miércoles, 27 de octubre de 2010

EL PUEBLO ARGENTINO RINDE POSTUMO HOMENAJE A NESTOR KIRCHNER,EL MILITANTE DE LA JUVENTUD PERONISTA DE LOS 70 QUE LLEGO A PRESIDENTE DE LA NACION

A partir de las 20 de este miercoles, en las plazas de todo el pais,miles de personas rinden su postumo homenaje a Nestor Kirchner, ese militante de la juventud Peronista de los 70,que llego a ser Presidente de Nacion de la Argentina.
El destino quizo que la muerte sorprendiera a Kirchner, junto a su compañera de vida y militancia la presidenta Cristina Fernandez, quien a raiz de una gripe decidio viajar a Calafate para reponerse,ya que se de no haber sido asi posiblemente no hubiera estado en el momento de desenlace.
El ex presidente deja detrás de sí la creación de una corriente política y una vida dedicada a la lucha por los derechos humanos. Su carrera política comenzó en los ’70 y no paró más, hasta que su corazón dijo basta
Néstor Kirchner nació en Punta Arenas, Río Gallegos el 25 de febrero de 1950. Descendiente de inmigrantes suizos, hijo de María Ostic, descendiente de inmigrantes chilenos, Néstor realizó sus estudios primarios y secundarios en escuelas públicas locales.
Apenas finalizó esa etapa de su vida, comenzó a picar en él el bichito de la militancia. Temprano en los ’70, Kirchner se embanderó detrás del movimiento justicialista, participando de la Juventud Peronista.
Veta que explotó cuando estudió Derecho en la Universidad Nacional de La Plata, donde conocería a su compañera de toda la vida, también de Santa Cruz y también militante, Cristina Fernández. El hoy matrimonio presidencial sufrió la persecución del cruento régimen militar de 1976. Kirchner se recibió de abogado en 1976 y, ante el inicio del Proceso de Reorganización Nacional, se fue de La Plata y se instaló en el Sur, para ejercer así su profesión de abogado, alejándose por primera vez de la veta política.
En enero de ese año, él y Cristina fueron apresados y, durante un mes, encarcelados, en una comisaría de Rio Gallegos.
Con el retorno de la democracia, en 1983, Néstor se convirtió en funcionario del gobierno de Santa Cruz. En 1984 fue presidente de la Caja de Previsión Social de la provincia, pero fue forzado a renunciar por el gobernador a causa de una disputa sobre política financiera. Este incidente lo hizo conocido en el ámbito local, y constituyó el paso inicial de su carrera política, que alcanzaría su punto máximo con la banda presidencial cruzándole el pecho.
Ya en 1986 , con el apoyo necesario reunido, Kirchner fue por la candidatura a intendente de Río Gallegos. Logró el triunfo por escaso margen y dio su primer gran paso dentro del escenario de la política nacional. Gobernó hasta 1991 y, su gestión, le valió el ser elegido como gobernador provincial ese año, con el 61% de los votos.
Cuando Néstor asumió la gobernación, la provincia tenía un déficit comercial de alrededor de 1.200 millones de dólares. Durante la década que lideró la provincia, logró mantener un equilibro o superávit fiscal. Poco después de asumir bajó los salarios un 25%, volviendo a aumentarlos a niveles superiores un año después. Alentó inversiones británicas en áreas turísticas y de minería, y se benefició de las regalías petroleras de la provincia.
Ya en 1994 y en 1998, Kirchner impulsó reformas en la Constitución provincial, entre las que se incluia la posibilidad de ser reelegido gobernador de manera indefinida. También en 1994 fue miembro de la Convención Constituyente que reformó la Constitución Argentina, durante el gobierno de Carlos Saúl Menem.
Con su disposición en vigencia, volvió a ser reelecto en Santa Cruz en 1995, por un amplio margen (66,5% de los votos). En ese momento, Néstor se sintió con el plafón suficiente como para separarse del presidente Menem, que además lideraba el PJ.1998 es el año en que Kirchner tomó la decisión que lo terminaría catapultando a los flashes de la escena política nacional. Es en estos años, cuando se alía con Eduardo Duhalde, a quien sucedería en la presidencia de la Nación en 2003, distanciándose de Carlos Menem y su intención de ser reelecto como presidente en 1999, algo que levantó muchísima polvareda, en su momento.En 2003, Kirchner pegó el gran salto. El panorama eleccionario para un nuevo presidente se mostraba confuso. Carlos Menem, José Manuel de La Sota, Juan Carlos Romero y Adolfo Rodríguez Saá peleaban por la banda. Claro, Néstor Kirchner también se sumó a la contienda para dirimir el nombre, en internas, del candidato peronista para las elecciones.
Las mismas se postergaron, incluso, hasta febrero de ese año. En un primer momento, Duhalde apoyó a Carlos Reutemann, pero ante la negativa del Lole el apoyo del Cabezón, figura emblemática del peronismo y con gran poder, apoyó, de llenó a De La Sota. No prosperó y, el 15 de enero, anunció su apoyo a la pre candidatura de Néstor Kircher, que terminaría siendo el espaldarazo final para unas elecciones sumamente reñidas.
El país estaba en llamas, con Eduardo Duhalde finalizando un gobierno de transición, luego de la ida, repentina de Fernando de La Rúa. Kircher, con el apoyo de Duhalde, fue uno de los candidatos que el peronismo presentó en ese proceso eleccionario. Al no poder realizar las internas, el congreso del partido justicialista dio vía libre para que todos sus candidatos se puedan presentar, como si fueras de distintos partidos. Así, Néstor, peleó contra Menem (que había llevado a Romero como Vice) y Rodriguez Saá.
Kircher arrancó la campaña muy por debajo de lo que se esperaba. Incluso, Ricardo López Murphy (ex ministro de De la Rúa y candidato de un conjunto de fuerzas de centroderecha) lo superaba. Sin embargo, la popularidad de Kirchner comenzó a crecer cuando impulsó un programa de perfil socialdemócrata con el que buscaba diferenciarse de las políticas aplicadas durante los gobiernos de Menem y De la Rúa, poniendo acento en priorizar la producción, la justicia, la educación, el trabajo, la equidad y la salud.
Los slogans de aquella campaña fueron “Un país en serio” y “Primero Argentina”. Además se comprometió a mantener en su cargo al ministro de Economía de Duhalde, Roberto Lavagna.
En las elecciones, celebradas el 27 de abril de 2003, el Frente para la Victoria (movimiento que encabezó Kirchner) obtuvo sólo un 22,0% de los votos. Lo superó Menem (Alianza Frente por la Lealtad), con el 24,3%. Es decir, habría Balottage. El dos veces presidente de la Nación, Menem decidió bajarse del mismo y así, Néstor llegó a lo más alto de la política nacional con el desafío de gobernar sin consenso: llegó a la presidencia con el porcentaje más bajo de votos en toda la historia política argentina.
Durante su estadía en el poder, Néstor Kirchner siempre se encargó de llevar adelante una activa política para promover los Derechos Humanos, lineamiento que Cristina Fernández de Kirchner continuó en su mandato. Durante su gobierno se han incorporado reconocidos integrantes de organismo de Derechos Humanos.
Además, ha impulsado el enjuciamiento a los responsables por crímenes de lesa humanidad ocurridos durante los años 70, realizados por la Triple A y por el gobierno del Proceso de Reorganización Nacional. Para ello, durante su mandato, sus partidarios apoyaron en el Congreso Nacional las anulaciones de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, las cuales mantenían frenados dichos juicios desde el gobierno de Raúl Alfonsín. Dicha medida fue posteriormente ratificada por el Poder Judicial.En 2005 fortaleció su poder al ganar las elecciones legislativas en octubre. Ese mismo año, se realizó el “canje de la deuda”, que iniciaba las renogociaciones por los bonos que habían quedado en default desde 2001. Su agrupación política, el Frente para la Victoria, triunfó, liderado por su esposa, en las elecciones legislativas de dicho año. En los primeros días de noviembre de ese año se realizó en Mar del Plata la IV Cumbre de las Américas, donde Kirchner manifestó un rechazo hacia el ALCA, propuesto por Estados Unidos.
Un año después, afrontó el inicio del conflicto por la pastera Botnia, con sus pares de Uruguay, su accionar tensó la relación con el otro margen del rio, porque Kirchner se presentó como un aliado de quienes protestaban. Ya en 2007, su gobierno afrontó el recordado “Caso Skanska”, un cúmulo de corrupción.
En junio de 2007 confirmó que no iría por la reelección presidencial, a través de su Jefe de Gabinete, Alberto Fernández y lanzó la candidatura de su esposa, Cristina Fernández. Cirstina se impusó en las legislativas de ese año.
A partir de ahí, Néstor se encargó de liderar el PJ y de ser, muchas veces, el escudo de las críticas que recibía el gobierno de su esposa. Encaró encendidas peleas con Julio Cobos y con el Grupo Clarín y su vida, y su lucha, finalizaron hoy, 27 de octubre de 2010, justo cuando se preparaba para una gran contienda con el objetivo de volver a ser el presidente y de profundizar el modelo Kirchnerista.
Este año, su salud ya había advertido varias veces a Kirchner. La última fue en septiembre, cuando permaneció internado unas 48 horas en la Clínica Los Arcos de Palermo. Días después, encabezó un acto en el Luna Park. Así era Kirchner, un político incansable, un luchador empedernido que llevaba adelante la bandera de sus pensamientos, sin importar quien se interpusiera. Hoy, esa lucha terminó. Su castigado corazón dijo basta.

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