EL DEBATE SOBRE EL MATRIMONIO HOMOSEXUAL SE INSTALO EN MAR DEL PLATA

*Gonzalo Gobbi
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Desde la secretaría de Derechos Humanos apoyan la iniciativa. Aseguran que la normativa sacará a la comunidad gay de la clandestinidad. Por su parte, los integrantes del Movimiento Marplatense por la Familia, manifestaron estar en contra y el Obispo de la ciudad lamentó que Argentina discuta sobre el tema. Puiggari dijo que se trata de “una ofensa” a los principios de la Iglesia. A ver...
El debate por la unión civil entre personas del mismo sexo se instaló en el ojo de la polémica. Marchas a favor y en contra de la discusión que por estos días tiene lugar en la Cámara de Senadores se organizaron en distintos puntos del país, incluyendo a Mar del Plata, y en medio de la polémica afloran las necesidades por obtener derechos y reconocimientos para hombres y mujeres homosexuales, pero también las más férreas críticas al pedido de modificación del Código Civil, advirtiendo que el “matrimonio gay” atenta contra el modelo de familia tradicional.
El Atlántico dialogó con distintos referentes locales con el objetivo de recoger testimonios en relación a este tema. Existen posturas por demás divididas y un debate fuertemente asentado en la ciudad a través de manifestaciones individuales o grupales tanto a favor como en contra de posibilidad de que dos personas del mismo sexo logren el aval legislativo para casarse.
Desde el Obispado de Mar del Plata lamentan que el proyecto de ley se esté discutiendo en la Argentina y repudiaron que, en estos casos, se utilice el concepto de “matrimonio”. Por su parte, una de las referentes de la Asociación Por la Igualdad de los Derechos (APID) dijo que la aprobación de la norma permitirá “salir de la clandestinidad” y ser “reconocidos por igual”.
Una psicóloga que disertará este viernes en la Facultad de Derecho dijo que resulta necesario analizar si la sociedad está preparada para aceptar este cambio, pero avaló la posibilidad de que dos personas del mismo sexo puedan sellar su amor a través de una boda.
Si bien la última palabra la tendrán los senadores, desde el Movimiento Marplatense por la Familia ya organizaron marchas para repudiar el matrimonio gay bajo el lema “La Familia Sí Importa” y hay quienes aún en la ciudad consideran que la homosexualidad es una “enfermedad”. Lo cierto es que el debate genera enfrentamientos y la resolución de la discusión por la igualdad de género, aún en el siglo XXI, es una verdadera incógnita.
“La ley llevará a desarrollar una vida con igualdad”
Daniela Castro - Secretaría de Derechos Humanos
Como integrante de la Asociación Por la Igualdad de los Derechos (APID) y referente de la Secretaría de Derechos Humanos, Daniela Castro aseguró que se trata de “un momento histórico en el país” ya que -de aprobarse-, la ley “llevará a lesbianas, travestis, transexuales y bisexuales a desarrollar una vida finalmente con igualdad”, alejándolos de “la clandestinidad y el ocultamiento para pasar a estar jurídicamente reconocidos y reconocidas”.
Tras instar a imitar el ejemplo de países como España, Portugal y Bélgica (que aprobaron esta iniciativa), Castro advirtió que en Argentina “esto no es fácil” en el marco de “una población machista, conservadora y patriarcal como la que vivimos”.
Consultada acerca de la situación actual en la ciudad, la representante de la Secretaría de Derechos Humanos dijo que en “Mar del Plata ya hace mucho tiempo se viene generando un importante debate sobre el tema con un excelente impacto y esto es gracias a las organizaciones que han impulsado este fuerte debate en la sociedad marplatense”.
Asimismo explicó que en Mar del Plata se presentaron ante la justicia siete casos, pero adelantó que “sin dudas cuando la ley salga serán muchas más las que salgan a legalizar su situación”.
El impacto de la discusión generó, de acuerdo con Castro, “repercusiones buenas y no tan buenas” y en esa misma línea hizo referencia a la concentración que días atrás se hizo presente en el microcentro de la ciudad en rechazo al matrimonio homosexual. “Se trató de conservadores descendientes de una cultura prehistórica intentando preservar el concepto católico de familia, concepto que acompañamos, entendiendo que hoy el concepto de familia va más allá de una cuestión de religión”, consideró.
“Creo que quienes estamos luchando por esta ley solo queremos que se reconozcan las uniones y familias que ya existen y las que vendrán. No me parece de gran importancia que sea matrimonio o unión civil. Personalmente considero que esto es una forma más de discriminar o diferenciar a unos de otros”, completó.
ADOPCIÓN
-¿Cual es tu opinión con respecto al debate que existe en torno a la adopción de niños en parejas homosexuales?
-La verdad que he escuchado muchos disparates. La familia es la célula básica de nuestra sociedad, pero no hay que olvidar que históricamente existieron familias del mismo sexo o personas que adoptaron hijos de los cuales solo se tiene el registro de ser buenos ciudadanos como los hijos de cualquier pareja o persona heterosexual. La cuestión es ver cuántos de los niños violados, maltratados, explotados laboralmente, abandonados y violentados son hijos de parejas del mismo sexo o personas no heterosexuales
-¿Que opinas de quienes dicen que la homosexualidad es una "enfermedad"?
-Lo terrible de esto es que lo he escuchado, entre otros, de funcionarios con cargos importantes y con influencia social. ¿Que podría responder sin caer en lo grotesco? Sin palabras.
Puiggari: “Es una ofensa al matrimonio”
El Obispo de la Diócesis de Mar del Plata, Juan Alberto Puiggari, se mostró claramente en contra de la ley que avala la unión civil entre personas del mismo sexo. Dijo al respecto que “hoy lo que manda es el facilismo” y que la ley es “una ofensa al matrimonio”.
La máxima autoridad de la Iglesia marplatense advirtió que la comunidad religiosa no se opone a que los homosexuales tengan derechos como cualquier otra persona, pero cuestionó que se utilice el término “matrimonio”. “Llámenlo como quieran pero no lo llamen matrimonio”, denunció. “En esto no nos podemos conformar, me da tristeza que la Argentina tenga este proyecto que se está debatiendo”, añadió
Tras aclarar que “la familia es el modo más pleno de vivir y de ser felices”, Puiggari se preguntó: “¿Es lo mismo para un niño tener papá y mamá, que quede desconcertado por no tener mamá?”. “Que no me digan que es lo mismo: el padre tiene características propias que dan ciertas cualidades al niño y la madre tiene otras de intuición y sensibilidad”, respondió.
Asimismo, el Obispo de la Diócesis de Mar del Plata dijo que resulta necesario “diferenciar, que en la actualidad, culturalmente, puedan hombres y mujeres tener otra relación de convivencia”. En esa misma línea sostuvo: “Lo respeto, pero creo que no es un matrimonio. Cada cosa tiene su nombre y su contenido. Asimismo creo que la agresión y la discriminación no son las formas de oponer resistencia al matrimonio homosexual, siempre tiene que haber respeto, aunque uno no coincida con esas cosas”.
-¿Por qué entiende la Iglesia que dos personas del mismo sexo que se aman, no pueden llegar juntas al casamiento?
-Nosotros no nos oponemos a que los homosexuales tengan los derechos que puede tener cualquier persona. Lo que cuestionamos es que se use el nombre del matrimonio: toda la historia, mucho antes del Cristianismo, fue siempre entre un hombre y una mujer, con la finalidad de complementarse, ayudarse en el amor, abierto a la procreación de la vida. Nos parece que es vaciar una palabra, busquemos otro nombre, pero no toquemos un nombre tan sagrado como el matrimonio. No confundamos, cuando está la posibilidad de adopción creo que el nene necesita la complementariedad del papá y la mamá.
“Hay que analizar el impacto social más allá de lo individual”
Ana Aroza, Psicóloga y docente de la UNMdP
La psicóloga y docente de la UNMdP Ana Aroza será una de las disertantes de la jornada-debate denominada “Ley de igualdad” que se desarrollará el próximo viernes por la tarde en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Junto a la Doctora Paulina Riera y la Jueza de Familia Alejandra Obligado, la psicoanalista conducirá el taller intentando no sentar posición al respecto sino analizando el debate en torno a la unión civil entre parejas homosexuales, desde el punto de vista social, evaluado el presente y analizando si la sociedad se encuentra sólidamente preparada para aceptar este importante cambio.
En diálogo con El Atlántico, Aroza advirtió que se trata de “un tema verdaderamente complejo” en el que resulta fundamental “analizar el impacto social más allá de lo individual”. “En lo personal no estoy en contra pero hay que estudiar si la sociedad está preparada para esto”, consideró.
La jornada, organizada por el Centro de Estudiantes de la Facultad de Derecho, se desarrollará entre las 18.30 y las 20 con entrada libre y gratuita y permitirá analizar a la homosexualidad y a la discusión acerca de la adopción desde tres puntos de vista: el derecho penal, la psicología y la sociología.
Al respecto, la psicóloga adelantó: “Es un tema que trasciende las barreras de la política y la religión e incluso va más allá de los límites de lo individual”. Asimismo aseguró que “la idea de familia tradicional ha cambiado en los últimos años y las separaciones, que antes eran impensadas, hoy son una práctica normal”.
“La idea del taller es reflexionar sobre qué cosas se juegan cuando hablamos de matrimonio homosexual”, dijo Aroza al tiempo que destacó: “Estamos a favor de la libertad de pensamiento y por supuesto de la libre elección”.
En torno a la discusión sobre la adopción, la disertante indicó: “Existe un imaginario que implica que un niño en una familia heterosexual va a ser mejor, pero esto realmente es un mito, ya que los problemas pueden surgir tanto en el seno de una familia heterosexual como en una homosexual”.
Si bien aclaró que el debate en torno a la igualdad de género “rompe con la idea de familia tradicional”, Aroza destacó que “hay una realidad instalada y hoy nos regimos bajo el paradigma de la complejidad”, lo que produce un cambio profundo sobre la subjetividad socialmente instituida y la producción de subjetividad, y enfrenta al imaginario social que rige sobre las últimas generaciones.
Por último, consultada acerca de quienes consideran que la homosexualidad es una “enfermedad”, la psicóloga analizó: “La homosexualidad ya no se plantea en términos patológicos como ocurría hace un tiempo atrás, pero sin embargo existen sectores que consideran que la persona está enferma. Cuando uno está enfermo, está mal y recurre a un profesional. Pero cuando una persona está feliz y se siente plena por haberse enamorado de una nueva pareja, ¿dónde está lo patológico? ¿Quién puede decir que sentirse feliz es una enfermedad?”.
Por Gonzalo Gobbiggobbi@diarioelatlantico.com