martes, 18 de octubre de 2011

NI LOS CUENTOS DE LOROS SON VERDES EN LA ARGENTINA DE HOY

Por Eduardo Cao para
El Retrato de Hoy



Escuché y leí lo más que pude, como siempre. En el primer caso, cuando el interlocutor estaba parado ahí, frente a mí, utilicé el disfraz de diplomático componedor ante las irrealidades que se me planteaban a modo de pregunta. Y confieso que hasta hice que una imaginaria loción aceitosa se expandiera a modo de coraza sobre mi cuerpo y mi cerebro. Sí, es cierto, me evadía de las palabras y sentencias que tenían como destinatarios mis oídos.
Entiéndase: no es mi opinión la única verdad, pero me molesta, aunque a veces no lo demuestre en la expresión gestual, que seres pretendidamente pensantes repitan como loros “verdades” cuya autoría intelectual pertenece a otros con distintas apetencias personales, sociales y políticas. Por lo tanto, sesgadas del interés común.
En la lectura no me fue mejor, aunque en este caso no necesité poner “cara de poker”: los autores de lo que leía no estaban frente a mi.

¿QUÉ ELECCIONES?

En horas, los argentinos deberemos votar para elegir Presidenta/e, algunos gobernadores e intendentes, y la mitad de los legisladores de todos los estamentos institucionales.
En la Argentina del siglo XXI es histórico que la contienda electoral se convierta, por obra y gracia de sus propios protagonistas y respectivos coros, en un combate del salvaje “strikeforce”. Y así lo es en esta nueva ocasión a la que muchos (los ganadores) llamarán “fiesta de la democracia” y otros (los perdedores) hasta se animarán a hablar de “fraude”. O se apresurarán a cobijarse bajo el mismo perecedero sol de los vencedores, si no lo hicieron ya a la luz de un resultado “cantado” después del 14 de octubre.
Hay que ser justos: habrá entre los victoriosos los que piensen en los próximos cuatro años del “modelo” y, entre los derrotados, los que den un paso al costado bien para volver a empezar, bien para reflexionar sobre ciclos cumplidos (o incumplidos).
La previa de estas elecciones –y este es el motivo principal de aquellos desvelos mencionados cuando de escuchar y leer se ha tratado)- muestran de manera palmaria… que no habrá elecciones. Para la primera magistratura del país, se han transformado en un plebiscito, deseo del oficialismo y pesadilla sin remedio de la oposición.
Quiero creer que precisamente conocer el resultado de antemano, ha provocado tanta masificación en el discurso, leído o escrito, hasta ganar espacio y palabras en oponentes intelectuales del poder.
Uno de los artículos que leí, señalaba las subyacentes y profundas discrepancias entre el los gobiernos nacional y bonaerense, haciendo hincapié en los actos de cierre de campaña, para el primero innecesarios, para el segundo hasta programados y luego frustrados.
Hasta allí, lo conocido y esperable: rencillas que las necesidades electorales están postergando, no se sabe por un tiempo que el lunes 24 de octubre augura como el comienzo.
Lo que me llamó la atención fue uno de los párrafos de la nota publicada en un medio que ocupa la segunda posición en el particular ranking de “indeseables” elaborado por los coreutas de Olivos y Balcarce 50. Entre las explicaciones “off de record” que argumentaron la decisión aparentemente presidencial de sepultar la idea de un acto encabezado por el gobernador como cierre de campaña, se menciona la posibilidad de “incidentes” impulsados por gente afin a uno de los candidatos que, según se afirma, ha perdido terreno con respecto al pelotón que aspira al segundo lugar. Además, la intención a todas luces evidente, es la de socavar la relación de mutuo respeto, pese a las diferencias políticas, entre dos de los actores.
Si a este pequeño ejemplo, se le suma que no hay charla de café, publicación o programa radial y televisivo en que no hable de la re-reelección, sobre la renovada discusión sobre presidencialismo o parlamentarismo o respecto de una potencial nueva reforma “a la carta” de la Constitución Nacional, a nadie escapa que se habla de 2015.
Un poco de respeto al orden cronológico: antes está el 23 de octubre. Ese día se vota, aunque usted no lo crea si, como yo, lee y escucha. Todo lo demás, incluso la posibilidad de “coletazos” de un mundo convulsionado, vendrá después. Con el mismo o con diferente humor social.

caoelretrato@live.com.ar

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