domingo, 27 de febrero de 2011

MARPLATENSES INVIERTEN EN LADRILLOS PARA HACER FRENTE A LA INFLACION

Los pequeños ahorristas se refugian en la compra de propiedades para mantener o aumentar su capital en el largo plazo. El proceso inflacionario se convirtió en un motor para dinamizar las ventas en el sector. La compra de bonos también es otra alternativa.
Los indicadores del sector privado no son alentadores: pronostican que la inflación para este año se ubicará en un piso del 25%. Los más escépticos aseguran, con la inercia que se observa en este primer trimestre, que tocará el 30%. Frente a este complejo escenario, los pequeños inversores vuelven a mirar al ladrillo como el mejor resguardo para sus ahorros.
Los índices crecientes de inflación parecen haber modificado la forma de preservar los ahorros. Porque mientras hasta hace algunos años era el dólar una de las inversiones preferidas para proteger el valor del dinero, hoy, en un contexto de suba de precios y de divisa norteamericana estable, la plata quema y se transforma en tierra o en ladrillos. Al menos así lo señalan los principales referentes del mercado inmobiliario de Mar del Plata, quienes sostienen que, paradójicamente, el proceso inflacionario que atraviesa el país se ha convertido en un motor para dinamizar las ventas en el sector durante el primer trimestre del año.
Forma de inversión
La clase media tradicionalmente se refugió en la compra de propiedades para mantener, en el largo plazo, su capital. Durante el período 2001-2010 este tipo de inversión generó importantes utilidades y no sólo en el mercado de la Capital Federal, como históricamente mostraban los ciclos económicos, sino también en las ciudades del interior como Mar del Plata.
Quien invierte en la compra de un departamento de dos o tres ambientes en general no lo usa para mudarse, sino para alquilar. La mayor parte de los desarrolladores inmobiliarios apunta a estos "nichos", que son los que tienen hoy salida en el mercado. "Un dos ambientes duplica la utilidad, tomando en cuenta la relación inversión versus alquiler, respecto de un departamento o casa de grandes dimensiones", confió un operador del sector al ser consultado por el tema. "La conducta del argentino medio es ahorrar en el ladrillo. No va a las acciones o a las inversiones de riesgo. Quiere, por lo general, algo tangible, algo que él pueda tener bajo su control. Y en este encuadre están las propiedades", agregó.
Para muchos argentinos los precios de las propiedades son exagerados y deberían tender a desinflarse. Para otros, en cambio, el ladrillo siempre fue para arriba y seguirá subiendo.
Los especialistas ven un mercado virtualmente partido en dos. Por un lado, el de las unidades orientadas al segmento socioeconómico medio-alto de la población, que posee una determinada lógica y dinámica de precios. Por otro, el de las dirigidas al segmento medio y bajo, que depende de la evolución del crédito hipotecario y del poder adquisitivo de la clase media para realizar inversiones.
En este escenario, la propiedad es una posibilidad para cubrirse de los procesos inflacionarios. Pero, según dicen los especialistas, es importante asesorarse a la hora de comprar: calidad de construcción y, especialmente, ubicación son las claves hoy para hacer rentable este tipo de inversión.
Apostar al ladrillo
El presidente del Colegio de Martilleros, Miguel Angel Donsini, dijo que la mejor manera de no perder frente a la inflación es apostar al ladrillo. "Es la inversión más segura", sostuvo. Un dato: el precio de las propiedades subió un 250% a valor dólar desde el 2000 hasta ahora. "El problema que tiene el pequeño inversor es que no hay financiación, uno de los grandes inconvenientes del país", señaló.
En cuanto al destino de las inversiones, la torta se reparte en tres porciones. La más sustanciosa apunta a la compra de pequeñas unidades residenciales orientadas al alquiler para obtener algún grado de rentabilidad. En segundo lugar se ubica la adquisición de terrenos a bajo precio, en zonas donde la perspectiva de desarrollo futuro haga pensar en una mayor valorización de la tierra. En tercer término, y en una menor magnitud, los capitales se vuelcan a la compra o construcción de locales comerciales que, si bien otorgan un mayor margen de rentabilidad a la hora de ser alquilados, también demandan un volumen más alto de inversión. Una de las razones que motivan esta forma de orientar los ahorros radica en el hecho de que en el mercado pueden conseguirse pequeños departamentos de uno o dos ambientes terminados a un valor que ronda los 50 o 55 mil dólares, mientras que un local comercial, para que otorgue una renta interesante, no baja de los 150 mil.
Gracias a la inflación...
La inflación, ese cuco que pone en jaque el bolsillo de los consumidores, parece generar también un efecto positivo. Porque en el sector inmobiliario señalan que las expectativas inflacionarias que existen de cara a los próximos meses hacen prever que el inversor vuelque dinero al mercado de la construcción para tratar de evitar que ese capital tanto en pesos como en dólares- pierda valor.
En las inmobiliarias esperan que la suba en las ventas que empezó a evidenciarse durante el primer trimestre del año se profundice con el correr de los meses, pero siempre atada a las obras encaradas por inversores o ahorristas y no a las que demandan los trabajadores asalariados para, por ejemplo, acceder a su primera vivienda, o ampliar o refaccionar su casa. Es que el que percibe un sueldo estándar, para pensar en construir, depende casi ineludiblemente de algún mecanismo de financiamiento de los que escasean hoy en el mercado. En cambio, el que dispone del efectivo guardado ve a los ladrillos como casi el único refugio para no perder valor.
Buscar asesoramiento
Según el gerente de Mar del Plata Bursátil, Adrián Consoli, lo primero que tiene que hacer un ahorrista es asesorarse para determinar en qué puede invertir. A la hora de cubrirse de la inflación, dijo, en el mercado de capitales hay alternativas vinculadas a los bonos. "Por ejemplo, al invertir en una tasa variable, se supone que al ahorrista le va a ir permitiendo copiar la evolución de la economía. A medida que las tasas aumenten, el inversor tendrá un rendimiento adicional".
Consoli destacó el crecimiento en el nivel de inversiones que tuvo el sector inmobiliario en los últimos años. "De todas maneras, en la medida que un ahorrista pueda, es bueno apostar a distintos instrumentos de inversión", aconsejó.
Para Sergio Fares, apoderado de la empresa Transcambio, en la actualidad no existen instrumentos financieros de renta fija que permitan cubrir a los inversores contra la inflación real. "En el caso de los bonos en pesos, el rendimiento oscila entre un 15% y 20%. El precio varía día a día, con lo cual si se produjera una baja en el valor y el inversor tuviera que vender, podría registrar una pérdida", explicó.
Otra alternativa para los inversores son los fideicomisos financieros que emiten tarjetas de créditos o empresas vinculadas al sector de consumo masivo (electrodomésticos). La tasa de las últimas colocaciones es del orden del 17% anual.
Además, en el mercado de renta fija sin riesgo existen las colocaciones a plazo fijo, cuyas tasas oscilan según la entidad entre el 10% y el 12% anual por colocaciones a 30 días.
"Uno de los problemas es que no hay instrumentos que permitan una cobertura contra la inflación real", dijo Fares. Y agregó: "Por lo tanto, los inversores apuestan a instrumentos menos líquidos para cubrirse de los riesgos, como por ejemplo la compra de propiedades o bienes de consumo (autos, electrodomésticos), situación que se refleja con el boom de consumo en esos rubros".
Preocupación por la falta de créditos
Desarrolladores y actores del rubro inmobiliario afirmaron que la inflación y la falta de crédito para la clase media son los principales problemas que deberá afrontar el sector este año, aunque destacaron el afianzamiento del ladrillo como opción para resguardar el capital y el ahorro.
La suba de precios y la ausencia de créditos hipotecarios en línea con los ingresos de la mayoría de la clase media son los dos aspectos que se sindican como negativos en la mayoría de las opiniones de los operadores inmobiliarios.
No obstante, y a pesar de que la cautela reinará por las elecciones de octubre, los desarrolladores prevén que 2011 será un buen año para ellos. "Va a ser un año similar a 2010, manteniendo los niveles de producción ya que sigue siendo la construcción uno de los refugios de mayor preferencia para los inversores", coincidieron.

(Fuente: Diario La Capital de Mar del Plata)

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