El científico asegura que el día que vivimos como de 24 horas, en realidad, tiene 16 horas y por eso los tiempos de hoy se ven tan acelerados. Por lo que esto podría causar catástrofes climáticas.
Un científico alemán que viene realizando estudios desde el 2000 ha afirmado que el planeta aumentó su velocidad en su movimiento de rotación. Por eso el día que vivimos, es más corto de lo que creemos.
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El estudio es conocido como “Resonancia Schumann”, el cual trata sobre Metafísica Cuántica y Astrofísica Meta Cuántica, y explica por qué la tierra gira más rápido.
Schumann, con base en la universidad UTN de Münich, realizó el descubrimiento por el cual afirma que el día sólo tiene 16 horas, en vez de 24.
Según él durante siglos la tierra giró sobre su propio eje a 7.8 hz. pero a partir de 1980, ese número cambió. Aunque lo hizo muy rápidamente en tan sólo seis años, hasta llegar a 12 hz.
El científico asegura que el día que vivimos como de 24 horas, en realidad, tiene 16 horas y por eso los tiempos de hoy se ven tan acelerados. Por lo que esto podría causar catástrofes climáticas como una posible consecuencia de la alteración de los campos magnéticos de la tierra, que también se ha visto modificada desde el 2000.
Es falso que la Tierra gire más rápido
El doctor Dante Javier Paz, del Observatorio Astronómico Córdoba, explica por qué es falso que la Tierra está girando más rápido y el día tiene 16 horas.
En estos días ha resurgido una noticia falsa (”hoax” en la jerga de Internet) que lleva ya varios años circulando por las redes: “La Tierra está girando más rápido y el día tiene 16 horas”. Esta noticia busca disfrazarse de verdad malversando términos y magnitudes físicas e incluso afirma que es un descubrimiento reciente de un Dr. Schumann, perteneciente a alguna universidad de renombre (la afiliación del sujeto puede cambiar con el tiempo).
La noticia tiene, además, el plus de explicar por qué sentimos que el día se nos pasa volando en estos acelerados tiempos modernos. Nada más lejos de la realidad. Empecemos a desanudar esto por algún lado. Quizás sea necesario decir que la rotación de la Tierra está perfectamente medida desde hace miles de años. Esta ha sido una de las primeras mediciones realizadas por astrónomos de todas las civilizaciones de la historia.
No se tiene registro alguno de una semejante variación en la duración del día como la mencionada en el “hoax”. Para todos los fines prácticos basta con decir que la ciencia tiene absolutamente demostrado que la Tierra gira con respecto a sí misma 360° en un periodo de 23 horas 56 minutos y 4,0916 segundos aproximadamente. Este lapso se conoce como día siderio, los casi 4 minutos adicionales que dura el día solar se debe al efecto diario que tiene la traslación anual de la Tierra alrededor del Sol en la posición aparente de éste.
No ha habido ni habrá variaciones de este tiempo en millones de años. Si bien el efecto de las mareas, es decir la atracción gravitatoria que ejerce la Luna y el Sol sobre la Tierra, ha conseguido variar la duración del día en aproximadamente 2 horas durante 600 millones de años (en aquella época el día duraba 22 horas), este efecto es, para todos los fines prácticos, despreciable.
De todos modos el efecto de las mareas sólo puede aumentar la duración del día, nunca acortarla. El día se alarga por este efecto 17 microsegundos por año (aproximadamente, 1 segundo cada 59.000 años).
Un dato más cercano en el espacio-tiempo: el telescopio ecuatorial de nuestro observatorio de Córdoba lleva 140 años operando con relojería que funciona a la misma velocidad, apuntando con excelente precisión como pueden dar cuenta los cientos de cordobeses que lo visitan mensualmente.
Por otro lado, el “hoax” hace mención del fenómeno de “resonancias de Schumann”, el cual es un fenómeno físico real pero que no tiene nada que ver con la duración del día. Estas resonancias fueron medidas originalmente por Nikola Tesla, y luego fueron predichas matemáticamente de manera independiente por Winfried Otto Schumann, en 1952 (la identidad de este venerable físico es la robada en este hoax).
De manera sintética, se puede decir que estas resonancias son ecos en las ondas de radio que se propagan en ciertas frecuencias características (que no coinciden con los números en Hz que menciona el hoax), y tienen relación con el rebote de estas ondas entre la superficie de la Tierra y la ionosféra (una capa exterior de la atmósfera terrestre que es afectada por la radiación solar).
Espero que quienes hayan llegado hasta el final de esta nota puedan llevarse la tranquilidad de que no hay ningún fenómeno catastrófico ocurriendo en nuestro pequeño globo azul, más allá del maltrato y depredación que realiza nuestra humanidad de los recursos y ecosistemas en nuestro planeta. De eso sí tenemos que preocuparnos, y mucho.
Fuente: La Mañana de Córdoba y Diario Registrado
Fuente: La Mañana de Córdoba y Diario Registrado
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