-Acaban de hacer una presentación judicial con el Frente Amplio Progresista por la cuestión de los recursos de la Provincia. ¿A qué apuntan concretamente?
-La Provincia viene perdiendo recursos en forma sostenida. Y, la verdad, pensar en la gobernabilidad sin recursos es imposible. Es decir, no hay posibilidad de ajuste en Buenos Aires. Ninguna. El 80 por ciento de los recursos es para gastos corrientes en salarios, educación, salud, justicia y seguridad; más lo que se envía de coparticipación a los municipios y lo que insumen los programas sociales. Hay un 10 por ciento que se gasta en insumos e infraestructura básica que no es recortable. Pero lo que está pasando es que la Provincia requiere más recursos para poder sostenerse. Estamos haciendo lo que Scioli no hizo: plantearnos desde el espacio de la oposición y acudir a la Justicia para reclamar lo que el gobernador no reclama. Scioli cree que tiene que tener una buena relación con la Nación, cosa que tampoco lo logra, para recibir con cuenta gotas los recursos.
- Pero en el sciolismo está la creencia de que si se avanza con una medida tan fuerte como un reclamo judicial, directamente la tensión crecería tanto que no se podría gobernar.
-Es al revés. El gobernador está cada vez más complicado por su situación de sumisión. Le ponen al vicegobernador y lo acepta; le dan los recursos cuando quiere la Casa Rosada y lo acepta. Llega un momento en que se queda sin margen de gobierno. Sabe que la Provincia terminará este año con un déficit de unos 15 mil millones de pesos, con lo cual va a tener que volver a hociquear al gobierno nacional Por lo que va tener que caer en más sumisión, lo que es un error político pensando en todos los bonaerenses.
-¿Para ustedes existe una actitud destituyente del ultra kirchnerismo como sostienen desde sectores del peronismo?
-No sé si tanto. La Nación quiere condicionarlo permanentemente a Scioli para que no llegue a ser candidato a presidente. Vía recursos, vía desautorizaciones. Y Scioli se ha equivocado mucho en permitir esto. Es el gobernador de la provincia más importante del país y el hecho que no pueda plantarse frente al gobierno nacional es su problema, no de la Rosada. Lamentablemente vemos a todo un país que demora los debates que se tendrían que estar dando por una interna del PJ. Es notable cómo esa pelea se lleva buena parte del tiempo y el esfuerzo de los dirigentes que hoy gobiernan la Argentina y que deberían estar ocupados en resolver las cuestiones de gestión.
-¿Qué es puntualmente lo que debería reclamar la Provincia y que ustedes plantean en la Justicia?
-La ley de coparticipación establece que el 34 por ciento de los recursos totales deben ir hacia las provincias. Y hoy la distribución automática es de un 25 por ciento. Hay una causa ya iniciada por algunas provincias en la que se pide que se respete ese 34 por ciento. Y para eso hay varias vías. Una de ellas es que la plata que las provincias destinan a la Anses, en función de la vieja Ley de AFJP, vuelvan a las provincias ya que el sistema de jubilación privada no existe más. Eso es lo que pediremos a la Corte.
-¿La CC desplazó a Elisa Carrio de la conducción formal por el resultado de la última elección presidencial?
-No, para nada. El partido tiene dirigentes muy diversos y entre todos tenemos que recuperar esa relación que supo tener la Coalición con la sociedad. La propia Lilita dijo en su momento que daba a un paso al costado para darle más responsabilidad a los dirigentes que la acompañaban y nosotros asumimos ese compromiso en un momento muy difícil
-¿Pero se aprendió algo de esa última elección?
-A pesar del mal resultado, no hubo dirigentes de la CC que se hayan ido. Y eso fue por la convicción de esos dirigentes y por un trabajo previo que ahora tenemos que recuperar colectivamente. Hay una etapa de fortalecimiento, de seguir sosteniendo las ideas de la equidad y la República como banderas históricas y ahora, además, de un diálogo con otros actores. Porque en la Argentina hay un gobierno que tiene enormes niveles de corrupción y degradación institucional. Y eso se potencia porque no hay resortes de control pero tampoco hay una construcción del otro lado que lo pueda enfrentar y mostrarse como alternativa. Esa es nuestra obligación como dirigentes políticos.
-¿Dónde queda Carrió en 2013? Será candidata de la CC o irá por afuera?
-Ella es un actor muy importante en la política y en nuestro partido. También es cierto que estamos en un escenario muy particular. A diferencia de 2015, donde habrá un escenario nacional, el año que viene será más un montón de escenarios provinciales. Obviamente hay una estrategia nacional definida en el último congreso de la CC, donde marcamos con qué fuerzas políticas podemos hacer alianzas. Pero luego habrá que ver qué hace cada distrito. Puede que haya estrategias diferentes en cada provincia. Lo esencial es que no se pierda de vista el objetivo de recuperarse y armar una alternativa seria y progresista de poder.
-¿Pero qué deben cambiar para recuperar votantes?
-Los postulados históricos no se cambian porque estamos convencidos de ellos, más allá del mal resultado. Hay que mejorar la comunicación porque, por ejemplo, nos acusan de quedarnos sólo en la denuncia y no tener propuestas. Y eso no es así. Evidentemente no comunicamos bien nuestra tarea porque batallamos contra la corrupción pero también mostramos ideas que hasta han sido tomadas por el oficialismo, como la asignación universal por hijo, o la incorporación de jubilados al sistema aún cuando no tenían aportes. Tenemos que resolver eso de que la gente no nos retiene como portadores de planes de gobierno, porque somos una fuerza con una propuesta de país.
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