Crédito foto: Télam
Un ex ferroviario y testigo clave en el juicio por el asesinato de Mariano Ferreyra se encuentra desaparecido desde anoche, según denunciaron sus familiares.
Su nombre es Alfonso Severo, quien debía declarar este mediodía en los Tribunales de Comodoro Py por el crimen del militante del Partido Obrero, ultimado por una patota presuntamente enviada por la Unión Ferroviaria en 2010.
Según relató su hijo Gastón al programa El Disparador, de la FM Delta, hay elementos suficientes para pensar que fue secuestrado.
"Hace tres días que recibimos amenazas telefónicas, tanto a la casa como al celular de mi papá", contó.
Ayer a la noche, Severo salió de su casa de Sarandí para ir a visitar a un nieto que había sido operado recientemente. Había una diferencia de 15 cuadras entre su vivienda y la de la madre del nene. Llamó para avisar que iba, pero nunca llegó.
Gastón asegura que su padre conocía a todos los integtrantes de la patota que aparecen en el video del ataque y "sabe qué clase de personas son".
"Estaba entusiasmado con ir a declarar, porque quería que se aclare todo", remarcó.
Severo fue empleado de Ferrobaires hasta 2009, cuando una banda armada lo desalojó de su puesto laboral como operario de mantenimiento. Según contó su hijo Gastón, en aquella oportunidad su casa fue baleada. Más tarde, tras el crimen de Ferreyra, Severo declaró como testigo en la etapa de instrucción y reveló que la agrupación del sindicato Unión Ferroviaria (UF) de Plaza Constitución guardaba armas en su oficina de esa terminal de trenes.
También destapó que en la víspera del asesinato de Ferreyra, el 20 de octubre de 2010, la empresa Trenes Metropolitanos y la UF habían convocado a los ferroviarios a sumarse a la patota del gremio para repeler la protesta de los trabajadores tercerizados, que querían cortar las vías de la línea Roca.
La última vez que se lo vio, Alfonso vestía jeans azules, zapatos y una camisa. Iba a bordo de un Renault Clío 5 puertas color negro, patente HGA 137.
La familia hizo la denuncia policial en las comisarías 4ta. Y 6ta. de Avellaneda e incluso recorrió hospitales de la zona sin resultados favorables.
En este marco, los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal 21 que llevan a adelante el juicio analizaban esta mañana la situación.
El ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Casal, instruyó hoy a la Dirección de Personas Desaparecidas de la Subsecretaría de Justicia, y a las Superintendencias de Investigaciones y Delitos Complejos, a intensificar las acciones de búsqueda de Alfonso Severo, testigo en la causa de Mariano Ferreyra.
Asimismo, ordenó que todas las áreas de investigaciones se pongan a disposición del fiscal interviniente en la búsqueda.
Fuente: Infobae
Su nombre es Alfonso Severo, quien debía declarar este mediodía en los Tribunales de Comodoro Py por el crimen del militante del Partido Obrero, ultimado por una patota presuntamente enviada por la Unión Ferroviaria en 2010.
Según relató su hijo Gastón al programa El Disparador, de la FM Delta, hay elementos suficientes para pensar que fue secuestrado.
"Hace tres días que recibimos amenazas telefónicas, tanto a la casa como al celular de mi papá", contó.
Ayer a la noche, Severo salió de su casa de Sarandí para ir a visitar a un nieto que había sido operado recientemente. Había una diferencia de 15 cuadras entre su vivienda y la de la madre del nene. Llamó para avisar que iba, pero nunca llegó.
Gastón asegura que su padre conocía a todos los integtrantes de la patota que aparecen en el video del ataque y "sabe qué clase de personas son".
"Estaba entusiasmado con ir a declarar, porque quería que se aclare todo", remarcó.
Severo fue empleado de Ferrobaires hasta 2009, cuando una banda armada lo desalojó de su puesto laboral como operario de mantenimiento. Según contó su hijo Gastón, en aquella oportunidad su casa fue baleada. Más tarde, tras el crimen de Ferreyra, Severo declaró como testigo en la etapa de instrucción y reveló que la agrupación del sindicato Unión Ferroviaria (UF) de Plaza Constitución guardaba armas en su oficina de esa terminal de trenes.
También destapó que en la víspera del asesinato de Ferreyra, el 20 de octubre de 2010, la empresa Trenes Metropolitanos y la UF habían convocado a los ferroviarios a sumarse a la patota del gremio para repeler la protesta de los trabajadores tercerizados, que querían cortar las vías de la línea Roca.
La última vez que se lo vio, Alfonso vestía jeans azules, zapatos y una camisa. Iba a bordo de un Renault Clío 5 puertas color negro, patente HGA 137.
La familia hizo la denuncia policial en las comisarías 4ta. Y 6ta. de Avellaneda e incluso recorrió hospitales de la zona sin resultados favorables.
En este marco, los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal 21 que llevan a adelante el juicio analizaban esta mañana la situación.
El ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Casal, instruyó hoy a la Dirección de Personas Desaparecidas de la Subsecretaría de Justicia, y a las Superintendencias de Investigaciones y Delitos Complejos, a intensificar las acciones de búsqueda de Alfonso Severo, testigo en la causa de Mariano Ferreyra.
Asimismo, ordenó que todas las áreas de investigaciones se pongan a disposición del fiscal interviniente en la búsqueda.
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