* Eduardo Cao
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En cada charla en la que se abordan temas políticos me remito a una frase que escuché, reiterada, de mis mayores: “No es que seamos sólo mal educados; también, y en mayor medida, somos mal aprendidos”. Por supuesto, el argentino era el eje de la conversación y no porque en otros lugares del mundo no haya gente parecida a nosotros. Parecida sí, igual jamás. Porque eso de creer que basta con que nos propongamos, un sinónimo es lo mismo que un antónimo, es nuestro. Bien nuestro.
“Si no se aprende, la sinceridad se trueca en grosería; la valentía, en desobediencia; la constancia, en caprichoso empecinamiento; la humanidad, en estupidez; la sabiduría, en confusión; la veracidad, en ruina” (Confucio, filósofo chino, 551 AC/479 AC)Los K parecen no aprender de las diferencias que planteaba Confucio casi 2.600 años atrás. Y no aprenden quizá, en una explicación que intenta basarse en la lógica humana más pura, porque siguen insistiendo en la confusión de las palabras, los hechos (la realidad) y las actitudes.Es cierto que el matrimonio de Olivos, con la ya indisimulable meta del hegemonismo, se ve favorecido por un estadio de permanente crisis socio-política-económica de la que nuestra historia escrita y transmitida ha llenado páginas y páginas, transformándola en una característica argentina: la inercia. Estamos como estamos y somos como somos, quizá por nuestra pertinaz inclinación a gastar a cuenta, esto es, a pensar que el futuro puede depararnos sorpresas desagradables. Sí, aceptamos que nos “ayudan” a que así actuemos. Ya vendrán tiempos en los que “el otro” haya sido el responsable de los desaguisados.Pero –siempre hay un pero- siempre existen, aquí y en cualquier lugar del planeta, quienes resisten. Son los que buscan desentrañar diferencias entre palabras, hechos y actitudes. A ésos les teme el poder K.Aplicando la sentencia de Confucio, comencemos hablando de sinceridad y grosería. Fue un invento “sincero” el del ministro que anunció el descenso del delito desde 2003 a la fecha. Nadie le creyó, e hicieron bien los descreídos: en realidad, la inseguridad personal y colectiva en la Argentina creció en 2008 (de la estadística del año pasado, ni noticias) hasta alcanzar un 7 por ciento en todo el país y un 25 por ciento en la provincia de Buenos Aires. Son estadísticas oficiales – por supuesto y como siempre, discutibles por lo que nos enteramos día a día- que dio a conocer el mismo ministro. ¿Se entiende lo que se intenta de disfrazar de sinceridad y que se transforma en grosería? Porque es cuanto menos una grosería asegurar que la inseguridad que eriza la piel y cobra vidas, ha decrecido de siete años a esta parte. O quizá forme parte de una simple “sensación social”, como pretendió otro ministro-vocero, cuando las marchas masivas en estas horas retornan y se multiplican, en reclamo hacia un Estado ausente.Menor que la inseguridad, pero no menos importante para el desvelo de millones de argentinos, es el del trabajo en negro. Como un “logro” ha presentado el increíble INDEC su descenso en menos de 2 puntos porcentuales en Mar del Plata y Batán: de 38,3 a 36,4 de la población activa. A segundas líneas fue relegada la realidad: hay 4.240.000 personas (160 mil más que el año pasado) en todo el país, que trabajan sin beneficios sociales, sin aportes jubilatorios… sin existir en registro laboral alguno. Un “sincericidio” del cuestionado organismo que se transforma también en aquella grosería de la que escribía Confucio.Y HAY MÁS…¿Es valiente el Gobierno al enfrentar a la Corte Suprema? Más bien es desobediente, diría el padre de la filosofía oriental, aunque en su tiempo no existieran ni justicia ni instituciones como las entendemos hoy.Un paso se ha dado, hay que reconocerlo, para comenzar a transitar el camino de la sensatez en la controversia entre el Gobierno y la Corte por la reposición del procurador santacruceño Eduardo Sosa, echado por Néstor Kirchner en sus tiempos de reinado sólo en tierras patagónicas.Después de idas y venidas, en la Casa Rosada aceptarían que el gobernador hiperkirchnerista Daniel Peralta divida la función en dos fiscalías, una para quien reemplazó a Sosa y otra para el repuesto en el cargo. De “salida política” calificó Aníbal Fernández a esta solución que está en manos de la legislatura santacruceña. Hasta ayer desechada de plano por Néstor Kirchner, esta batalla-cruzada se originó, según el desmemoriado jefe de Gabinete, en que la gestión del NK en la provincia sureña “no tomaba la sopa de la que deba órdenes el gobierno nacional”. Se refería a 1995, más o menos la fecha en la que Carlos Saúl Menem era “el mejor Presidente” de la historia, de acuerdo a palabras del hoy habitante de Olivos. Eran otros tiempos los de 15 años atrás.Del acto motorizado por el propio Kirchner para repudiar el fallo de la Corte y que se anuncia para octubre en el Boxing Club de Río Gallegos, ni una palabra. Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa, diría algún abuelo desprevenido.Y vaya que hay “cosas” entre el oficialismo y la Justicia como para seguir el combate. El papel de diario es uno de ellos, con nuevos testimonios que darían por tierra los afanes gubernamentales de quedarse con la fábrica en la que el principal multimedios “enemigo”, como antes fue “amigo”, es el accionista mayoritario. Pocas dudas quedan entre los observadores de estas idas y venidas, que hubo abusos en la posición dominante en la provisión de papel, pero eso no alcanza para la categoría de crimen de lesa humanidad. Y tanto es así que, de apuro, el Gobierno como principal querellante en el supuesto delito que involucra tormentos, complicidades y silencios durante la dictadura militar, cambió el tenor de la presentación judicial pidiendo “indagar” a los supuestos actores, a los que en el texto original exigía que se los detuviera.Dicen en los pasillos de la Casa Rosada que el canciller Héctor Timerman, autor intelectual de la denuncia original, y Guillermo Moreno, punta de lanza de la ofensiva para intervenir la empresa, son los que pueden pagar los platos rotos. Es que el largo y poco claro discurso-denuncia de la Presidente, el 24 de agosto, ahora es considerado, en los propios corrillos oficiales, como “un papelón”. Y alguien tiene que pagar.Suman a las vicisitudes del Ejecutivo, la conformación que pronto tendrá el Consejo de la Magistratura, donde el Gobierno perdió la mayoría por votación de jueces y abogados; el estancamiento de la causa por la identidad de los hijos de la propietaria del mismo multimedios; el fallo de la Corte dejando en claro que el chileno Sergio Apablaza no podría recibir el status de refugiado político porque los crímenes de los que se le acusa fueron cometidos durante la democracia en el país trasandino y cuya extradición reclamó Sebastián Piñera a su colega CFK.Una cachetada más a las ambiciones K, pero ésta fuera del ámbito judicial fue la decisión del Peronismo Federal, que ya tomó el cariz de irrevocable, de realizar sus propias elecciones abiertas y simultáneas con el resto de los partidos políticos, el 14 de agosto de 2011. Mantenían la esperanza de que el Mario Das Neves confrontara con Néstor en la estructura formal del PJ, pero el gobernador chubutense eligió presentarse para dirimir la candidatura de ese espacio con Eduardo Duhalde, Felipe Solá y Alberto Rodríguez Sáa. Son muchas las cargas para los hombros del kirchnerismo como para aguantar derrotas como las que sufrieron en los últimos días.Para colmo, uno de sus apoyos en el “modelo” también recibe golpes estructurales en sus dominios. Hugo Moyano también tuvo lo suyo: el gremio de la Alimentación se separó de la CGT, tras el el bloqueo de los camioneros a dos plantas elaboradoras de la provisión para vuelos nacionales e internacionales de sendas compañías aéreas. Querían que los choferes de esos transportes se afiliaran al poderoso sindicato de los Moyano. La Unión Personal de Aeronavegación de Entes Privados, que lidera Jorse Sansat, no tuvo piedad: “Si la patota de Moyano no se retira a las 11 de las puertas de la empresa por la vía del diálogo, los verdaderos trabajadores … los vamos a correr a los palos”, amenazó. El ministerio de Trabajo no desoyó la amenaza de violento enfrentamiento y dictó, antes de la hora fijada, la conciliación obligatoria. A este tiempo de tonos nos estamos acostumbrando, por desgracia, los argentinos.Ahora, dicen que el líder de la CGT está ocupado en otro conflicto, con posibles retiros intempestivos de la central obrera. Dicen que la UTA, ofendidos sus dirigentes porque el personal de los subterráneos porteños tienen su propio espacio gremial, se apresta a dejar vacío uno de los sillones de la mesa directiva. LO DICHO, DICHO ESTÁ"La pobreza es uno de los elementos detonantes de la inseguridad, que combinada con la droga en nuestros países hacen una combinación explosiva. El gobierno no reconoce, por lo menos hacia afuera, que la pobreza ha crecido porque cada punto de inflación son 100 mil pobres que se incorporan. Por lo tanto si nos atenemos a la inflación real, tenemos muchos más pobres… la inseguridad no es una sensación… ha crecido mucho el delito; ha crecido y se ha agravado en la forma. Ahora no basta con robar, después terminan matando a la gente. Creo que hay más delitos y más graves" (Senadora Hilda González de Duhalde, en Mar del Plata)"Vergüenza es que Moyano no luche para que todos los trabajadores de la CGT gocen de los mismos salarios básicos que los trabajadores de los gremios que él maneja… "vergüenza le daría a mi padre escuchar a un secretario general de la CGT diciendo que la inflación no afecta al bolsillo de los trabajadores" (diputada Claudia Rucci, al responderle al jefe de los Camioneros que había dicho que el asesinado secretario general de la CGT, hace 37 años, sentiría “vergüenza” de que su hija milite en el peronismo antikircherista)"Lo que voy a ofrecer es que si Irán no confía en la justicia argentina, acceda a que elijamos un tercer país de común acuerdo para poder llevar a juicio este terrible atentado. La elección de un tercer país u órgano servirá para terminar con las excusas de la no neutralidad" (Cristina Fernández de Kirchner en la Asamblea de las Naciones Unidas, ofreciendo un país neutral para que se juzgue a los iraníes acusados de participar en el atentado a la AMIA, como lo había hecho el ex canciller Rafael Bielsa en 2003) "Quien integra el Consejo de Seguridad (de la ONU), quien es una de las principales naciones del mundo en la defensa de la libertad, de los derechos humanos y de la democracia, debe dar testimonio concreto de que no solamente es un discurso, sino esencialmente estar convencido de que es necesario terminar con esta vergüenza que significa, en pleno siglo XXI, un enclave colonial" (La Presidenta, ante el mismo auditorio, refiriéndose a la persistente negativa de Gran Bretaña de tratar la soberanía de Malvinas)
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