martes, 17 de diciembre de 2013

EN EL CODIGO PENAL DE ZAFFARONI ROBARLE A UN "RICO" TENDRA UNA PENA MENOR








Claudia Peiró
El anteproyecto redactado a pedido de Cristina Kirchner por una
 comisión que preside el juez de la Corte Suprema propone
 además eliminar la reincidencia y no castigar delitos
 "irrelevantes"





Meses atrás, la Presidente recibió a la comisión que redactó el anteproyecto en su despacho
Meses atrás, la Presidente recibió a la comisión que redactó el anteproyecto en su despachoCrédito: Télam

De aprobarse esta propuesta, en el nuevo Código Penal se eliminarán dos figuras
que, en opinión de los redactores, se usan para estigmatizar y perseguir a los más
 débiles: lareincidencia y la peligrosidad. La definición es sorprendente, si se
 considera además que esta doctrina se viene aplicando hace tiempo y explica que
 -por citar un caso- delincuentes como Juan Ernesto Cabeza haya podido cometer
un nuevo asesinato –el de Tatiana Kolodziey, en Resistencia, en octubre de 2012-
porque un juez le concedió el beneficio de la libertad condicional pese a que ya había cometido otros delitos de ese tipo. Es difícil ver una estigmatización en este caso;
sí, en cambio, una de las causas de los altos niveles de inseguridad que se
 viven hoy en Argentina.
Y éste es sólo uno de los muchísimos casos de crímenes aberrantes cometidos por delincuentes que, por su condición de reincidentes, deberían haber estado bajo
 regímenes de prisión efectiva y no gozando de distintas formas de libertad morigerada.
"Hay que dejar en claro que la reincidencia no es ninguna forma de
 estigmatización –dijo el abogado penalista Eduardo Gerome a Infobae-
ya que no se registra a un individuo por una calidad personal sino por su conducta
 antisocial; dos cosas absolutamente distintas. Estamos ante una garantía que 
necesita la gente de la calle ya que ella debe ser merecedora de la atención
 prioritaria del legislador. Lamentablemente, este aspecto de la reforma va en contra
 de lo que siente y quiere la sociedad, en contra del justo sistema de premios y
 castigos que debe presidir la vida en relación".
En mayo de 2012, por decreto presidencialse encomendó a un grupo de 
especialistas la elaboración de un nuevo Código Penal. La comisión quedó
 presidida por Raúl Zaffaroni e integrada por León Arslanian, Ricardo Gil
 Lavedra, María Elena Barbagelata y Federico Pinedo. Además del sesgo mayoritariamente garantista de las personas convocadas, un objetivo loable,
 como el de devolver coherencia y unidad a un Código que fue perdiendo esos
 atributos al ritmo de diferentes reformas, se convierte en excusa para introducir
 cambios quemodifican la concepción misma del derecho sobre el cual se
 asienta la ley penal hasta ahora.
El proyecto será presentado a Cristina Kirchner en febrero del año que viene
 para ser luego enviado al Congreso. Aunque el texto del anteproyecto no
 será dado a conocer hasta que esté en manos de la Presidente, los principales
 cambios que traerá se filtraron a un matutino el sábado pasado. Y, más interesante
 aún, también se conocieron algunos de losargumentos usados para fundamentar
 estas reformas.
Por ejemplo, se dice que el registro de reincidencia es usado para evitar la libertad condicional, como si no existieran casos en los que ésta puede legítimamente ser
negada. ¿Acaso no han abundado en los últimos años los crímenes cometidos
por delincuentes con antecedentes?
"La eliminación de la reincidencia –aplica Gerome- significa que cuando una
 persona es juzgada por un delito, los jueces no pueden tomar en cuenta si ya
 tuvo condenas anteriores por el mismo delito u otros y, en consecuencia, agravar
 su pena o determinar que ésta no pueda quedar en suspenso. Por ejemplo, si se
 está juzgando a un individuo por robo, el juez tiene que dar el mismo trato y la
 misma pena a quien delinque por primera vez que a quien pueda tener 4
 ó 5 condenas anteriores".
Es evidente que el principio de igualdad ante la ley queda de este modo
desvirtuado. Para Gerome, "esto es una afrenta a la sociedad, a la enorme
 cantidad de gente que tiene un comportamiento social correcto, pero ve que
 su conducta no tiene valor alguno para la ley y también para quienes han
 incurrido alguna vez y por excepción en un hecho delictuoso y recibirán el
 mismo trato que un profesional del delito".
En fin, hay una sorprendente benevolencia con la reincidencia –que
 con demasiada frecuencia ha tenido consecuencias letales para la sociedad-
 en un proyecto que sin embargo prevé castigar los delitos ambientales e
informáticos y hasta la tortura "por omisión".
Más llamativo aún es que, entre las nuevas valoraciones de las penas y las conductasque prevé al anteproyecto, siempre según lo que se hizo trascender
 a la prensa, "no será lo mismo el robo de 100 pesos, por caso, a alguien que
 gana 500, que a alguien que gana 10 mil". Por si quedan dudas, otro ejemplo lo
 aclara: no es lo mismo "robar una horma de queso de un supermercado
 que de un almacén".
De ahí a la incitación a robar "a los ricos" y a saquear supermercados, hay un
 solo paso.
Barricada antisaqueos de los vecinos de Tucumán durante la ola de robos de la semana pasada
Además de controvertido, este punto de la reforma es autóctono. No existe en
 países serios. "Esta diversidad entre el robo a una persona de pocos ingresos
 con respecto a una de mejor condición económica, que no existe en otras
 legislaciones serias, no puede sostenerse, ya que implicaría alentar la
 sustracción a los ricos puesto que así la pena será menor. El Estado no
 puede hacer esta clase de distinciones porque, independientemente del
efecto que pueda causarle al damnificado, el hecho que lleva a cabo el
 autor es el mismo", explica Gerome.
Y para subrayar la insensatez, agrega: "Siguiendo este criterio, podría pensarse
 en aplicarle menor pena al que mata un hijo de un matrimonio que ya tiene otros
 tres que al que mata a un hijo único. Se trata de una posición absurda que no
 puede encontrar recepción legislativa".
Finalmente, advierte Gerome, "hay que tener mucho cuidado con la legislación
del principio de insignificancia ya que, por un lado, su determinación va a
 quedar a consideración de los jueces, con las diferencias cuantitativas que
 van a encontrarse entre ellos, y, por el otro, esto puede incidir en el aumento
 de estos delitos al sabérselos impunes".
Desde ya que este aspecto de la reforma va en contra del principio de
 tolerancia cero,que ha servido a otros países para alcanzar mejores niveles
 de seguridad. Piénsese que las sociedades con los índices más bajos de
 criminalidad son también aquellas en los cuales se castiga hasta la menor
 transgresión –por caso, el peatón que cruza con semáforo en rojo aun cuando
 no venga un auto.
Para ejemplificar el concepto de irrelevancia se dice que es una obviedad que
no es lo mismo el robo de un auto que el de una golosina y se recuerdan casos
 de causas abiertas contra personas que robaron comida en un supermercado.
Pero el código actual ya prevé el llamado"estado de necesidad", como
 atenuante de un delito. En algunos países se habla de "hurto famélico".
Pero los cambios que este anteproyecto pretende introducir parecieran apuntar
 a consolidar el clima de anomia social y de impunidad para el delito que
 se vive en el país

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