para Agencia Periodistica de Buenos Aires
En sus 138 años de vida, Mar del Plata alcanzó marca registrada desde “Perla del Atlántico” a “Ciudad Feliz”. En los gobiernos populares, sesgo peronista, se vivieron los veranos más estruendosos. El comentario surge inevitable hoy por “un enero a pleno”, según las cámaras que remiten al turismo.
Desde los albores del´50, también en el ´74 y ´75, lejos del país que “tocó fondo” con la Alianza de radicales y frepasistas, diciembre´01, Mar del Plata florece. Lamentando la emigración de jóvenes en el período de “default”, cuando se ausentaron más de 10 mil marplatenses de la “generación motríz”, ahora muchos de regreso. La ciudad en los´90 tuvo picos de 25% de desempleo.
Tiempos de registro económico de 5.700 puntos la tasa de “riesgo país”, hasta la “resurrección” con gobiernos de origen nacional y popular desde, a partir de mayo del 2003, con Néstor Kirchner y la continuidad conducida por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Lejos de la “fiebre” de los argentinos por irse al exterior como en los´90.
En un mes llegaron más de un millón y medio de veraneantes. Si se toma desde el 15 de diciembre 2011 al 20 de enero último. Con días de 32 grados, entre el 10/1 y el 11/1 la máxima llegó a 33.5 y cifras de turistas que superan el millón y medio de visitantes. Hoy, el balneario vive otra temporada inusual desde los tiempos que fuera bautizado “Ciudad Feliz”, 1960.
El Ente de Turismo Municipal desde el 15/12/2011 Partido de General Pueyrredón registra hasta el fin de semana pasado cifras de más de un millón y medio de turistas en playas locales. Pablo Fernández, titular del ENTUR advirtió que por la segunda quincena el ingreso supera todo lo anterior en varios años.
En 1960, tiempos de Arturo Frondizi, el extinto periodista Enrique De Thomas, apodado “Wing”, le puso “Ciudad Feliz” en campaña publicitaria iniciada por la Comuna que en ese tiempo tenía administración socialista. La transición de dos intendentes muy recordados, Teodoro Bronzini y Jorge Raúl Lombardo.
La transformación marplatense se inició con cambios sociales de fines de los´40. A partir del primer gobierno de Juan Perón Mar del Plata fue cita para “ricos” y obreros. Experiencia única en el mundo. Las colonias de vacaciones para niños en Chapadmalal una conquista en 1951. Obra iniciada en el´47.
Mar del Plata tiene más de 800 mil habitantes y un conurbano que habitan más de 100 mil personas de escasos recursos. Se estima que coexisten cinco o seis barrios humildes en el suburbio local. “Es una de nuestras mayores prioridades”, dice el jefe Comunal, Gustavo Pulti.
Hoy, las cámaras empresarias desde los hoteleros y sectores gastronómicos, expresan su conformismo por los beneficios de la temporada en términos de la evolución económica con relación al año anterior. Raúl Lamacchia, titular de la UCIP (Unión del Comercio, Industria y Producción) afirma que “superó los mejores cálculos”, dijo a Agepeba.
El contador Lamacchia preside la Federación de Empresarios Bonaerenses y por su condición de marplatense “nativo” fue más lejos en la consulta: “El buen tiempo de enero es un factor clave, pero no debemos olvidar que la economía estable es otro elemento a tener en cuenta”, puntualizó.
A mediados de los´40 Mar del Plata era un balneario “exclusivo”. En tiempos de conservadores se distinguía a la ciudad como “Biarritz” de la Argentina. La llegada del peronismo modificó las costumbres, parte de la transformación social ocurrida en todo el país a partir del Primer Plan Quinquenal´47 al´52.
La ley de Propiedad Horizontal de fines del´40 produjo un cambio sustancial en el balneario. Era “agreste” como los que hoy recorren la Costa Atlántica y el “boom” de la construcción horizontal de sus edificios “hizo una pequeña Nueva York a orillas del Atlántico”, según el historiador Roberto Barili.
La industria de la construcción trajo un “récord”: entre 1950 y 1960 en un tramo de la avenida Colón, entre el Automóvil Club Argentino, flamante por entonces, con capacidad interior para estacionar 6.000 autos, hasta La Loma. En el mismo tiempo Mar del Plata produjo impacto con fabricación de alfajores
Se construyeron 12.000 departamentos de propiedad horizontal, según el arquitecto Roberto Cova, también historiador. Creció la construcción como gremio organizado. Del interior llegaban cientos de obreros que construyeron edificios en el Centro y también sus viviendas en barrios periféricos.
En los´60 Mar del Plata tenía 350 mil habitantes estables y ya presentaba una escalada importante de inmigración masiva. Se habían creado los Tribunales, 1955 y profesionales del Derecho, origen platense, se radicaron en la ciudad. En esa época se desarrolló, asimismo, la industria del tejido.
La “capital del pullover” llegó en los´70 con el avance de “los fasonier”, tejedores domésticos -esto es no industriales- proliferaron en centenares de domicilios particulares con las antiguas máquinas de tejido. Reemplazantes del “tejido a mano” y de “pedal”. Muchos comercios se nutrieron de la artesanía vecinal.
La avenida Juan B. Justo ofrece hoy más 300 locales importantes donde la indumentaria del “tejido a mano”, consecuencia “cultural” de una industria, silenciosa, que tiene más de cuatro décadas en esta ciudad. A fines de los´60 llegó la Universidad y la vida de los jóvenes se expandió.
Antes, estudiaban en La Plata. Muchos hijos de marplatenses profesionales modificaron con su residencia en la ciudad un primer censo (1960) que daba sólo al 10 por ciento de los habitantes nacidos en Mar del Plata.
Los´70 fueron signados por la violencia política y Mar del Plata tuvo su bautismo -hasta diciembre del´71 mantenía su vida de “ciudad turística”- por el crimen de la estudiante de Arquitectura, Silvia Filler. Tenía 17 años y recibió “una bala perdida” de una patota, luego sindicada como expresión de la ultra derechista CNU.
La (CNU) Concertación Nacional Universitaria se entronizó a fines de los´70 con la dictadura militar y Mar del Plata resignó unas 300 vidas jóvenes -el 70 por ciento estudiantes universitarios-, al tiempo que “emigraron” más de 400 militantes políticos entre intelectuales, profesionales y activistas, en tanto encarcelaban a estudiantes y delegados obreros
Los hoteles sindicales proliferaron en los´50 y a partir de ahí Mar del Plata, como pocas ciudades turísticas, ofreció una imagen única y para siempre: todos los veranos pasan por el balneario, casi al mismo tiempo, miles de “ricos” y “gente humilde” en una Babel ya tradicional.
Lejos de ser un balneario exclusivo como Pinamar o Cariló, entre los “recoletos” de la actualidad, Mar del Plata puede albergar al cabo de dos meses y algo más de temporada a unos dos millones y medio de turistas, en tránsito, como en ningún otro lugar del mundo se conoce.
Quizá sin pretenderlo, en 1947, el diputado radical Ernesto Sanmartino -vigoroso opositor al primer gobierno de Juan Perón- instaló aquélla expresión del “aluvión zoológico” que en su con-traste social, marcó para siempre la vida argentina.
Hoy, Mar del Plata ofrece desde las playas a la periferia todas las capas de la realidad social. La industria de la pesca sigue siendo la base económica de la Ciudad: cuatro pesqueras exportan por año a España y Portugal por valor de 400 millones de dólares.
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