viernes, 25 de junio de 2010

ASI NO, SEÑORA ESTELA CARLOTO

*Abel Cacho Ayala
www.elretratodehoy.com.ar

(Nuestros muertos deben ser respetados en cualquier contexto) Con mezcla de dolor y asombro me encuentro con documentos fotográficos que muestran a la señora Estela Carlotto en medio del mundial de fútbol en Sudáfrica, casi podríamos decir, haciendo la campaña a Premio Nóbel de la organización que preside. Desde el comienzo de este campeonato, viendo el contexto argentino en el país sudafricano y observando el contenido del sector vip de las tribunas de nuestra selección, no pude evitar que Enrique Santos Discépolo se hiciera presente en mi memoria y no por “mordisquito” precisamente, sino que desgraciadamente por “cambalache”.
El clima de vaudeville, violencia y exhibicionismo de un sector de “famosos y tristemente famosos argentinos(barrabravas)” que se ha hecho presente en Sudáfrica, ahora se ve enriquecido por la presencia de la señora Estela Carlotto, que además pareciera ser, según los testimonios gráficos, fue a bendecir a Maradona, olvidándose que es un señor que se negó a realizarse un ADN por la demanda que tiene sobre un presunto hijo natural nacido en Italia. Es cierto que la argentina es muy especial, a punto tal, que es el único país del mundo donde organismos de derechos humanos asumen posición política. Por eso mis respetos a Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, que además de ser una organización horizontal y no haber cometido la hipocresía de proclamar el rechazo de indemnizaciones, mientras otros que las rechazaron agarran todo y gordo. Línea Fundadora por otro lado conserva su independencia absoluta de banderías partidarias, lo cual no les impide a concurrir a actos relacionados con el tema, sean oficiales o no, con lo cual le rinden el merecido homenaje a las tres madres asesinadas por el genocidio: Azucena Villaflor, María Eugenia Bianco y Esther Careaga, tres de las catorce valientes que salieron por primera vez a la calle a luchar por sus desaparecidos.Nadie deja de reconocer los méritos del accionar del grupo de Abuelas de Plaza de Mayo, el no hacerlo sería un acto de necedad, pero esto no habilita sine die a realizar cualquier cosa con una misión cuasi sagrada, menos cuando a la memoria de muertos por la violencia irracional nos referimos.Que el apellido Carlotto conste en diputados y en una Dirección Nacional, puede ser tolerado, porque la señora Estela de Carlotto no tiene porque imponerle la apoliticidad a sus hijos. Pero que la metodología usada por la dictadura militar en el mundial de fútbol de 1978 aprovechando el fervor de la gente común para fundamentar aquello de que “los argentinos somos derechos y humanos”, sea nuevamente usada en el 2010 por la señora Carlotto en la búsqueda de un Premio Nobel, mas allá de que el mismo sea logrado y merecido, desgraciadamente involucra a los muertos en el horroroso contexto del cambalache.No olvidemos que la argumentación de que el fin justifica los medios, fue la razón argumental para cometer los mas deleznables crímenes de lesa humanidad.

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