismo tiempo, en respuestas sugeridas o espontáneas, el ex presidente asomaría como potencial beneficiario del 15% o el 19% de los votos si se postulara en 2011. Aparecen en ese lote Julio Cobos, Francisco De Narváez, Eduardo Duhalde, Mauricio Macri y, como dirían ciertos presentadores deportivos cuando de tablas de posiciones hablan, “el resto”. Detalles que no se nos escapan: 1) en la respuesta denominada espontánea, el 40,2% nutre el rubro “no sabe/no contesta”; 2) De Narváez, en el momento de la consulta, aún no había “bajado” de la presidencial; 3) Duhalde, en el mismo lapso, era señalado como ganador en la interna del PJ con un 38% por otra consultora.Y sobre esto último, la interna de agosto de 2012 en el peronismo, todavía tiene mucha tela para cortar. Traducido en la realidad de la diáspora en el partido fundado por Juan Domingo Perón, Felipe Solá, por ejemplo, hasta el momento tiene decidido sustentar su candidatura presidencial por fuera del PJ. Duhalde, en tanto, exigió la presencia de Antonio Cafiero (“es una garantía para todos”) en la Junta Electoral. “Si lo logramos, iremos a elecciones y vamos a ganar por nocaut o abandono”, advirtió en Mar del Plata, como ratificando la sospecha de que el kirchnerismo, a través de su dominio numérico en el PJ, intentaría excluir del cuerpo de control a toda otra expresión interna. Lo que también expresó fue su preocupación por la desunión de los argentinos, exacerbada, según el lomense, “por este Gobierno”. "Es una fantasía –vaticinó un Duhalde más confiado en Facebook que en las escuestas publicadas- que gane el kirchnerismo en 2011… Argentina tuvo fuertes liderazgos a partir del 1983 como el de Alfonsín, Menem y un liderazgo basado en la extorsión que es el actual liderazgo kirchnerista, un liderazgo totalmente tóxico".“Desunión”, la palabra mágica. ¿Será uno de los condicionamientos para crecer como país, a los que se refería Ortega y Gasset hace siete décadas? Podría ser, ¿por qué no?EN ESTADO DE SOSPECHAGabriel Brito es un empresario farmacéutico que aportó 310.000 pesos a la campaña electoral de Cristina Fernández de Kirchner en 2007, lo que no es motivo de que hoy está preso, que lo está, en realidad, por su supuesta vinculación con la llamada “mafia de los medicamentos”.Parece que a Brito el poder lo dejó sin armadura, sin la cual cayó en manos de la Justicia. Ahora quiere desquitarse y de su boca escuchó el juez varios nombres. El primero fue el de Néstor Vázquez, ex gerente de la Superintendencia de Seguros de Salud durante la gestión del recaudador Néstor Capaccioli en la Superintendencia de Salud. Vázquez habría sido el ejecutor del sistema que permitía a las obras sociales cobrar reintegros en maniobras irregulares.Además de Brito, las rejas se cerraron en torno a Juan José Zanola, el histórico secretario general de los bancarios, y su esposa, Paula Aballay, y el empresario farmacéutico Néstor Lorenzo, señalado por el actual “arrepentido” (calificación que le corresponde a Graciela Ocaña, la ministra expulsada de Salud) como destinatario de los cheques que fueron a parar a las arcas de campaña en 2007. Los sospechados de vinculaciones con la llamada “mafia de los medicamentos” son muchos más y tienen una particularidad en común: ocuparon o transitan y hasta lo siguen haciendo, despachos del poder kirchnerista. Algunos con mucho, muchísimo poder.El “poderoso Don Dinero” sigue sobrevolando la política argentina, ahora reciclado – siempre en verdes- en el caso de los supuestos “retornos” impuestos a empresarios argentinos para poder hacer negocios la Venezuela del bolivariano Hugo Chávez. En el ya voluminoso expediente judicial que lleva adelante el juez Julián Ercolini, aparecen otros nombres de peso, relacionados con una especie de “embajada paralela” que se dedicaba a esos negocios bilaterales. Y también empresarios denunciantes por ahora anónimos, defensores del pueblo tanto venezolanos como argentinos que, por supuesto, ya no están en esos cargos y diplomáticos, como el primer denunciante, Eduardo Sadous, a quien el ministro De Vido calificó de haber cedido la embajada en Venezuela para las reuniones de pretendidos “golpistas” que protagonizaron una asonada contra Chávez, en abril de 2002. Lo cierto está en los papeles, según la investigación de uno de los periodistas más denostados por los K, Joaquín Morales Solá: “Sadous llegó a Caracas como embajador el 17 de octubre de ese mismo año, seis meses después del intento de destitución del presidente venezolano”. Las fechas también forman parte de cualquier historia y éstas aparecen como incontrastables. Tanto como los gestos que describe también el columnista de La Nación y que se tradujeron en condecoraciones del chavismo al mismo Sadous, al dejar la representación diplomática en Venezuela. Lo que no tuvo en cuenta De Vido al embestir contra el ex embajador, recordaba un Morales Solá documentado, fue que el propio Néstor Kirchner que pidió una reunión con los líderes opositores venezolanos durante su primer viaje a tierras bolivarianas, en el amanecer de su gestión en la Argentina.Dicen por estos pagos prestos a festejar el bicentenario que nuestro devenir como Nación es relatado siempre por los vencedores. Quizá sea cierto. ¿O será que aquellos que sostienen esa teoría forman parte del narcisismo argentino del que hablaba Ortega y Gasset?LO DICHO, DICHO ESTÁ"Esto es un nuevo ataque ridículo de Néstor Kirchner, nos tiene acostumbrados a esto… cuentos como este se vuelven en contra rápidamente. Cuesta pensar que voy a armar una red de escuchas para escuchar los problemas sentimentales de los vecinos de la Ciudad. Queremos jueces al servicio de todos y no del poder de turno (y que) metan presos a los que llegan al poder y roban la plata de la gente (Mauricio Macri, jefe de Gobierno porteño, horas después que Norberto Oyarbide dictara su procesamiento por “asociación ilícita” en la causa por escuchas ilegales)"Estamos ante el sector más importante en términos de balanza comercial, el agroindustrial, que fue el que más perdió en esos principios y que también es el que más ha ganado y aportado a ese superávit comercial. Nobleza obliga. Hay que reconocer las cosas como son" (Cristina Fernández de Kirchner en un sorpresivo elogio al ruralismo, durante el acto de lanzamiento del Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial Participativo y Federal 2010-2016)"No me lo esperaba, porque nunca lo había hecho. Ahora vamos a ver si ésta es otra de sus políticas para confundir, si sólo fue un discurso, o si va a tomar políticas para el campo. Espero que nos llamen para tomar medidas concretas y que, de ahora en más, no tomen más decisiones sin consultar a las entidades agropecuarias.Si esto queda en palabras, no sirve" (Alfredo De Ángeli, presidente de la Federación Agraria de Gualeguaychú sobre los dichos de la Presidente)"Estoy convencido de que (esta denuncia) no tiene nada que ver con la realidad, que no tienen ningún sentido, que es un gran bluff. Por eso hay que investigarlo para que salga a la luz lo mal intencionado de las situaciones que enlodan al Gobierno y (de las que) después (sus autores) no saben cómo salir. Yo no quito valor a lo que hacen el fiscal y el juez, que debe ser respetado y acompañado con todos los elementos a la mano. Pero mi visión, mi análisis, mi olfato, me dicen que va a terminar en nada, porque no hay nada de eso" (Aníbal Fernández, jefe de Gabinete, al hablar de la causa judicial en la que se investigan presuntas coimas a empresarios argentinos para hacer negocios con Venezuela)
caoelretrato@live.com.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario