para Agencia DyN
En medio de la polémica por la salida de presos para actos del oficialismo, la presidenta Cristina Fernández, que horas atrás había defendido ese derecho, dio un paso más y admitió en un discurso transmitido por cadena nacional que un reo gana más que un jubilado.
Según esa lógica, a un jubilado le conviene ir preso porque en la cárcel no paga alimentos, alquiler, impuestos ni medicamentos.
La polémica frase presidencial pasó casi desapercibida en el extenso discurso que pronunció la mandataria anoche en la Bolsa de Comercio donde, además de anunciar el pago final del Boden 2012, adelantó el incremento para la clase pasiva a partir de setiembre según lo dispone la ley de movilidad.
En el camino de mostrar las bondades del modelo kirchnerista, la mandataria resaltó "que hoy el salario mínimo, vital y móvil es de 2.300 pesos, es el mismo que cobran los presos que trabajan en las cárceles" y "el haber jubilatorio es de 1687 pesos", explicó.
"Vieron como vuelven a cruzarse el poder adquisitivo de trabajadores, pensionados y jubilados y la caída del endeudamiento", dijo, "esto es crecimiento simplemente, ésto es consumo popular porque eso es lo que es el capitalismo".
Según los dichos de Cristina Fernández, hasta hoy un preso gana 613 pesos más que un jubilado.
Sin embargo, desde setiembre, con el incremento en los haberes de los pasivos anunciado por la presidenta, la diferencia será sólo de 420 pesos.
Eso si el gobierno no convoca al Consejo del Salario Mínimo que debe analizar el nuevo haber y que debe deliberar este mes, según lo anunciado oportunamente por el ministerio de Trabajo.
Según esa lógica, a un jubilado le conviene ir preso porque en la cárcel no paga alimentos, alquiler, impuestos ni medicamentos.
La polémica frase presidencial pasó casi desapercibida en el extenso discurso que pronunció la mandataria anoche en la Bolsa de Comercio donde, además de anunciar el pago final del Boden 2012, adelantó el incremento para la clase pasiva a partir de setiembre según lo dispone la ley de movilidad.
En el camino de mostrar las bondades del modelo kirchnerista, la mandataria resaltó "que hoy el salario mínimo, vital y móvil es de 2.300 pesos, es el mismo que cobran los presos que trabajan en las cárceles" y "el haber jubilatorio es de 1687 pesos", explicó.
"Vieron como vuelven a cruzarse el poder adquisitivo de trabajadores, pensionados y jubilados y la caída del endeudamiento", dijo, "esto es crecimiento simplemente, ésto es consumo popular porque eso es lo que es el capitalismo".
Según los dichos de Cristina Fernández, hasta hoy un preso gana 613 pesos más que un jubilado.
Sin embargo, desde setiembre, con el incremento en los haberes de los pasivos anunciado por la presidenta, la diferencia será sólo de 420 pesos.
Eso si el gobierno no convoca al Consejo del Salario Mínimo que debe analizar el nuevo haber y que debe deliberar este mes, según lo anunciado oportunamente por el ministerio de Trabajo.
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