Escribe José Luis Ponsico (*)
El sesgo del gobierno nacional impulsa el crecimiento económico anual pre-visto para el 2011 y que va del 6,5% al 7.5% según las mediciones. Mientras tanto, la oposición no puede unirse no ya para explicitar un plan alternativo. Ni siquiera para sellar acuerdos mínimos. Es lo que parece. El PJ Federal, ahora, asiste a un desencuentro entre los virtuales líderes. En las últimas horas Eduardo Duhalde criticó algunas ob-servaciones de Alberto Rodríguez Sáa que produjo la imagen "des-lucida" después de las elecciones internas iniciadas hace dos semanas. Mostrando la foto de una supuesta "unidad" entre ambos "popes". Algo inusual entre ellos. En rigor, desde el peronismo "clásico" nunca hubo demasiada "afinidad" entre Duhalde y los hermanos Rodríguez Sáa. Pasaron nueve años del desencuentro mayor.En ése tiempo, los desencuentros que trascendieron fueron de los hermanos Rodríguez Saa y el ex gobernador bonaerense Eduardo Du-halde. Curiosamente, éste último debió asumir la Presidencia de la Nación con la "anuencia" constitucional de la Asamblea Legislativa en el Honorable Congreso de la Nación. El motivo -esta vez- fueron las elecciones internas en distintas provincias don-de cuestiones "técnicas" derivaron en temas de des-acuerdos políticos. En la frustrada interna de Catamarca el propio Duhalde juzgó como "un papelón" la no elección prevista desde los centros del Poder en el PJ Federal. Tampoco "acuerdan" en el espacio del peronismo más "ortodoxo" ni Felipe Solá ni Francisco De Narváez. Un poco alejado del escenario mayor quedó Mario Das Neves, precandidato a la interna del PJ Federal con aspiraciones presiden-ciales. La muy manoseada elección en Chubut modificó los planes del ex aliado de Néstor Kirchner. Alguna vez muy enfrentado con Alberto Fer-nández, primer jefe de Gabinete en el gobierno de Néstor Kirchner y hace seis años un hombre con mucho Poder, cuando se "cruzaron" Das Neves y él. El sociólogo Artemio López, consultor del gobierno, sostiene que "la no e-xistencia de los partidos políticos como cajas de resonancia de eventuales debates de ideas, hace que toda diferencia se ventile a través de los medios pe-riodísticos", dice el encuestólogo. "Por eso -añade Mariano Grondona en sus ciclos televisivos- el Congreso de la Nación y los lugares naturales para discutir proyectos, planes, ideas, acuerdos internos, como los partidos políticos tra-dicionales, hoy no tienen la vigencia de otras épocas", supone. El gobernador Daniel Scioli sigue atentamente el curso de los acontecimientos tratando de hacer "surf" en las "olas" del kirchnerismo más duro y las hues-tes del peronismo federal, donde siempre mantiene viejos contactos. El mandatario es uno de los que mejor imagen tiene. En el radicalismo Ricardo Alfonsín sueña con liderar la oposición. Aunque el ingeniero Mauricio Macri, sin desdeñar el diálogo con el PJ Federal, lanzó una hipótesis de "arco iris" opositor para discutir políticas de Estado. Propone hablar de Educación, Seguridad, Inflación, Viviendas y Obras Pú-blicas. Todavía no obtuvo respuestas. Por el contrario, recibió críticas. La línea dura de Elisa Carrió se muestra lejos. En Mar del Plata coexisten líneas paralelas entre el peronismo kirchnerista (Carlos Cheppi, Adela Segarra y Daniel Rodríguez) por un lado y el sector que en cabeza el jefe Comunal, Gustavo Pulti, que mantiene diálogo -se dice- con el pertinaz Juan Garivoto. Los radicales en el orden nacional tampoco pueden armonizar acuerdos y debieron exponerse a la crítica, interna y ajena, por las deserciones de los mendocinos Ernesto Sanz y el vicepresidente de la Nación, Julio Cobos. Eran dos precandidatos a la Presidencia. Sanz intentará ser el candidato en agosto. La inseguridad sigue siendo la cuestión que más inquieta a los argentinos en general. El control social por parte de la policiía es parte de una antigua discusión en lugares como la Capital Federal y también hacia "adentro" de la fuerza Continuas "purgas" de comisarios de la Federal, condicionan a propios y ajenos. El platense Hugo Moyano, marplatense por adopción, también ocupa una parte importante de la escena nacional. Ya no quedan dudas de su enorme Poder desde el liderazgo de la CGT. y su relación -con vaivenes- de fina sociedad con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. También sus hijos Pablo y Facundo Moyano ocupan roles casi estelares. De repente, ante el ataque inesperado del joven gobernador salteño Juan Manuel Urtubey, no demasiado acostumbrado a frecuentar los códigos de la Política. En el peronismo "clásico" de los años´50 y con sus variantes ideológicas de los´70, el riesgo de "pegarle" a otro aliado -de quiénes apoyan un mismo proyecto- derivaba en la antigua consigna de "los aliados tácticos que con el tiempo eran enemigos estratégicos"
(*) Periodista de la agencia Télam
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