viernes, 2 de diciembre de 2011

"LO QUE LE OCURRIO A FRANCO CASTRO NUNCA DEBIO HABER PASADO"

Nota y foto: Cazador de Noticias

Dr. Gustavo Salva
El Dr. Gustavo Salvá, funcionario policial en el momento del crimen, se reconoció consternado y, a la vez, irritado por la secuencia de hechos que se produjo aquel fatídico 19 de marzo de 2010. “Más allá de su locura, el principal imputado deambulaba habitualmente por el espectro delictual e, incluso, ya había sido investigado; por ende, no debía estar libre”, se quejó.En declaraciones a Cazador de Noticias, Salva afirmó: “no creo que el tribunal a cargo se atreva a fallarle a la familia de este joven, que perdió la vida tan injusta como prematuramente”.
Y continuó: “me parece que los jueces tendrán que estar a la altura de las circunstancias, tal como lo hizo la Policía en su momento y el fiscal, después”. “Encontrar al asesino y castigarlo como corresponde es lo menos que se puede hacer para llevar un poco de paz al corazón de esta gente”, remarcó.
A colación, en tanto, Salvá dijo: “a pesar de la muerte de su hijo y del duelo que lleva hace casi dos años, el matrimonio Castro López sigue pensando en los demás. Es realmente increíble la fuerza que tienen esos padres; por eso, se merecen que los marplatenses los acompañen en este duro momento”.
Poco después, al realizar un repaso por el episodio que terminó en tragedia, el también abogado recordó: “esa reacción violenta e inexplicable fue generada, supuestamente, por una ofensa a una joven, que era novia del implicado”. “Lo más lamentable – apuntó Salvá – es que el agravio nunca existió en la realidad; sólo fue una excusa de la presunta víctima para justificar una demora en el regreso a casa luego de una pelea de pareja”.
En idéntico orden, el excandidato a intendente sintetizó: “el grupo de amigos que quedó en el medio de la escena no tenía nada que ver con esas circunstancias, pero tuvo la desgracia de estar en el lugar equivocado en el momento menos indicado”.
Más adelante, consultado por el engrosamiento de la nómina de víctimas fatales, Salvá respondió: “está claro que el grado de locura y violencia que hay en la sociedad no se detuvo con la muerte de este chico, sino que, muy por el contrario se agudizó”.
Y prosiguió: “el problema central es que tampoco se perciben acciones concretas para detenerlo, las cuales no pasan por un determinado gobierno o funcionario sino por la voluntad de hacer lo que corresponde”.
Asimismo, Salvá aseveró: “me duele no ver una reacción profesional para contrarrestar esta avanzada del delito… quizás me ofende tanto como sentir que mientras individuos de esta calaña caminan en libertad, funcionarios que hicieron grandes anuncios y no cumplieron con su palabra siguen sentados en sus sillones y cobrando muy buenos sueldos”.
Por último, al concluir la charla, destacó: “hay tantas contradicciones y sinsentidos en los ámbitos involucrados en esta lucha que a veces se hace muy difícil seguir adelante”.

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