Según las pautas oficiales del Presupuesto nacional, el valor de la riqueza económica del país -eso que los técnicos llaman el Producto Bruto Interno (PBI) y mide el conjunto de las actividades productivas, industriales, comerciales y de servicios- arribará este año a 2,1 billones de pesos. Cifra difícil de imaginar para el común de los ciudadanos, algo así como 463 mil millones de dólares.
Y a esa riqueza la provincia de Buenos Aires le aporta casi el 40% del total, en la medida que concentra en su territorio entre el 35% y el 40% de las producciones agropecuarias, fabriles y de los principales rubros de servicios, incluidos los bancarios.
Pero el territorio bonaerense concentra también el 39% de la población del país, con lo que implica en materia de demanda de infraestructura pública de todo tipo, de viviendas y de servicios esenciales (salud, educación, seguridad). Y como contracara de su nivel producción de riqueza, registra también los índices más altos del país en materia de pobreza y desocupación.
Sin embargo, a la hora del reparto de los ingresos que genera esa riqueza -la recaudación de los impuestos nacionales, que se pagan en todo el país-, la provincia de Buenos Aires recibe sólo el 6% del total.
Ocurre que de esa recaudación, la Administración nacional se queda, en promedio, con el 70%, y el 30% restante se distribuye entre las provincias, según un esquema en el que a Buenos Aires le corresponde el 22% del volumen de los recursos que se coparticipan y que representa por lo tanto el 6% del total de la recaudación nacional.
Ese porcentaje es el más elevado, pero que el esquema de distribución no se corresponde con los aportes ni con las necesidades de cada provincia, y que en esa falta de correspondencia Buenos Aires es la más perjudicada se refleja en este dato: salvo la capital federal, el Estado bonaerense es el que menos fondos recibe por cada habitante: apenas $1.177, en una escala en las que, por ejemplo, Tierra del Fuego, Santa Cruz, Formosa y La Rioja superan los $5.000 por habitant.
FONDOS SOJERO Y DEL CONURBANO
Vale señalar que estas cifras corresponden al conjunto de ingresos que la Nación reparte con las provincias, y que incluyen los impuestos del sistema de coparticipación federal (IVA, Ganancias y Bienes Personales) y los “tributos especiales” (el llamado impuesto al cheque y las retenciones a las exportaciones agropecuarias).
Sobre ese último segmento vale, además, una observación: con el 30% de las retenciones se forma el “Fondo Sojero”, que se reparte entre todas las provincias, y Buenos Aires -que es una de las que más producción de este rubro aporta- es la que menos recibe por habitante, $124, mientras que la que más recibe es, otra vez, Tierra del Fuego, con $780. En cambio las regalías que recauda la Nación por los hidrocarburos se distribuyen sólo entre las 10 provincias que tienen petróleo (y obviamente Buenos Aires no recibe nada).
Un último dato: la ley que creó el Fondo del Conurbano en los ‘90 dispuso que Buenos Aires recibiera el 10% de la recaudación de Ganancias y un 4% se repartiera entre el resto de las provincias. Pero en el 96 el monto para Buenos Aires se congeló en 650 millones de pesos anuales. Así, el Estado bonaerense recibe ahora sólo el 0,5%, mientras que seis distritos (Santa Fe, Córdoba, Chaco, Entre Ríos, Tucumán y Mendoza) reciben fondos superiores a los 650 millones de Buenos Aires.
Y a esa riqueza la provincia de Buenos Aires le aporta casi el 40% del total, en la medida que concentra en su territorio entre el 35% y el 40% de las producciones agropecuarias, fabriles y de los principales rubros de servicios, incluidos los bancarios.
Pero el territorio bonaerense concentra también el 39% de la población del país, con lo que implica en materia de demanda de infraestructura pública de todo tipo, de viviendas y de servicios esenciales (salud, educación, seguridad). Y como contracara de su nivel producción de riqueza, registra también los índices más altos del país en materia de pobreza y desocupación.
Sin embargo, a la hora del reparto de los ingresos que genera esa riqueza -la recaudación de los impuestos nacionales, que se pagan en todo el país-, la provincia de Buenos Aires recibe sólo el 6% del total.
Ocurre que de esa recaudación, la Administración nacional se queda, en promedio, con el 70%, y el 30% restante se distribuye entre las provincias, según un esquema en el que a Buenos Aires le corresponde el 22% del volumen de los recursos que se coparticipan y que representa por lo tanto el 6% del total de la recaudación nacional.
Ese porcentaje es el más elevado, pero que el esquema de distribución no se corresponde con los aportes ni con las necesidades de cada provincia, y que en esa falta de correspondencia Buenos Aires es la más perjudicada se refleja en este dato: salvo la capital federal, el Estado bonaerense es el que menos fondos recibe por cada habitante: apenas $1.177, en una escala en las que, por ejemplo, Tierra del Fuego, Santa Cruz, Formosa y La Rioja superan los $5.000 por habitant.
FONDOS SOJERO Y DEL CONURBANO
Vale señalar que estas cifras corresponden al conjunto de ingresos que la Nación reparte con las provincias, y que incluyen los impuestos del sistema de coparticipación federal (IVA, Ganancias y Bienes Personales) y los “tributos especiales” (el llamado impuesto al cheque y las retenciones a las exportaciones agropecuarias).
Sobre ese último segmento vale, además, una observación: con el 30% de las retenciones se forma el “Fondo Sojero”, que se reparte entre todas las provincias, y Buenos Aires -que es una de las que más producción de este rubro aporta- es la que menos recibe por habitante, $124, mientras que la que más recibe es, otra vez, Tierra del Fuego, con $780. En cambio las regalías que recauda la Nación por los hidrocarburos se distribuyen sólo entre las 10 provincias que tienen petróleo (y obviamente Buenos Aires no recibe nada).
Un último dato: la ley que creó el Fondo del Conurbano en los ‘90 dispuso que Buenos Aires recibiera el 10% de la recaudación de Ganancias y un 4% se repartiera entre el resto de las provincias. Pero en el 96 el monto para Buenos Aires se congeló en 650 millones de pesos anuales. Así, el Estado bonaerense recibe ahora sólo el 0,5%, mientras que seis distritos (Santa Fe, Córdoba, Chaco, Entre Ríos, Tucumán y Mendoza) reciben fondos superiores a los 650 millones de Buenos Aires.
Fuente: Diario El Dia de La Plata
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