El presidente estadounidense habló en cadena nacional en la noche del lunes. "Si seguimos en este camino, nuestra creciente deuda podría causar serios daños a la economía", advirtió
Demócratas y republicanos llevan semanas discutiendo distintas propuestas para elevar el límite de la deuda de 14,29 billones de dólares, que de no lograrse antes del 2 de agosto obligaría al país a entrar, parcialmente, en suspensión de pagos.
Obama se dirigió a la nación a las 21.00 hora local para hablar sobre la situación. Su idea es que ante la falta de acuerdo entre los partidos y las instituciones, sean los ciudadanos los que presionen a demócratas y republicanos para acabar con la incertidumbre.
"Si usted quiere un enfoque equilibrado para la reducción del déficit, hágaselo saber a sus representantes en el Congreso", instó. Y advirtió que se trata de un "juego peligroso, que no debemos jugar".
Los demócratas han presentado un nuevo plan de recorte del gasto público, de 2,7 billones de dólares en una década, mientras que la propuesta republicana diseñada en dos fases tiene como meta recortar el gasto público en 3 billones de dólares en el mismo periodo.
El mandatario volvió a rechazar el acuerdo en dos fases, que permitiría aumentar el techo de deuda sólo hasta final de año, pero exigiría que en enero de 2012 se sometiera a votación en el Congreso un nuevo aumento del techo de endeudamiento, tras la conformación de un comité bipartidista en el que se precisarían los recortes fiscales. Los demócratas -mayoría en el Senado- quieren un acuerdo que dure más allá del año en el que Obama se juega la reelección.
El presidente volvió a insistir sobre un de los temas más ásperos de las negociaciones, ya que quieren que una parte del ajuste presupuestario la soporten los contribuyentes más acaudalados, vía impuestos, un tema rechazado una y otra vez por la oposición.
Después de las infructuosas negociaciones del fin de semana en las que se esperaba que alcanzaran un compromiso antes de que abrieran los mercados asiáticos, ambos partidos revelaron este lunes dos planes paralelos.
Tradicionalmente, el Congreso ha venido autorizando al Gobierno sin mayores problemas a aumentar su límite de endeudamiento, pero en esta ocasión los republicanos -mayoritarios en la Cámara baja- exigen un recorte paralelo del déficit de magnitud igual o mayor a la cantidad en que se vaya a aumentar la deuda.
Pese a la falta de acuerdos para acercar posiciones, Obama confió en lograr un convenio antes de la fecha límite. "Les dije a los líderes de ambos partidos de que deben llegar a un acuerdo en los próximos días, que puede ser aprobado por ambas cámaras del Congreso, un compromiso que yo pueda promulgar. Y estoy seguro de que podemos sellar este compromiso", aseguró.
Momentos después del discurso de Obama, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, dijo que Estados Unidos "no puede entrar en cesación de pagos". Pero advirtió que "el pueblo estadounidense no aceptará un aumento de la deuda sin recortes significativos en los gastos y una reforma".
Fuente: AFP - AP - DPA - EFE - Reuters
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