domingo, 6 de junio de 2010

DEL BICENTENARIO A UN "SHOW" DE "BARRABRAVAS" EN SUDAFRICA

*Jose Luis Ponsico

Los ecos del Bicentenario no se habían agotado, algunos historiadores aludían a la necesidad de reconstruir "la argentinidad" -algo tan difícil, por cierto- cuando de repente la Argentina fue sorprendida por un "show" de decenas de "barrabravas" en Sudáfrica para ver el Mundial de Fútbol, a lo grande. Dato: ir cuesta 8 mil dólares por vía aérea

La "argentinidad" también la expresan los 200 "barras" que están llegando a Johanesburgo desde Ezeiza en vuelos para el asombro. Como si fuera a Mataderos a ver a Nueva Chicago. El gobierno nacional a través del jefe de gabinete negó toda vinculación con una "corporación de hinchas".

Lo mismo hicieron Julio Grondona, Diego Maradona y Carlos Bilardo, aunque el titular de la AFA. advirtió que él "nunca tuvo contacto con los jefes de las hinchadas y los llamados barrabravas en tanto (Carlos) Bilardo y (Diego) Maradona, sí" al tiempo que recordaba un supuesto operativo México´86.

No hace mucho Oscar Ruggeri reconoció que para el Mundial aludido los jugadores de ese tiempo "juntamos dinero para el viaje de los hinchas", dijo por "América 24". Por su parte Maradona replicó a varios periodistas que viajaron por las insinuaciones del caso. El primer impacto fue ver imágenes de "barras" en el avión de los jugadores.

Mientras ocurría todo eso, los Medios gráficos destacaban a sociólogos, historiadores, psicólogos y escritores analizando las repercusiones por los festejos del Bicentenario en multitudinaria manifestación en la Avenida 9 de Julio, entre el 24 y 25 de mayo último. De tres a cinco millones de asistentes que vivieron las jornadas con alegría y en armonía.

El 29 de mayo se cumplieron 40 años del secuestro del general Pedro Eugenio Aramburu, de su propio domicilio en el Centro de la Capital Federal y a cargo de cuatro jóvenes armados. El crimen lo reivindicó la conducción de la organización guerrillera "Montoneros" y el cuerpo apareció en la estancia "La Celma" de Timote, provincia de Buenos Aires.

Hace cuatro décadas Fernando Abal Medina, Gustavo Ramus y Mario Eduardo Firmenich tenían entre 24 y 25 años de edad, cada uno. Un poco más grande era Norma Arrostito, que participó en el "juzgamiento" hecho a Aramburu un día y medio más tarde en las cercanías del pueblo agropecuario casi al límite de La Pampa.

En 1974 cuando "Montoneros" pasó a la clandestinidad la revista "La causa peronista" reprodujo el testimonio de Firmenich y Arrostito, dando cuenta del "proceso y sentencia" al militar que fue uno de los jefes de la Revolución Libertadora, en septiembre del´55. El derrocamiento del gobierno de Juan Perón, el 16 de ese mes y los fusilados del´56, condenaron a Aramburu, según "Montoneros".

Antes, un hombre cercano a la Armada, Próspero Fernández Alvariño, reprodujo una investigación que concluyó en el libro "Z el crimen del siglo" y cuya teoría dejaba establecida una virtual "interna" del Ejército, donde el gobierno del general Juan Carlos Onganía a través de su ministro del Interior, Francisco Imaz, no estaba ajeno al asesinato.

Según Fernández Alvariño, fallecido en los´80 -escribía con el pseudónimo de "Capitán Gandhi"- Abal Medina y Firmenich registraba varios ingresos, por Mesa de Entradas, al Ministerio del Interior, desde un año antes del secuestro del ex Presidente de la Nación, cuando fue relevado el general Eduardo Lonardi, el 13 de noviembre del´55.

Aramburu permaneció tres días cautivo y fue asesinado de un disparo según todos los indicios recogidos hace 40 años. Por entonces, Juan Domingo Perón ya instalado en Madríd soltó una frase: "La violencia de arriba engendra la violencia de abajo". La guerrilla tuvo su apogeo en ese tiempo.

Otros testimonios revelan que Perón no veía mal que Aramburu se opusiera al régimen de Onganía -los sectores populares lo comparaban con Francisco Franco por el estilo en la llamada "dictadura blanda" de fines de los´60- y hasta se dijo que existía la posibilidad de un encuentro entre ellos. Algo nunca probado.

Lo cierto que como ahora con los "barra" nunca se esclareció debidamente el hecho. Poco des-pués fueron emboscados Abal Medina -ideólogo de la organización- y Ramus en "William Morris", conurbano bonaerense y abatidos por fuerzas policiales y del Ejército. La caída de Onganía e Imaz se llevó otra parte de los interrogantes.

Ahora, el Mundial en Sudáfrica concitará la mayor aten-ción. No obstante, la "argentinidad" a la que se alude, como un intento de reconstruir "la identidad nacional" sigue siendo otra incógnita: desde el sentimiento festivo del Bicentenario a los episodios conocidos de un fútbol, nuestro, impregnado de violencia; sin olvidar la historia de los´70 y la tragedia.

El 12 de junio del´74, en su último discurso dirigi-do al pueblo argentino, desde el célebre balcón de la Casa Rosada, Juan Perón -a 19 días de su falle-cimiento- anticipó: "Existen factores negativos que provocan consecuencias a cuyas causas hay que ponerles remedios", en lo que se entendió un mensaje a la guerrilla urbana.

Aludió asimismo a "hechos que sólo obedecen a causas provocadas e invocadas al servicio de una campaña psicológica y con fines inconfesables", decía. "Desarrollados ante la indiferencia de unos y la desaprensión de otros; todo apunta a generar la desconfianza popular", sostenía Perón.

Un mes antes en la asamblea legislativa el ex Pre
sidente de la Nación, tres elegido por el voto popular, había dado a conocer el Modelo Argentino para el Proyecto Nacional. En el mediodía del 12 de junio habló sobre "los idiotas útiles" cuya acción iba "en contra de los intereses del país" un anticipo de lo que vendría.

Hoy, el historiador Felipe Pigna, 50 años, uno de los más leídos -especialmente por la juventud- advierte que "cuesta construir una identidad nacional", como lo reclama en buena medida la serie de actos que durante cuatro días vivió la Argentina por el Bicentenario de la Patria.

Además de la extraña "convivencia" (futbolistas y "barras", aunque en "clases" distintas) en avión de línea que transportó la delegación argentina a Sudáfrica, el escenario político presenta diferencias en el PJ. (Kirchner vs. Duhalde) en la UCR. (Ricardo Alfonsín versus Moreau, Federico Storani) en otros disidentes de "unos" y "otros", como Elisa Carrió, Francisco De Narváez, Felipe Solá y Margarita Stolbizer.

"El único héroe válido es el héroe en grupo", decía el dibujante y caricaturista Héctor Oesterheld, secuestrado y asesinado durante la dictadura. En la Argentina de hoy desde la Iglesia y los distintos factores de Poder el desafío sigue siendo la pobreza, la marginalidad, el desempleo, los jóvenes y sus consecuencias: la delincuencia, el delito.

El sociólogo Jorge Franco no hace mucho dijo, aludiendo a la importancia de los medios masivos y el tratamiento de las noticias y sus protagonistas: "Si los medios se la pasan diciendo que los políticos, antes y ahora, se robaron (roban) todo, pro-ponen un espejo de acero para los jóvenes que no pueden atravesarlo", dijo.

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